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“Duck Butter”: una comedia romántica improvisada y rodada en 24 horas

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EFE

Dos chicas se conocen en un bar, coquetean y deciden hacer un pacto: pasar las próximas 24 horas juntas, tratando de conocerse mejor y teniendo sexo a cada hora.

Es la trama de “Duck Butter” (2018), la nueva comedia romántica del director puertorriqueño Miquel Arteta protagonizada por la estadounidense Alia Shawkat y la española Laia Costa, que se acaba de estrenar en el Festival de Cine de Tribeca en Nueva York.

La historia inicial era muy diferente: en un principio, Arteta quería contar la relación de un año entre un hombre (Sergio) y una mujer (Naima), pero un amigo leyó el guión y le dijo que la mejor parte era cuando la pareja, justo después de conocerse, hacía un pacto para pasar 24 horas juntos y hacer el amor a cada hora.

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Arteta explicó en declaraciones a Efe que hizo caso a su amigo y apostó por rodar una película sobre esas 24 horas, pero se topó con un problema: no encontraba ningún actor para el papel de Sergio, ya que todos candidatos se sentían incómodos con el nivel de intimidad que mostraba la pareja tanto fuera como dentro de la cama.

Además, había dos retos añadidos: los diálogos eran completamente improvisados y la mayor parte de la película se grabaría del tirón en 24 horas para reflejar con mayor naturalidad esas 24 horas que vivían juntos los protagonistas.

Fue entonces cuando Arteta pensó en la actriz Laia Costa, que había sido seleccionada para un papel secundario.

“Laia nos dijo que aceptaba el papel menor pero quería venir a ver ese experimento de filmar durante 24 horas. Ahí nos dimos cuenta de que esa era en realidad la verdadera actitud de Sergio y vimos que daba igual que fuese hombre o mujer, lo importante era encontrar a la persona correcta. Ella era Sergio”, destacó el director.

Ni siquiera le cambiaron el nombre al personaje, y en la película Sergio explica que su madre quería tener un niño y, cuando nació ella, le puso el nombre que tanto le gustaba.

Pese al gran reto que supone grabar 24 horas seguidas, Costa venía de protagonizar “Victoria” (2015), una película de 138 minutos, improvisados en su mayoría y grabados en un único plano secuencia.

El equipo de “Duck Butter” ensayó durante seis días para poder grabar las 24 horas del tirón, aunque el director dijo que si algo fallaba durante el rodaje podían volver a repetirlo una vez más.

“Les dije que no se preocupasen, que si algo salía mal podíamos volver a grabar 24 horas, pero en realidad no teníamos ni el tiempo ni el dinero para hacerlo, aunque sirvió para quitarles la presión y que lo hiciesen a la primera”, reconoció el director.

“Normalmente, en una película los actores tienen que mentalizarse de que van a rodar una escena en la que están cansados, se tienen que maquillar como si lo estuvieran... Aquí no tuvieron que preocuparse de nada de eso, nada más que de vivir la película”, remató Arteta.

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