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Tras la eliminación de EE.UU. para la Copa Mundial, el ex entrenador Bruce Arena escribe sobre la situación actual del futbol en el país

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Cuando se le pidió a Bruce Arena que rescatara al equipo nacional de Estados Unidos que batallaba en el otoño de 2016, también se le solicitó que escribiera un libro sobre cómo lo hizo.

Él dijo que sí a ambas solicitudes. Ninguna de las dos salió del modo que esperaba.

“El libro”, dijo Arena, “iba a ser sobre cómo nos clasificamos para la Copa del Mundo y nos alistaríamos para nuestra participación en ese evento”.

El problema es que Estados Unidos no llegó tan lejos, una sorprendente derrota por 2-1 ante Trinidad y Tobago en el partido final del torneo clasificatorio de 10 juegos, lo dejó fuera del torneo por primera vez en 32 años. También condujo a la renuncia de Arena como entrenador, tres días después.

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“No hay absolutamente ninguna excusa”, dijo entonces y repite ahora.
Pero, viendo el lado positivo, ese fracaso produjo un libro mucho más importante, porque en lugar de ir por el camino triunfal hacia Rusia, Arena enfrenta muchos de los problemas que a su vez vive el fútbol de EE.UU. y advierte que sin cambios serios y sustanciales, esta puede no ser la última vez que los estadounidenses se pierden un Mundial.

“Simplemente no lo entienden, la gente que maneja el deporte en nuestro país. Y el fútbol de EE.UU. tiene la gran obligación de hacerlo bien”, dijo Arena en una entrevista telefónica. “Tiene que haber un cambio en el liderazgo”.

El libro ‘What’s Wrong With Us: A Coach’s Blunt Take on the State of American Soccer After a Lifetime on the Touchline’ está programado para salir a la venta el 12 de junio, dos días antes del inicio de la Copa Mundial.

Los problemas que Arena identificó estaban presentes cuando comenzó la etapa clasificatoria y probablemente se hubieran olvidado si EE.UU., hubiera logrado llegar a Rusia. El hecho es que no clasificó, lo que llevó a que muchas personas se preguntarán cuál fue el problema.

Arena tiene algunas respuestas.

Un problema, escribe, comienza con el hecho de que los rangos más altos del fútbol están demasiado aislados, con las mismas personas hablando entre sí en lugar de buscar nuevas ideas y perspectivas fuera de su grupo.

También hay un enorme vacío en el liderazgo, específicamente en el aspecto técnico con los dos cuerpos de fútbol profesional más grandes del país, el US Soccer y la MLS, dirigido por personas que Arena dice que tienen un conocimiento técnico limitado del deporte.

Y aunque esos dos grupos han hecho que el juego sea exitoso desde el punto de vista financiero y comercial –solamente la U.S. Soccer reportó ganancias de $ 152 millones en 2017- eso no ha compensado la falta de visión.

“No es como barrer todo y hacer cambios radicales”, dijo. “Solo se necesita el liderazgo correcto con las ideas correctas y ponerlas en marcha”.

La elección de febrero para reemplazar a Sunil Gulati como presidente de la US Soccer puede traer solo un progreso limitado ya que el ganador, Carlos Cordeiro, jugó fútbol por última vez cuando estaba en la escuela secundaria y ha pasado gran parte de su vida adulta en Wall Street.

Los otros tres líderes en la MLS: el comisionado Don Garber, el comisionado adjunto Mark Abbott y el vicepresidente Todd Durbin, tienen antecedentes en mercadeo y derecho, no en fútbol.

Pero aunque hay falta de visión y de experiencia técnica, no hay falta de talento. Más niños están involucrados en el juego en este país que nunca antes. Según un calculo reciente, más de 17 millones de personas mayores de 6 años juegan fútbol en EE.UU., más del doble que en Alemania e Inglaterra juntas.

Irónicamente, están encontrando menos oportunidades de hacerlo en la MLS, una liga creada, en parte, para desarrollar jugadores de Estados Unidos.

Menos del 46% de los jugadores en las listas de 2018 nacieron en EE.UU., en comparación con el 16% de la primera temporada de la liga, en 1996. Y aunque el número total de jugadores estadounidenses ha subido desde 1996, gracias a la expansión de la liga MLS, los minutos que esos hombres juegan están muy por abajo, y solo un tercio de los titulares de los 12 equipos que llegaron a los playoffs la temporada pasada son elegibles para jugar para el equipo nacional de EE.UU.

Cuando México se preocupó por el poco tiempo que jugaba su talento local en la liga nacional y la manera que afectaba al equipo nacional, aprobó una regla que requiere un mínimo de minutos para jugadores jóvenes y otro que requiere una cuota de jugadores mexicanos en cada partido.

La MLS ha ido en dirección opuesta, contratando y dando más minutos a jugadores nacidos en el extranjero. Esa es una tendencia que el fútbol de EE.UU., el órgano rector del deporte en el país, necesita corregir, dijo Arena.

A pesar de todo eso, Arena cree que el potencial futbolístico en Estados Unidos sigue siendo excelente. Pero, sin una reforma significativa, continuará dando vueltas.

“Si no hacemos cambios”, dijo, “no iremos a ninguna parte”.

Es una llamada de atención que necesita tomarse en cuenta ya que proviene del entrenador más exitoso en la historia de la MLS y de US Soccer, un hombre que llevó al equipo nacional a su máximas alturas (los cuartos de final de la Copa del Mundo en 2002)y su mínimo más bajo (la falla de calificación en 2017). Sin embargo, es un examen que puede haberse retrasado al menos un año si se hubiera producido otra revelación en el libro de Arena.

La U.S. Soccer planeó despedir a Juergen Klinsmann como entrenador y reemplazarlo con Arena en abril de 2016, escribe el entrenador, meses antes del comienzo de la fase final de la clasificación para la Copa Mundial. El día en que se resolvieron los detalles del contrato, Dan Flynn, director ejecutivo de fútbol de EE.UU, fue trasladado al hospital para una cirugía de trasplante de corazón y las negociaciones nunca se llevaron a cabo.

“Fue un trato hecho hasta que Dan se fue”, dijo Arena, quien finalizó la temporada de la MLS con el Galaxy, mientras que Klinsmann permaneció como entrenador del equipo de EE.UU.

Cuando los estadounidenses perdieron sus primeras dos eliminatorias, Arena fue incorporado, momento en que el equipo estaba en un hoyo de 0-2 con ocho juegos restantes, un déficit que nunca logró corregir por completo.

“Con toda honestidad”, dijo Arena, “creo que si me hubiera incorporado en abril, habría sido muchísimo más fácil para nosotros clasificar para un Mundial”.

Tal vez. Pero el libro no hubiera sido tan bueno.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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