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Veteranos indignados con Trump le piden deje de atacar al fallecido senador John McCain

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Jack LeGros, un artillero durante la Guerra de Vietnam, se dirigía al Centro de Atención Ambulatoria Sepulveda de Veterans Affairs el pasado martes por la tarde cuando le pregunté qué pensaba sobre los continuos ataques, del Presidente Trump, contra el fallecido senador John McCain de Arizona.

“Creo que es un ...”

No puedo completar esa oración en un periódico familiar, pero estoy seguro de que puede usted arriesgarse a hacer una buena suposición de cómo terminó su frase LeGros.

El veterano, de 77 años, cojeaba y dijo que cree que la exposición al químico conocido como Agente Naranja, durante su servicio en Vietnam, está causando su dolor.

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“Mi pie comenzó a calentarse, como si estuviera en arena caliente, y aumentó progresivamente a mis piernas”, dijo LeGros, quien también ha recibido tratamiento por un trastorno de estrés postraumático durante muchos años.

LeGros dijo, que no le importa mucho Trump, punto. Pero incluso los veteranos que apoyan al presidente, me dijeron que no pueden entender, por qué el presidente habla con tanto desprecio sobre un hombre que dedicó su vida al servicio público, que soportó años como prisionero de guerra después de que su avión fuera derribado en Vietnam, y murió de cáncer cerebral hace siete meses.

El pasado fin de semana, Trump, quien estaba de un humor particularmente irritable, tuiteó sobre sus problemas políticos con McCain y dijo, de manera incorrecta, que McCain terminó como el último en su clase en la Academia Naval de Estados Unidos.

“No me gusta”, dijo Rubin Elfman, un veterano del Ejército de la Segunda Guerra Mundial que sirvió en Alemania y que cumplirá 93 años el próximo mes, según me comentó.

Elfman dijo, que le gusta la política de Trump, pero no entiende su obsesión por McCain.

“Escucha”, dijo Elfman, “el hombre sirvió a su país”.

En 1999, me subí brevemente al autobús de McCain, al que llamaba “Straight Talk Express”, mientras viajaba por New Hampshire en su campaña por la presidencia. Su política no era mía, pero no pude evitar admirar al hombre, quien tenía problemas para levantar el brazo lo suficiente como para peinarse debido a la tortura que había sufrido durante la guerra. Poco tiempo después, en Hanoi, visité la húmeda y miserable celda donde McCain pasó la mayor parte de sus más de cinco años en cautiverio.

Una vez pensé, tontamente, que la implacable insistencia de Trump en que el primer presidente negro de Estados Unidos era africano lo condenaría, pero no lo hizo, pensé que burlarse de la apariencia de una oponente femenina, y además, esposa de otro oponente en la primaria presidencial sería su final, pero no fue así.

Finalmente me di cuenta de que Trump no perdería a sus partidarios al decir cosas crueles, indignas, racialmente ofensivas o evidentemente falsas.

¿Pero sobre un héroe de guerra? Especialmente uno, que ahora está muerto y que resultó estar en el propio partido de Trump.

Por supuesto, Trump podría disputar esa evaluación. Nuestro presidente, quien no sirvió en el ejército, dijo sobre McCain:

“Él no es un héroe de guerra. Es un héroe de guerra porque fue derribado. Me gustan las personas que no fueron capturadas”.

Siendo tan deshonesto como lo fue, Trump, no tuvo que pasar por esa experiencia, lo que puede ser la razón por la que se sintió con energía para darle otro golpe a McCain durante el fin de semana.

“Trump debería olvidarse de él. Y siendo honesto, a nadie le importa lo que piense sobre John McCain”, dijo el veterano de Vietnam, Terry Barker, quien agregó que votó por Trump, y que a excepción de esto, le gusta su política.

“Estoy ofendido”, dijo Carlos González, quien sirvió en el Ejército después de la Guerra de Vietnam. “Era un ‘holgazán”.

“Sí”, dijo Tony Rushing, quien estaba en la Marina a fines de los años sesenta. “Un verdadero ‘holgazán”.

Para ser precisos, Trump tuvo varios aplazamientos por estar en la universidad y otro por espolones óseos en los talones de sus pies. Las hijas de un podólogo de Nueva York, dijeron el pasado diciembre, que su padre, había extendido el diagnóstico como un favor al padre de Trump.

“¿Qué es un espolón?”, me preguntó el veterano de Vietnam, Andrew Sánchez, en el vestíbulo del Centro De atención para veteranos.

No creo que él, realmente, esperara una respuesta. Me preguntó si yo estuve en el ejército y dije que no, no lo hice. Cuando era mayor de edad, la guerra de Vietnam estaba terminando y había un sorteo de lotería en su lugar. Mi número no apareció.

Edie Koller, quien estuvo en la Marina durante la Guerra de Vietnam, me contó cómo se sentía acerca de que el presidente calumniara a un héroe de guerra.

“Lo encuentro ofensivo como veterano”, dijo.

Emperor F. Seidl, que estuvo en la Infantería de Marina y el Ejército, y pasó un tiempo en Vietnam, se llamó a sí mismo “un sólido partidario de Trump”.

“Pero con respecto a los comentarios de Trump”, dijo Seidl, “me gustaría llevarlo afuera y darle una patada”.

No sé si sería justo golpear a un hombre con espolones óseos.

Después de dejar el Valle, decidí llamar por teléfono a un veterano que ha pasado muchos días en hospitales de VA. Ron Kovic, autor del libro de memorias más vendido sobre la guerra “Nacido el cuatro de julio”, quedó paralizado por las lesiones de combate y más tarde salió a las calles como líder de un movimiento contra la guerra.

Kovic, que ha estado en una silla de ruedas durante medio siglo, me dijo que una vez debatió consigo mismo sobre las políticas de McCain y que tenía algunas diferencias con él. Pero que también sentía una gran admiración por el propio McCain.

“Lo que siempre respeté fue su dignidad como ser humano, como hombre, y el hecho de que sirvió, se sacrificó y sufrió mucho. ... Y regresó a casa. Volvió de eso y lo dio todo”, dijo Kovic.

“Esos ataques contra él son simplemente escandalosos, especialmente de quién vienen, de alguien que nunca usó el uniforme, nunca sirvió a su país, nunca puso su vida en peligro y es simplemente un inconsciente”.

“Es como si estuviera pateando el ataúd de John McCain”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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