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El inicio lluvioso del invierno trae montones de nieve a las montañas de California y grandes esperanzas para el suministro de agua

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En una buena señal para el suministro de agua de California, la Sierra Nevada ha sido cubierta por nieve gracias a las últimas tormentas.

La capa de nieve mide un 106% del promedio, según la encuesta de nieve del estado realizada a finales de la primer semana de diciembre. Eso es más del doble del 47% del promedio medido en el mismo día en 2017.

La Sierra Nevada es una fuente clave de agua para California, que aún se está recuperando de años de sequía.

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Dos tormentas que comenzaron el Día de Acción de Gracias trajeron hasta 2 pies de nieve en partes de la Sierra norte, dijo Emily Heller, meteoróloga del Servicio Nacional de Meteorología.

En la Sierra sur, la capa de nieve se registró tan alta como 125% de la media. Algunas áreas al noreste de Bakersfield alcanzaron hasta el 200% de los niveles promedio de nieve acumulada.

Es probable que la Sierra Nevada esté más seca durante los próximos días, informó el servicio meteorológico, pero una tormenta hacia el final de este fin de semana puede traer de 6 a 15 pulgadas de nieve.

A pesar del inicio prometedor, es demasiado pronto para predecir si será un buen año de nieve, dijo Chris Orrock, portavoz del Departamento de Recursos del Agua de California.

La temporada de nieve comienza en diciembre y termina el primer día de abril, cuando los expertos viajan a las montañas para tomar una medición final de la capa de nieve, que determina las decisiones tomadas por los departamentos de agua en todo el estado.

“En este momento, estamos bien, pero eso podría cambiar mañana”, dijo Orrock. “Ha habido años en los que hemos conseguido mucha nieve al principio de la temporada y luego no conseguimos nada durante el resto del año”.

Otros años, la Sierra Nevada está seca varios meses durante la temporada de invierno, pero luego recibe una tormenta hacia el final que compensa el déficit, dijo.

El estado necesitará tormentas más constantes este invierno para que los niveles de la capa de nieve se mantengan cerca o por encima de lo normal al final de la temporada, explicó Julie Malingowski, meteoróloga del Servicio Nacional de Meteorología.

Las probabilidades de niveles normales de nevadas son buenas para el próximo par de meses, dijo.

El sur de California siempre es significativamente más seco que el norte de California. Pero incluso la tierra del sur ha recibido una buena cantidad de lluvia en las últimas semanas.

Mount Baldy consiguió 15 pulgadas de nieve y Mountain High obtuvo entre 10 y 13 pulgadas, dijo el Servicio Meteorológico Nacional. Otras áreas, como Wrightwood y Lockwood Valley obtuvieron de 6 a 8 pulgadas de nieve.

Desde el inicio del año de lluvias el 1 de octubre, el centro de Los Ángeles ha recibido más de 4 pulgadas de lluvia, más que la cantidad promedio de precipitación para esta época del año y significativamente más que en 2017, cuando aproximadamente cayó una décima de pulgada.

El último año de lluvia, que comenzó el 1 de octubre de 2017, fue el tercero más seco en el centro de la ciudad de Los Ángeles desde que comenzaron los registros en 1877, con un descenso de solo 4.72 pulgadas, aproximadamente el 32% de la precipitación promedio de 14.93 pulgadas.

Pero no hay un patrón, advirtió Orrock, y los expertos en clima no pueden predecir las nevadas con más de un par de semanas de antelación.

El climatólogo Bill Patzert dijo que es difícil predecir qué tan húmeda será esta temporada, debido a los fenómenos naturales en competencia.

Hay un “aspirante” de El Niño en el Océano Pacífico a lo largo del ecuador, un fenómeno meteorológico que puede hacer que una serie de tormentas subtropicales golpeen a California, dijo Patzert. Y en el Océano Pacífico nororiental, hay una “masa” de agua tibia que en años pasados ha reforzado una cadena de alta presión que empeora la sequía y desvía las tormentas de la costa oeste hacia el centro de los Estados Unidos.

“Es una revancha de la Masa frente a El Niño”, dijo Patzert. “La mayoría de los pronosticadores se muestran cautos respecto a enero, febrero y marzo, que suelen ser nuestros meses más húmedos”.

Sin embargo, los investigadores predicen que está surgiendo un patrón de clima: uno de altibajos extremos y “eventos de latigazo”, expuso Neil Berg, un científico del clima en el Centro de Ciencia del Clima de la UCLA.

California ya ha experimentado esto. Cuando el jefe de medición de nieve del estado, Frank Gehrke, realizó la caminata fría a través de la Sierra Nevada a principios de 2018, midió la nieve a 94 pulgadas de profundidad, un marcado contraste de solo dos años antes, cuando el mismo lugar era un campo llano de tierra y maleza.

El invierno 2016-17 creó una de las capas de nieve más grande en la historia del estado y cargó los embalses y los ríos de California durante meses, hasta el punto de inundar algunas comunidades. En general, la capa de nieve fue del 163% del promedio, que cuando se derrite equivale a 46 pulgadas de lluvia.

Ese récord alivió algunos déficits de agua que el estado había estado sufriendo durante una sequía de un año. Luego, después de la temporada pasada, la capa de nieve volvió a niveles inferiores a la media.

“Siempre estoy particularmente feliz cuando vemos estos años promedio porque creo que serán cada vez más infrecuentes”, dijo Berg. “Esa oscilación entre extremos secos y húmedos es en realidad un fenómeno que estamos proyectando que aumentará”, advirtió.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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