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Reciben billonarios dosis de realidad en conferencia: reformar el capitalismo o enfrentar la revolución

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El ambiente de incongruencia que impregnó la Conferencia Global del Instituto Milken de esta semana fue prácticamente palpable.

La reunión de multimillonarios, gerentes de fondos de cobertura y otros profesionales de la industria financiera que se reunieron en el hotel Beverly Hilton tuvo en gran medida un objetivo particular: cómo aumentar el rendimiento de sus inversiones.

Pero mientras que los 5.000 asistentes pudieron personarse en sesiones sobre el estado de los mercados de capital, escuchar a la presidenta del Fondo Monetario Internacional y entablar conversaciones con algunos de los inversores más inteligentes del mundo, todo se redujo a una amarga dosis de realidad.

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Si las barricadas no se han erigido en las calles, se les dijo varias veces, podrían verlo pronto a menos que haya una reforma del sistema económico estadounidense.

“No se trata de si debemos ser capitalistas o socialistas, se trata de qué manera nos aseguramos de que el capitalismo funcione como lo hizo en el pasado”, dijo Alan Schwartz, socio gerente de la firma de inversión global Guggenheim Partners, quien advirtió sobre la “guerra de clases”.

Señaló que los sueldos y salarios que representan un porcentaje de la economía está en su nivel más bajo -40 porciento- comparado con el mínimo de la posguerra, lo que provoca una mentalidad que pide “expulsar a los ricos” y requiere algún tipo de redistribución de ingresos para evitarlo.

Las graves advertencias se reflejaron en el tema de la conferencia ‘Driving Shared Prosperity’ (conducir a la prosperidad compartida) y en una serie de mesas redondas que no olvidaron que los miembros del 1% estaban en la audiencia.

Durante las sesiones del pasado miércoles consideraron un importante tema, “el futuro del sistema de libre empresa”. El panel fue organizado por el fundador del Instituto y filántropo multimillonario de Los Ángeles, Michael Milken, y presentó un debate sobre la amenaza del cambio climático y la creciente popularidad del socialismo entre los jóvenes.

Milken dijo a la audiencia que existe preocupación por el sistema de libre empresa: “Obviamente no está funcionando para todos”.

Kerry Healey, presidente de Babson College, una escuela suburbana de Boston con una alta calificación por su educación para el emprendimiento, habló sobre el movimiento del “capitalismo consciente”, que plantea que las empresas necesitan un propósito más alto que el dinero.

“Estamos tratando de cambiar los sentimientos de las personas sobre el capitalismo”, dijo.

Niall Ferguson, miembro principal de la conservadora Institución Hoover, en la Universidad de Stanford, dijo que cuando los jóvenes dicen que están a favor del socialismo, lo que realmente quieren decir es simplemente que quieren un papel más importante para el gobierno.

“Hay evidencia de que realmente no saben qué es el socialismo”, dijo, señalando cómo sus estudiantes parecen admirar las democracias sociales de Europa, que aún son capitalistas.

Sin embargo, antes de este evento había ya un complemento para “Ned’s Club” en Washington, DC, una división de élite para la apertura de la cadena SoHo House el próximo año, ubicado en el mismo complejo de edificios donde el Instituto Milken está construyendo su Centro para el Sueño Americano, una oda al capitalismo.

El video promocional de la ubicación, existente en Londres, mostró una exhibición opulenta de buena comida y diversión que fue discordante en medio de toda la charla sobre el inminente destino. Pero, ¿dónde es mejor prosperar para los miembros que en la conferencia?.

Este fue el vigésimo segundo año en que el Instituto organizó el evento, que contó con más de 100 paneles públicos sobre una gran cantidad de temas que concuerdan con el interés de investigación del Instituto, que busca soluciones de mercado libre para diversos desafíos.

Los temas ofrecidos por el panel del pasado miércoles, el último día de la conferencia, incluyeron discusiones sobre la tecnología ‘blockchain’, la diabetes y la obesidad, el aprovechamiento del microbioma para tratar enfermedades y la inteligencia artificial.

Fue revelador que Milken fungió como anfitrión de la última discusión de la conferencia, titulada “Manteniendo vivo el sueño americano”, con Ray Dalio, quien convirtió a su Bridgewater Associates en uno de los fondos de cobertura más grandes del mundo con unos $150 mil millones.

Tan sólo el año pasado, Dalio, reportó $2 mil millones y tiene un patrimonio neto estimado que supera los $18 mil millones, lo que lo convierte en la persona más rica número 25 en el país, según Forbes.

El mes pasado despertó el interés con una publicación en LinkedIn donde advirtió que a menos que se reforme el sistema económico estadounidense de manera que el pastel de la economía se divida y crezca bien, el país está en peligro de vivir un “gran conflicto y alguna forma de revolución que perjudicará más y reducirá el pastel”.

Regresó a ese tema en su discurso, afirmando que la falta de crecimiento de los ingresos entre el 60% más pobre de la población había llevado a una pérdida de esperanza reflejada en el aumento de las tasas de mortalidad relacionadas con los suicidios y el abuso de opiáceos.

Dalio contrastó eso con los años de la Nueva Frontera de la Administración Kennedy, cuando la nación pensó que podía eliminar la pobreza y establecer una meta para alcanzar la luna. “Creo que esa es la magia de Estados Unidos y la estamos perdiendo”, dijo.

Fue difícil decir si surgió alguna solución concreta integral de la discusión, aunque Milken parecía tener sus propios pensamientos con matices políticos.

En medio del feroz debate que se vive hoy sobre la inmigración, concluyó la conferencia con extractos del último discurso de Ronald Reagan en la Casa Blanca en 1989, que consideraba a los inmigrantes como fundamentales para renovar el Sueño Americano.

“Si alguna vez cerramos la puerta a nuevos estadounidenses, nuestro liderazgo en el mundo pronto se perderá”, dijo Reagan en el video, que terminó en un aplauso general.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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