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Trump afirmó que ningún otro país brinda ciudadanía por nacimiento; una declaración muy alejada de la realidad

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Al reavivar el debate sobre la ciudadanía por nacimiento de los hijos de quienes emigran sin autorización a Estados Unidos, el presidente Trump afirmó que la nación es el “único país del mundo donde una persona viene y tiene un bebé, y el bebé es esencialmente un ciudadano de Estados Unidos por 85 años, con todos esos beneficios”.

EE.UU. se encuentra entre más de 30 países que otorgan la ciudadanía automática a los menores nacidos de casi cualquier persona que vive dentro de las fronteras, según el National Constitution Center, creado por el Congreso para educar a los estadounidenses acerca de la Constitución.

“A principios del siglo XVII, el principio de la ciudadanía por nacimiento se estableció definitivamente en Inglaterra y se exportó a varias colonias del Imperio Británico, incluido EE.UU.”, afirmó Bernadette Meyler, profesora de la Escuela de Derecho de Stanford.

Hoy en día, la ciudadanía por nacimiento, con pocas excepciones, es la norma en los países cuyas leyes se diseñaron de acuerdo con el derecho consuetudinario inglés, incluidos Canadá, Jamaica y Pakistán. Casi todos los países de América Central y del Sur también ofrecen la ciudadanía por derecho de nacimiento.


Al mismo tiempo, varias naciones se han alejado de la ciudadanía por nacimiento, muchas de ellas en respuesta a la inmigración. India, que antes la permitía, gradualmente comenzó a eliminarla en la década de 1980 y terminó de hacerlo casi por completo en 2004. En la actualidad, la ley exige que a los niños se les otorgue la ciudadanía sólo si uno de los padres es ciudadano.

Australia, Nueva Zelanda y la República Dominicana también han eliminado la ciudadanía por derecho de nacimiento con el paso del tiempo.

Desde la década de 1980, el Reino Unido, la fuente de la tradición del derecho de nacimiento, impuso una regla que establece que un menor debe tener al menos un padre que sea ciudadano para recibir la ciudadanía. Otros países de Europa en general tampoco permiten la ciudadanía por nacimiento.

En Estados Unidos, ese derecho se basa en la 14º Enmienda, que fue adoptada después de la Guerra Civil para abordar los derechos de los esclavos liberados. Ésta anuló el caso Dred Scott de la Corte Suprema en 1857, que decía que los descendientes de esclavos africanos no eran ciudadanos.

La cláusula de ciudadanía de la enmienda señala: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen”.

La ley fue ratificada en un caso del Tribunal Supremo en 1898, que sostuvo que la ciudadanía por nacimiento era ya una ley común antes de que estuviera escrita en la Constitución.


Pero, tanto en Estados Unidos como en otros lugares, la inmigración ilegal ha traído debates sobre los cambios en los requisitos de ciudadanía.

Según el análisis de datos gubernamentales del Pew Research Center, en 2014 nacieron 275,000 bebés de inmigrantes que viven sin permiso en el país.

“El mismo debate que ahora ocurre aquí se ha desarrollado en otros sitios, por las mismas razones”, afirmó Meyler.

A continuación, una comparación de Estados Unidos con otras naciones en cuanto a los requisitos de ciudadanía:

Canadá
Cualquier persona nacida en Canadá es un ciudadano, independientemente de la ciudadanía de sus padres. El partido conservador del país se ha quejado de la norma y de lo que describe como “turismo de nacimiento”, cuando las mujeres embarazadas se establecen en Canadá para que sus hijos obtengan la ciudadanía. Pero el partido no logró cambiar la ley.

México
La ley mexicana afirma que cualquier persona nacida “dentro del territorio de la República, cualquiera que sea la nacionalidad de sus padres”, es de nacionalidad mexicana. México no considera que las personas sean ciudadanos —incluso si sus padres lo son— hasta que cumplan 18 años, que es cuando pueden votar, ocupar un cargo público o unirse a las fuerzas armadas.

Israel
El país es particular en cuanto a sus normas de ciudadanía. La Ley de Retorno, en vigor desde 1950, permite a cualquier judío el derecho a emigrar a Israel y convertirse en ciudadano. Pero un niño nacido en Israel es ciudadano sólo si un padre tiene la ciudadanía.

Francia
Los niños nacidos en Francia de padres extranjeros no son automáticamente ciudadanos. Adquieren el estatus cuando cumplen 18 años, siempre que hayan vivido en el país durante cinco años desde los 11 años.


Alemania
Un niño nacido de un ciudadano no alemán puede ser ciudadano de nacimiento únicamente si al menos uno de sus padre ha permanecido en el país durante ocho años con el estatus legal de “residencia ilimitada”.

Los menores también pueden mantener la ciudadanía de sus padres hasta los 21 años, si la otra nación lo permite, aunque hay excepciones que admiten la doble ciudadanía por más tiempo.

Japón
A diferencia de EE.UU. o las naciones europeas, que tienden a permitir una combinación de ciudadanía por nacimiento y por sangre, las estrictas normas de Japón otorgan a los niños la ciudadanía sólo si nacen de un ciudadano japonés.

Hay algunas excepciones, incluidos los casos en que no puede determinarse con claridad la nacionalidad de un padre.

Brasil
El país más poblado de Sudamérica es similar a EE.UU. en otorgar la ciudadanía a cualquier niño nacido dentro de sus fronteras.

Australia
Hasta 1986, toda persona nacida en Australia era ciudadana. Hoy en día, los niños se convierten en ciudadanos al nacer allí únicamente si uno de sus padres es ciudadano o residente permanente.

China
En la gran mayoría de los casos, un recién nacido obtiene la ciudadanía exclusivamente si uno de sus padres es ciudadano chino.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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