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Un día antes del avionazo en Etiopía, un pasajero salvó la vida de otros al detectar un problema similar en el mismo avión

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Mientras la tripulación de Lion Air luchaba por controlar su Boeing Co. 737 Max 8, que caía en picado, recibió ayuda de una fuente inesperada: un piloto fuera de servicio que estaba en la cabina.

De acuerdo con dos personas familiarizadas con la investigación de Indonesia, ese piloto adicional, que ocupaba el asiento auxiliar de la cabina, diagnosticó correctamente el problema y le dijo a la tripulación cómo desactivar un mal funcionamiento del sistema de control de vuelo y salvar el avión.

Al día siguiente, al mando de un equipo diferente que se enfrentó a lo que los investigadores consideraron un mal funcionamiento idéntico, el mismo avión de pasajeros se estrelló en el Mar de Java y acabó con la vida de los 189 individuos a bordo.

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El detalle, hasta ahora desconocido, sobre el vuelo anterior de Lion Air representa una nueva pista en el misterio de cómo algunos pilotos de Max 737 que se enfrentaron al mal funcionamiento pudieron evitar el desastre, mientras que otros perdieron el control de sus naves y se estrellaron. La presencia de un tercer piloto en la cabina no fue incluida en el informe del 28 de noviembre pasado, realizado por el Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia sobre el accidente, y no se había informado previamente.

El piloto no tripulante en el vuelo anterior de Bali a Yakarta le dijo a la tripulación que redujera la energía del motor que empujaba hacia abajo, según fuentes familiarizadas, esto es parte de una lista de verificación que todos los pilotos deben memorizar.

“Todos los datos e información que tenemos sobre el vuelo y la aeronave se han enviado al Comité de Seguridad de Transporte de Indonesia. “No podemos proporcionar comentarios adicionales en esta etapa, debido a la investigación en curso sobre el accidente”, aseguró por teléfono el portavoz de Lion Air, Danang Prihantoro.

El informe del comité indonesio remarcó que el avión había tenido múltiples fallas en vuelos anteriores y no había sido reparado adecuadamente.

Tanto representantes de Boeing como del comité declinaron hacer comentarios sobre el vuelo anterior.

El sistema de seguridad, diseñado para evitar que los aviones suban muy bruscamente y sus motores se ahoguen, está en la mira de los investigadores por ese accidente, así como por uno posterior, menos de cinco meses después, en Etiopía. Se cree que un sensor defectuoso engañó a las computadoras del avión de Lion Air para que registrara que era necesario bajar la nariz automáticamente para evitar el ahogo del motor.

El 737 Max de Boeing fue puesto en tierra el 13 de marzo por los reguladores de los EE.UU, después de que aparecieran similitudes con el accidente de Lion Air -del 29 de octubre- en la investigación de la caída del 10 de marzo, de Ethiopian Airlines.

A raíz de los dos incidentes, surgieron preguntas sobre cómo se aprobó el diseño de Boeing del nuevo modelo 737. El inspector general del Departamento de Transporte realiza actualmente una revisión de cómo se certificó la nave para volar, y un gran jurado del Departamento de Justicia de EE.UU también está buscando registros en una posible investigación criminal sobre la certificación del avión.

La semana pasada, la FAA afirmó que planeaba exigir cambios en el sistema para que sea menos probable que se active cuando no hay una emergencia. La agencia y Boeing señalaron que también exigirán capacitación adicional y referencias a esto en los manuales de vuelo. “Cooperaremos plenamente en la revisión de la auditoría del Departamento de Transporte”, remarcó el portavoz de Boeing, Charles Bickers, en un correo electrónico. La compañía se negó a comentar sobre la investigación penal.

Después del accidente de Lion Air, dos sindicatos de pilotos estadounidenses afirmaron que los riesgos potenciales del mecanismo, conocido como Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS, por sus siglas en inglés), no estaban lo suficientemente claros en sus manuales o en su capacitación. Ninguna documentación para la aeronave Max incluía una explicación, precisaron los líderes sindicales.

“No nos gusta el hecho de no haber sido notificados”, aseveró en noviembre, Jon Weaks, presidente de la Asociación de Pilotos de Southwest Airlines. “Ahora nos preguntamos: ‘¿Eso es todo, muchachos?’ Espero que no haya más sorpresas por ahí”.

Allied Pilots Association, el sindicato de American Airlines Group Inc., también informó que los detalles sobre el sistema no estaban incluidos en la documentación del avión.

Tras el accidente de Lion Air, la FAA solicitó a Boeing que notificara a las aerolíneas sobre el sistema, en respuesta Boeing envió un boletín a todos los clientes que volaban con el Max, recordándoles cómo desactivarlo en una emergencia.

Las autoridades dieron a conocer pocos detalles sobre el vuelo 302 de Ethiopian Airlines, más allá de que volaba en una pista “muy similar” a la de los aviones de Lion Air, y luego se sumergió bruscamente hacia el suelo. No hubo informes de problemas de mantenimiento en la nave de Ethiopian Airlines antes de su accidente.

En caso de encontrarse que también el mismo problema influyó en la caída del vuelo 302 de Ethiopian Airlines, una de las preguntas más desconcertantes de los investigadores de accidentes y consultores de seguridad de aviación será por qué los pilotos de ese vuelo no ejecutaron la lista de verificación que desactiva el sistema.

“Después de este horrible accidente de Lion Air, uno pensaría que todos los que pilotean este avión sabrían la forma de apagar el sistema”, expuso Steve Wallace, exdirector de la rama de investigación de accidentes de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

La combinación de factores necesarios para la caída de una nave en estas circunstancias sugiere que también podrían haber ocurrido otros problemas en el accidente de Etiopía, agregó Jeffrey Guzzetti, quien también dirigió investigaciones de accidentes en la FAA y ahora es consultor. “Es simplemente inverosímil que esta deficiencia de MCAS, por sí sola, pueda derribar a un avión moderno con una tripulación entrenada”, aseveró.

El MCAS es impulsado por un sólo sensor cerca de la nariz, que mide el llamado ángulo de ataque -si el aire fluye en paralelo a la longitud del fuselaje o en un ángulo-. En los vuelos de Lion Air, el sensor del ángulo de ataque había fallado y enviaba lecturas erróneas que indicaban que la nariz del avión apuntaba peligrosamente hacia arriba.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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