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¿Quién es responsable del Little Black Book de Yolanda? Uno de los mayores misterios de los bienes raíces de celebridades ha sido revelado

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Durante años, el Little Black Book de Yolanda ha sido uno de los mayores misterios en los círculos inmobiliarios de lujo de Los Ángeles.

Al revelar livianamente los detalles de las últimas y multimillonarias transacciones inmobiliarias de las celebridades, el blog anónimo de chismes causó estragos entre los agentes de élite de la ciudad y sus ricos clientes. Pero, ¿quién es responsable del sitio web, cuyo autor utiliza alias como Yolanda Yakketyyak, Real Estate Yenta y Donald Frump?

“¿Nos molesta, como agentes? Ciertamente sí”, aseguró el corredor de bienes raíces Marc Shevin, de quien se ventilaron en el blog casi una docena de ofertas. “Nos gustaría saber quién brinda esta información al Little Black Book de Yolanda, y nos gustaría que se detenga”.

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Ha habido una especulación desenfrenada sobre la identidad de Yolanda. ¿Es un administrador de depósitos? ¿Un agente de bienes raíces? ¿El jefe de una agencia?

La propia Yolanda no lo revela.

“En el fondo”, según el sitio web, “Yolanda es una muchacha amable y gentil, a la que nada le gustaría más que acariciar flores y olfatear cachorros todo el día”.

La identidad del autor del blog es más que un simple juego de adivinanzas para los expertos en bienes raíces. Muchas de las publicaciones de Yolanda salen a la luz antes de que se cierre una transacción e incluyen información personal sobre las partes involucradas, el precio de venta total y otras cuestiones. Dichos detalles generalmente se mantienen en secreto en ese momento y están disponibles solo para las partes más cercanas al acuerdo, lo cual indica la presencia de un potencial soplón dentro de una agencia de bienes raíces.

Muchos han sospechado de Mark David Voss, quien escribe la columna Dirt Column, de Variety, bajo el nombre abreviado de Mark David. Al respecto, citan coloridos estilos de escritura similares y enlaces cruzados frecuentes, y señalan que Yolanda fue acreditada por Voss como una fuente anónima: desde 2012, el periodista ha hecho referencia a Yolanda en casi 300 noticias.

Pero las pistas digitales apuntan a alguien más involucrado.

Una búsqueda de registros del Times realizada en mayo acerca del propietario de yolandaslittleblackbook.com reveló al residente de Glendora Jim McClain como el titular y administrador. La dirección postal utilizada para registrar el sitio coincide con la de una licencia de vendedor para James Nathaniel McClain IV, de acuerdo con los documentos obtenidos a través del Departamento de Bienes Raíces de California. La dirección y el número de teléfono también coincidían con los datos de McClain como votante.

Después de que The Times intentara por primera vez ponerse en contacto con McClain, a fines de junio, el Little Black Book de Yolanda fue reinscrito usando un servicio de dominio privado, que oculta la información del titular.

Múltiples llamadas telefónicas y correos electrónicos enviados a McClain y sus parientes no fueron respondidos. Un miembro del personal del Times intentó visitar a McClain en su casa de Glendora, el jueves 12 de julio, pero no pudo pasar la entrada de la comunidad privada; las llamadas de intercomunicador al domicilio no fueron atendidas.

McClain, de 28 años, estuvo empleado recientemente como gerente de finanzas de la agencia Compass, pero fue despedido en la primera semana de abril debido a una reestructuración interna, según la compañía.

Como resultado de las investigaciones de The Times, Compass inició una auditoría interna de las actividades de McClain mientras era empleado. Una portavoz de la firma informó el jueves que la investigación había identificado a McClain como Yolanda, aunque se negó a proporcionar detalles. “Esta noche descubrimos evidencia que sugiere que fuimos víctimas de un exempleado malintencionado, James McClain”, aseguró la portavoz Julie Binder. “Procesaremos a este individuo con toda la fuerza de la ley”.

Muchos medios de comunicación cubren temas de bienes raíces de famosos, incluida la sección Hot Properties, de The Times. Pero las noticias de esta sección se publican con firma, y los periodistas no están vinculados con una compañía de bienes raíces.

Para Compass, una de las agencias más grandes y de más rápido crecimiento en el país, cuyos clientes incluyen a los Kardashian, Ashton Kutcher y Lucy Liu, el hecho de que un empleado administre un sitio web secreto que revela información de los compradores es un gran abuso de confianza.

Los agentes inmobiliarios para clientes de alto patrimonio típicamente firman acuerdos de confidencialidad (NDA, por sus siglas en inglés), que les prohíben hablar sobre los detalles de las transacciones. Repetir negocios y las referencias son cruciales en la industria, y violar un NDA puede acabar con una carrera, especialmente cuando los clientes son titanes de la industria, el entretenimiento y los deportes.

“Cuando firmo un NDA, ni siquiera se lo cuento a mi familia”, aseveró el agente de bienes raíces Jordan Cohen. “Las consecuencias pueden ser severas: no solo vas a perder clientes, amigos y negocios futuros, sino que estás rompiendo un código ético”.

Los licenciatarios de bienes raíces también tienen la obligación fiduciaria de actuar en el mejor interés de sus clientes, aseguró Wayne Bell, el comisionado inmobiliario más reciente del Departamento de Bienes Raíces de California, que dejó su puesto a principios de este julio.

Los maliciosos comentarios de Yolanda han atraído a un creciente número de profesionales de bienes raíces, expertos y curiosos desde que se lanzó el sitio web, en 2016. En junio de 2017, la página atrajo más de 300,000 visitas, según el proveedor de datos y análisis de tráfico web Alexa Internet.

Como un rastro de migas en internet, Yolanda dejó sutiles pistas:

  • En diciembre, un correo electrónico enviado desde la dirección de Gmail de Yolanda a un periodista de bienes raíces de Los Angeles Times fue firmado como “James”.
  • En una publicación del blog, Yolanda se quejó de las condiciones de los dormitorios de la USC: “Yolanda misma vivió allí hace un millón de años y todavía son desagradables”. McClain se graduó de la USC en 2011.
  • En 2016, una publicista dio a conocer un comunicado de prensa anunciando el lanzamiento del Little Black Book de Yolanda. La agente de prensa Lisa Inouye y McClain asistieron a la USC al mismo tiempo y son amigos en Facebook.
  • Una captura de pantalla cargada en el blog de Yolanda mostraba fotos de casas famosas y marcadores para sistemas en línea de Cardinal Health, donde McClain solía trabajar como asesor financiero.

McClain, en su rol de gerente de finanzas en Compass, tenía acceso a todas las transacciones de la firma que se concretaban en California, según empleados actuales y anteriores de Compass, quienes hablaron bajo condición de anonimato por temor a ser castigados o demandados por la empresa. “Era el tipo que preparaba todos los cheques; él sabía cuándo se estaba cerrando una operación; él veía al comprador y al vendedor”, destacó un empleado de Compass. “Él estaba a cargo de todo eso”.

Aunque McClain no trabajaba para la compañía como agente de bienes raíces, estaba obligado de todos modos por la promesa de confidencialidad de la empresa. Cualquier empleado que fisgonee en los archivos de la compañía está considerado como un gran ‘no-no’ dentro de la industria.

“Todos nuestros empleados firmaron acuerdos de no divulgación con la firma, que les prohíben compartir información confidencial externamente”, agregó Binder.

Ha habido muchas ofertas diferentes reveladas en Little Black Book de Yolanda, pero Compass fue un tema frecuente: más de 40 ventas de propiedades que involucraron a agentes de esa compañía fueron reveladas en el sitio web desde que McClain se convirtió en empleado.

Las publicaciones de Yolanda detallaron las transacciones de Compass que involucraron a los músicos Kenny Chesney y Pink, al multimillonario Sidney Kimmel y Megan Ellison, la productora de cine e hija del cofundador de Oracle, Larry Ellison.

Incluso cuando los agentes de Compass tomaron medidas especiales para evitar una filtración, Yolanda se impuso.

Un agente, que se fue de la compañía este 2018, recordó enviar un correo electrónico al personal de la oficina entera para pedirles que no compartieran información relacionada con el cliente famoso. Un día después de enviado ese correo electrónico, apareció la noticia en el Little Black Book de Yolanda.

“Hice que todos firmaran un acuerdo de confidencialidad, y el trato se hizo a través de una empresa de responsabilidad limitada (LLC)”, dijo el agente. “Las únicas personas que tenían conocimiento del negocio éramos nosotros y la gente de Compass”.

El clan Kardashian-Jenner ha sido otro tema frecuente. En un post reciente sobre la nueva casa de la matriarca Kris Jenner en Hidden Hills, Yolanda notó detalles como un “área de ducha vidriada que es genial para exhibicionistas haciendo ostentación de sus bellezas corporales, ya sean au naturale o quirúrgicamente mejoradas”.

En varias ocasiones, las compras y ventas realizadas por Jenner y su hija menor, Kylie, de 20 años, aparecieron en el sitio web días -o incluso semanas- antes de se acordaran oficialmente. En cada uno de esos tratos, Tomer Fridman, quien el verano pasado se unió a la oficina de Compass en Beverly Hills, era el agente de la operación.

Fridman señaló que cualquier agente con clientes de alto perfil o alto patrimonio hará todo lo que esté a su alcance para mantener las transacciones discretas. “Eso nos enorgullece mucho”, expuso.

El sitio también se convirtió en un dolor de cabeza para personas no famosas. En un caso, Yolanda documentó las compras de inmuebles de una pareja que recientemente había recibido una gran cantidad de dinero. El hecho de que se hubieran vuelto ricos era la razón principal por la cual la pareja intentaba mantener un perfil bajo, de acuerdo con su agente de bienes raíces, Will Wheaton. “Mis clientes no tienen interés en ser figuras públicas”, remarcó.

Varios agentes que hablaron bajo condición de anonimato, porque sus acuerdos involucraban pactos de no divulgación, quedaron desconcertados no solo por el momento justo de las publicaciones de Yolanda, sino por el nivel de detalle.

A veces, Yolanda reveló información que el agente del vendedor ni siquiera sabía: uno se sorprendió al enterarse de que un artista había comprado la propiedad de sus clientes, y descubrió la identidad en el sitio de Yolanda. El comprador había ofertado a través de un fideicomiso.

En otra historia sobre una casa en Sunset Strip diseñada en parte por Lenny Kravitz, Yolanda brindó datos sobre los compradores, Frank Binder -el heredero de Merck- y su pareja, Alexandra Schuck, la hija del alcalde de Bradbury, Edwin G. Schuck. Yolanda comentó sobre los viajes, las ambiciones y la situación de vida de Schuck después de la preparatoria.

Una vez más, había un vínculo inesperado con McClain: él y Schuck tienen más o menos la misma edad, ambos son del Valle de San Gabriel y amigos en Facebook.

Para los agentes inmobiliarios de Los Ángeles, los hallazgos de Compass sobre Yolanda fueron un alivio después de años de frustraciones.

“Todavía estoy impresionado”, afirmó Wheaton unas horas después de que The Times publicara la noticia, el 13 de julio por la mañana. “Es realmente triste que alguien no lo haya captado antes de tiempo y lo haya detenido”. Muchos agentes pasaron malos momentos innecesariamente debido a lo que se publicaba en el sitio web. Me siento reivindicado”.

El agente de Hilton & Hyland, Richard Maslan, calificó la situación como “algo peor que un no-no”. “Es absurdo que alguien ponga en peligro a los agentes de esa manera”, dijo. “Es terrible. No sé qué más decir”.

Para Bell, el excomisionado de bienes raíces, si un empleado de Compass era responsable del Little Black Book de Yolanda, ello abre la posibilidad a un litigio civil, particularmente si se violó un acuerdo de no divulgación. Esto podría derivar en una investigación y un posible juicio por parte del Departamento de Bienes Raíces.

“Dependería de los hechos y de la licencia”, consideró Bell. “¿Esta persona vendió la información? ¿Obtuvo algo de dinero a través de lo que compartía en este sitio web?”.

El Little Black Book de Yolanda publica anuncios a través de la plataforma publicitaria de Google, aunque no está claro cuánto dinero se genera.

En algunos casos, los anuncios segmentados que aparecen en el sitio web son para agentes inmobiliarios y corredores, incluidos algunos de los agentes de Compass.

A pesar de desatar la ira de muchos de los agentes más notables de la ciudad, Yolanda no muestra signos de tranquilizarse y continúa publicando casi a diario, alternando entre temas de famosos o superricos.

Los temas de junio incluyeron la “residencia regordeta” de Kelly Rowland, la casa en Pasadena recién comprada de la artista Grimes (“su música no nos gusta mucho”) y la mansión Bradbury del vendedor de automóviles Paul Rusnak (“Esto es lo que vender todos esos lujosos autos a los desbordados angelinos ha forjado”).

Incluso con una conexión con McClain, quedan muchas preguntas sin respuesta: ¿Hay otras personas involucradas? Y para qué fue todo: ¿notoriedad? ¿Un pasatiempo barato? O, como Yolanda insinuó en el blog, ¿dinero? “Una chica tiene que pagar sus malditas cuentas de algún modo”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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