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Un país con dos presidentes: cómo se generó la crisis política en Venezuela

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El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, cuya reelección en mayo pasado fue considerada ampliamente como fraudulenta, fue acusado de abusos generalizados contra los derechos humanos y culpado por hundir al país —rico en petróleo— en un desastre humanitario, donde el 80% de los ciudadanos viven en la pobreza.

Ahora, el futuro de su presidencia fue puesto en duda por un político muy popular, que se autodeclaró presidente y fue reconocido como tal por Estados Unidos y otros más de 20 países.

A continuación, algunos momentos clave en la crisis en desarrollo:

5 de enero: Juan Guaidó, exlíder estudiantil del partido político del popular líder opositor Leopoldo López, es elegido presidente de la Asamblea Nacional, donde ha sido congresista desde 2015.

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10 de enero: Maduro jura para un segundo mandato de seis años. Al menos 50 países, incluido Estados Unidos, se negaron a reconocer su reelección, que supuestamente obtuvo con el 64% de los votos, a pesar de que su índice de aprobación ahora es del 15%.

11 de enero: Guaidó le dice a una multitud enardecida en la capital venezolana, Caracas, que se está preparando para reemplazar temporalmente a Maduro como presidente, una medida que, según afirma, es legal según la Constitución, pero que necesita “el respaldo de los ciudadanos para hacerlo realidad”. También hace un llamamiento a organizar protestas en todo el país contra Maduro, el 23 de enero, aniversario de un levantamiento masivo ocurrido en 1958, que sacó del poder al dictador Marcos Pérez Jiménez.

21 de enero: las fuerzas de seguridad de Maduro aplastan una rebelión de un pequeño grupo de soldados en una base militar en Caracas. La Corte Suprema digitada por el gobierno declara nulas todas las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, y anuncia que anulará una decisión de principios de enero por parte del Congreso de declarar ilegal la presidencia de Maduro.

23 de enero: Guaidó jura como presidente durante una protesta masiva en Caracas. Hablando ante miles de venezolanos, se compromete a “asumir formalmente los deberes del poder ejecutivo nacional para lograr el fin de la usurpación, [formar] un gobierno de transición y [realizar] elecciones libres”.

El gobierno de Trump le otorga más de $20 millones en ayuda y lo reconoce como el presidente del país, una decisión secundada por la mayoría de los grandes países del hemisferio occidental. En respuesta, Maduro anuncia el quiebre de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y ordena la expulsión de los diplomáticos estadounidenses.

25 de enero: Guaidó da su primer discurso público desde que se declaró presidente, y le dice a sus partidarios en una conferencia de prensa —convertida en una manifestación política— que “más que un libertador, quiero ser un servidor público para que ustedes transformen el país”. Les pide a sus seguidores que distribuyan copias de una ley propuesta, que promete una amnistía para los miembros de las fuerzas armadas que se rebelen contra Maduro.

26 de enero: el Ministerio de Relaciones Exteriores de Maduro suspende la orden de expulsión del personal estadounidense. En las Naciones Unidas (ONU), los intentos de Estados Unidos para patrocinar una declaración en apoyo del líder opositor de Venezuela son bloqueados por China y Rusia, los principales aliados de Venezuela.

27 de enero: tanto Maduro como Guaidó piden apoyo a los militares de Venezuela. Maduro tuitea que las fuerzas armadas del país están “preparadas y listas para defender la soberanía nacional”. Guaidó responde: “Soldados, les doy una orden: no disparen contra el pueblo venezolano. No repriman las manifestaciones pacíficas, ni masacren a nuestros jóvenes”.

28 de enero: Estados Unidos sanciona a la compañía petrolera de Venezuela y le incauta $7 mil millones de dólares en activos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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