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Un confeso asesino en serie dibujó retratos de sus víctimas; el FBI pide ayuda para reconocerlas

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La víctima lleva una expresión triste. Su cabeza está ligeramente inclinada, sus brillantes labios rojos se esconden en un gesto fruncido, sus ojos miran a una distancia media.

Samuel Little dibujó el retrato de memoria, casi dos décadas después de haber matado a la mujer, en 1996, en Los Ángeles, según afirmó. Es una de las 16 imágenes inquietantes que, según la policía, el asesino en serie hizo en prisión de sus víctimas, que permanecen sin identificar.

El FBI publicó los retratos el 12 de febrero con la esperanza de obtener pistas que ayuden a las autoridades a identificar a las mujeres que fueron víctimas de Little, y cerrar finalmente los casos, largamente pospuestos.

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Luego de que Little comenzó a confesar, en mayo pasado, que había matado a 93 personas durante 35 años a partir de 1970, la policía y las autoridades federales han rastreado archivos antiguos y fotografías de escenas del crimen, para vincular los asesinatos no resueltos con los detalles que él recordaba.

La policía confirmó más de 36 casos hasta el momento, un conteo que sitúa a Little entre los asesinos en serie más mortíferos, según el FBI. El hombre afirma haber matado a 20 personas en Los Ángeles.

Vincular las confesiones con las víctimas ha sido difícil por varias razones.

La mayoría vivía en los márgenes de la sociedad: prostitutas, drogadictas o mujeres transgénero que no llamaban mucho la atención cuando desaparecían. La memoria de Little para los rostros individuales y los detalles de los asesinatos es vívida, pero su recuerdo de las fechas puede estar errado por una década.

El agresor estranguló a todas sus víctimas y arrojó sus cuerpos mayormente en zonas boscosas. No tiene registro de los límites jurisdiccionales.

Sin heridas de bala o de cuchillo, la policía creía erróneamente que algunas de las asesinadas eran víctimas de sobredosis, accidentes o causas naturales, y nunca iniciaba una investigación por homicidio. Algunos cuerpos jamás se han encontrado, y ciertos departamentos perdieron archivos de los casos antiguos.

Little le ha dicho a los investigadores que se considera un artista consumado, y prometió en 2018 que podía retratar de memoria a sus víctimas.

Los investigadores lo alentaron a hacerlo, y utilizando una mezcla de tiza, lápices pastel y acuarelas, dibujó a 16 de ellas en sus últimos momentos de terror, las imágenes finales conocidas de las víctimas hasta que la policía encontró sus restos.

Cada retrato tiene labios rojos brillantes y grandes ojos ovalados. La mayoría mira directamente al asesino, o por encima de su hombro.

Little dio a cada persona una o dos características únicas: la diadema azul de una adolescente de Miami, que sostiene su cabello largo y negro; una víctima en Atlanta tiene rasgos afilados y aparece captada en medio de una carcajada; y una mujer asesinada en Texas tiene el pelo morado.

La policía aún debe vincular 13 de los retratos a víctimas o crímenes.

En los otros tres casos —uno del condado de Prince George, Maryland; otro del oeste de Memphis, Arkansas, y el tercero de Pascagoula, Mississippi—, la policía comparó una de las confesiones de Little con los restos óseos y los correspondientes archivos de casos. Pero no han podido reconocer los huesos.

Hasta noviembre, Little había confesado 90 asesinatos, confirmó el FBI. Pero el sombrío recuento aumentó en diciembre, cuando recordó a tres víctimas más —mientras era transportado de una cárcel de Texas a otra—, incluidas dos en Los Ángeles, revelaron las autoridades.

El FBI insta a cualquier persona con información sobre las víctimas a llamar o enviar un correo electrónico a los analistas del Programa de Detención de Criminales Violentos de la oficina, al (800) 634-4097.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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