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Los Dodgers probablemente tendrán que tomar una difícil decisión con el mexicano Julio Urías

(Jayne Kamin-Oncea / Getty Images)
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Solamente Julio Urías y su novia realmente saben lo que pasó el lunes en el estacionamiento del Beverly Center.

Y probablemente un video de seguridad.

No hay un veredicto todavía, no ha existido alguna admisión de culpabilidad, solamente una acusación que fue negada por Urías y su supuesta víctima.

Hasta que el caso se resuelva, el video de seguridad servirá para dictaminar la última palabra en el caso.

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Más que cualquier testimonio, más que algún castigo, la forma en la que Urías será percibido en el futuro será determinado por las imágenes en la grabación mencionada.

Esos videos usualmente salen a la luz pública en los próximos días. Probablemente ese será el caso aquí.

Por el momento, lo que es claro es que Urías fue arrestado el lunes bajo sospecha de delito menor de violencia doméstica y salió bajo una fianza de $20,000. Luego fue dado de baja en la plantilla activa de los Dodgers y fue suspendido, mientras que la Major League Baseball investiga el caso, de acuerdo a una política de violencia doméstica de la liga.

La situación es difícil, sin importar si Urías lo hizo o no lo hizo.

Si los testigos dicen la verdad sobre lo que realmente sucedió, Urías empujó a la mujer al piso. Bajo este escenario, la imagen agradable de Urías, será vista como una máscara que oculta algo oscuro dentro de él.

Por otra parte, si Urías y su novia dicen la verdad, si el incidente fue solamente una discusión verbal, eso no habla bien de los clientes en el Beverly Center, quienes ya habrán otorgado a este muchacho de 22 años una cicatriz que probablemente se quedará en su imagen en el futuro.

De cualquier manera, es un dolor de cabeza. Aunque la verdad sea algo que cae en medio, es decepcionante, rozando en lo asqueroso.

Urías tenía la oportunidad de convertirse en una estrella en los Dodgers, el tipo que sale una vez en muchos años, y no solamente porque puede lanzar una bola rápida de 98 millas por hora sin mucho esfuerzo. También es un lanzador mexicano con mucha afición mexicana y mexicoamericana. Como Fernando Valenzuela y Adrián González antes que él, Urías tenía la oportunidad de ser el orgullo y regocijo de un país, pero en lugar se ha convertido en un símbolo de los peores impulsos de la humanidad. De ser encontrado culpable, podría ser deportado.

Los Dodgers limitaron sus comentarios en una declaración bien trabajada.

“Fuimos notificados sobre el supuesto incidente esta mañana y estamos en el proceso de obtener información”, declaró el equipo. “Como resultado, no tenemos algún comentario sobre el incidente. Sin embargo, la acusación de violencia doméstica se tiene que tomar en serio y ser tratada de inmediato, y nosotros vamos a cooperar completamente con las autoridades y Major League Baseball para asegurarnos de que ese sea el caso”.

Esa postura fue un recordatorio de que la decisión de suspender a Urías fue hecha por las Grandes Ligas y no los Dodgers.

“Ahora, vamos a esperar, esperar el proceso”, dijo el mánager Dave Roberts.

Pero los Dodgers podrían estar obligados a hacer una decisión importante en las próximas semanas, dependiendo de lo que revele el video de seguridad y la investigación de las Grandes Ligas.

En diciembre de 2015, los Dodgers no completaron una transacción con los Rojos de Cincinnati por Aroldis Chapman después que salieron acusaciones de violencia doméstica en contra del cerrador cubano.

Eso fue fácil.

El verano pasado, los Azulejos de Toronto suspendieron al cerrador Roberto Osuna y los Dodgers no hicieron algún tipo de esfuerzo para traerlo al equipo.

Tampoco fue difícil.

Ahora, las acusaciones de violencia doméstica han llegado a casa, en la plantilla, de hecho, los Dodgers probablemente tendrán que decidir si realmente están en línea con sus valores al no adquirir a Chapman y Osuna en el pasado.

El rechazar una transacción con un jugador problemático es una cosa, es otra el que uno de tus jugadores en tu plantilla esté en problemas, especialmente uno joven y talentoso, barato y popular como Urías.

Si el video de seguridad confirma el peor de los escenarios, lo que los Dodgers hagan con Urías será un testimonio de cómo quieren representar a Los Ángeles.

Sus acciones volverán nuevamente a demostrar si quieren convertirse en un instrumento de cambio social o continuar siendo como cualquier otra franquicia deportiva.

A menos de que la evidencia no requiera nada de eso.

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