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Según un informe federal el 2018 fue el peor año en incendios de California

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Ningún estado tuvo una situación tan difícil con los incendios forestales como California el año pasado, confirmó un informe federal publicado esta semana.

Según el resumen estadístico de fin de año del National Interagency Coordination Center, más de 1.8 millones de acres de California fueron incendiados por fuegos forestales en 2018, superando el total de 1.3 millones del año anterior, dijeron las autoridades.

“Esto es el índice más alto en la historia registrada de California”, dijo Scott McLean, portavoz del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios del estado.

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Más de 100 personas murieron y 17.000 hogares y 700 negocios fueron destruidos en un estado donde los incendios se consideran parte de las temporadas anuales. Las cuadrillas de bomberos respondieron a más de 8.000 incendios el año pasado.

“Es una cantidad alarmante, pero según lo que he visto en el último año, ya no lo es”, dijo McLean. “Es lo que se ha estado viviendo”.

La última vez que California tuvo tantos acres quemados en comparación con otro estado de la nación fue en 2003, cuando una serie de incendios provocaron la muerte de docenas y quemaron más de 750.000 acres en cuestión de semanas.

El incendio de Carr, a fines de julio del año pasado, en los condados de Shasta y Trinity mató a ocho personas y quemó 230.000 acres, mientras que, al mismo tiempo, el incendio de Mendocino Complex y un par de incendios en los condados de Lake y Mendocino, consumió 459.000 acres y mató a un bombero. Este último fue también el mayor incendio en la historia del estado.

Luego, a principios de noviembre, se desató el incendio de Woolsey en los condados de Ventura y Los Ángeles, mientras miles de residentes del norte de California en Paradise huían por el incendio del Camp Fire, una tormenta de fuego que mató a 85 personas el mismo día.

Esos dos incendios quemaron un total de 250.000 acres y destruyeron la mayoría de las casas que se perdieron en California el año pasado.

Según el informe, cerca de la mitad de los acres quemados en el estado en 2018 estaban en tierras federales y el resto en una mezcla de tierras privadas, del condado y del estado. California representó el 21% de todos los acres quemados en Estados Unidos el año pasado.

Los bomberos dijeron que las llamas más devastadoras tuvieron un comportamiento extremo, las tormentas de brasas impulsadas por el viento crearon focos de incendios más allá de las líneas defensivas y, en el caso del incendio de Carr, un “tornado de fuego” que encendió objetos que se elevaban en el aire.

Los fuegos fueron avivados por el viento y se alimentaron de arbustos y árboles secos que quedaban de años de severa sequía. El invierno húmedo de este año está provocando que crezca mayor número de vegetación la cual se convertirá en más combustible, dijo McLean.

Con ese fin, las agencias federales y estatales de bomberos han dicho que están redoblando sus esfuerzos para reducir la amenaza de incendios forestales en California a través de zonas quemadas y tratamientos prescritos. En un informe publicado esta semana, Cal Fire enumeró docenas de proyectos de manejo forestal que desea completar en torno a comunidades vulnerables en las estribaciones y montañas para evitar el próximo Paradise o Santa Rosa.

“Una vez que hayamos completado estos proyectos les daremos continuidad”, dijo McLean. “Este programa tiene que continuar para siempre. Es un proceso permanente de aquí en adelante”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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