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Expulsa Trump a Nielsen para ‘endurecer’ la política fronteriza

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Más de dos años después de pregonar políticas draconianas que no han logrado disuadir la inmigración a Estados Unidos, el presidente Trump ahora dice que quiere adoptar un enfoque aún más “severo” para la política de seguridad fronteriza.

Hace unos días Trump despidió a quien fue su segunda secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en gran parte por su frustración ante el aumento de las familias centroamericanas que solicitan asilo. También repitió sus amenazas de cerrar la frontera sur. “¡El país está A SU MÁXIMA CAPACIDAD!”, tuiteó. “... Cerraré la frontera sur si es necesario…”.

Para Trump y sus ayudantes más cercanos -particularmente el asesor de políticas de la Casa Blanca, Stephen Miller, intransigente en materia de inmigración- la retórica es una publicidad populista destinada a crear una base que consideran fundamental para volver a ganar la Casa Blanca en 2020.

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La partida de Nielsen desató una gran cantidad de preguntas sobre si el mandatario intentará ser aún más agresivo para restringir las solicitudes de asilo y reforzar otras políticas, incluida la reanudación de la separación de los niños migrantes de sus familias.

Aún así, acorralado por la ley de inmigración de Estados Unidos, una Cámara liderada por los demócratas y las realidades de la frontera, tanto críticos como simpatizantes se preguntan qué podrá hacer realmente el presidente a partir de ahora.

Para Mark Krikorian, del Centro de Estudios de Inmigración, que apoya la teoría de reducir la inmigración a Estados Unidos, no hay mucho más que una secretaria de Seguridad Nacional pueda hacer, cuando la toma de decisiones finales proviene de la Casa Blanca. “Simplemente no estoy seguro de que sea algo que otro funcionario de Seguridad Nacional pueda hacer, en vez de que la Casa Blanca tome la decisión”, afirmó.

Krikorian no cree que el cierre de la frontera vuelva a estar en la agenda en un futuro cercano, dado que Trump “lanzó la embestida” y luego se retiró. “Sin el Congreso y los tribunales, todas las opciones se han agotado”, argumentó Blain Rethmeier, quien trabajó en la Casa Blanca durante el mandato de George W. Bush junto con Nielsen, y ayudó a ella y al ex secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, a lograr la confirmación en sus cargos. “Stephen Miller y la administración se quedaron sin opciones y recurrieron a tragarse las propias”, aseveró.

Por su parte, Nielsen dejó en claro el pasado lunes que no abandonará su apoyo constante a las políticas del primer mandatario y que no intentará socavarlo después de su partida, a fines de esta semana.

En el exterior de su casa en Alexandria, Virginia, Nielsen destacó que comparte “el objetivo del presidente de asegurar la frontera” y se mostró de acuerdo con que hay una “crisis humanitaria y de seguridad”.

Nielsen estuvo entre los más polémicos secretarios del gabinete de Trump, dada la orden de Trump de limitar la inmigración, un tema que él considera fundamental para su posición política.Sin embargo, la abierta defensa de la funcionaria no fue suficiente para salvar su trabajo.

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