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¿Por qué los migrantes enferman o mueren en la frontera?

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En días recientes, imágenes de las condiciones miserables que enfrentan los migrantes en poder de la Patrulla Fronteriza fueron dadas a conocer por un miembro del Congreso, inspectores del gobierno federal y grupos de activistas.

Mientras tanto, la Patrulla Fronteriza informó sobre la muerte de otros indocumentados en custodia e inició una investigación acerca de un grupo privado de Facebook supuestamente utilizado por agentes para hacer publicaciones obscenas y racistas, e incluso burlarse de las muertes de quienes quieren cruzar la frontera de manera ilegal.

El domingo, el presidente Trump tuiteó que las versiones en los medios de comunicación -muchas de los cuales se basan en imágenes y descripciones de inspectores federales y funcionarios electos- son “falsas y exageradas”.

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La cantidad de controversias crece en espiral a medida que también aumenta el hacinamiento en la frontera. A continuación, un compendio de preguntas sobre los últimos desarrollos:

¿Qué tan malas son las condiciones en las áreas de retención de migrantes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos?

La semana pasada, los investigadores de la oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional emitieron un informe mordaz citando “hacinamiento peligroso” en las cárceles temporales de la Patrulla Fronteriza que visitaron, en el Valle de Río Grande de Texas, el mes pasado.

Los centros de detención se construyeron para albergar a los migrantes antes de ser transferidos a Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para su liberación o detención a largo plazo. Pero a medida que las instalaciones de ICE se llenaron se generó un retraso, dijeron los funcionarios.

El nuevo informe afirma que la Patrulla Fronteriza retuvo a los migrantes hasta por un mes sin suficiente alimento, falta de higiene y sin espacio de lavandería, algo que requería “atención y acción inmediata”. Los investigadores incluyeron fotos de inmigrantes con letreros hechos a mano en las ventanas de las celdas, que detallaban cuánto tiempo habían estado allí y suplicaban por ayuda.

Los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos señalaron que sus centros de detención se colmaron con los casi 600.000 migrantes que llegaron a la frontera desde que comenzó el año fiscal, en octubre, y que ahora están expandiendo sus espacios de retención a centros temporales con tiendas de campaña en el Valle de Río Grande para aliviar la aglomeración. Funcionarios de la Patrulla Fronteriza también prometieron mejorar los servicios médicos. Se comprometieron a algo similar después de que la oficina del inspector general publicó un informe crítico, en mayo, sobre el hacinamiento en los centros de detención en El Paso.

Ese mes, el gobierno federal informó que más de 144.000 migrantes llegaron a la frontera con México, un máximo mensual en 13 años; muchos de ellos son familias que buscan asilo.

Los estándares de bienestar infantil para los migrantes detenidos se rigen por los términos del Acuerdo de Flores, un convenio judicial federal de 1997. La Patrulla Fronteriza debe permitir que los abogados, médicos y otros monitores visiten y entrevisten a los niños bajo su custodia, tal como se hizo el mes pasado en el sur de Texas.

Posteriormente, los abogados que representan a los niños migrantes solicitaron que un magistrado federal de Los Ángeles emitiera una orden de restricción temporal que obligara al gobierno a permitir la inspección de las instalaciones y la contratación de profesionales médicos para ellas. El 28 de junio, la jueza Dolly Gee dictaminó que los legistas del gobierno y de los menores migrantes deben asistir a la mediación con un monitor independiente para garantizar que la administración Trump cumpla con las normas de detención del Acuerdo de Flores. La magistrada les dio hasta el viernes para presentar un informe sobre lo que acordaron hacer para abordar las condiciones de los pequeños detenidos.

¿Por qué los inmigrantes se enferman mientras están detenidos?

Funcionarios de la Patrulla Fronteriza reportaron brotes recientes de varicela, gripe, sarampión y paperas en sus centros de detención. Dicen que, al llegar, examinan médicamente a todos los niños migrantes y que algunos ya están enfermos.

En el Valle de Río Grande, el tramo fronterizo con más cruces, los agentes precisaron que el mes pasado trasladaron más de 30 migrantes diariamente para darles atención en hospitales. Los que estaban bajo sospecha de estar enfermos fueron puestos en cuarentena en una estación de la Patrulla Fronteriza en Weslaco, Texas. Al menos un migrante guatemalteco, de 16 años, murió luego de ser diagnosticado con gripe y puesto en cuarentena en Weslaco.

Los defensores que visitaron a los migrantes allí el mes pasado sostienen que la Patrulla Fronteriza podría hacer más para prevenir la propagación de las enfermedades.

Durante una recorrida, a fines de junio, por el centro de detención de migrantes más grande en la frontera en McAllen, Texas, la supervisora de la Patrulla Fronteriza, Carmen Qualia, aseguró que se habían quedado sin dinero para alojar a los migrantes desde varios meses antes.

Diseñado para albergar a 2.500, el almacén renovado a menudo estaba abarrotado de gente y agotó su presupuesto anual -de $12.5 millones- en abril, para el año fiscal que termina en septiembre.

“Esta es la consecuencia”, afirmó Qualia, señalando celdas llenas de hombres migrantes que, según dijo, habían estado recluidos durante varios días. “Esto es mucho más de lo que habíamos anticipado”.

Entre los detenidos había niños arribados a la frontera sin un adulto. Según la ley, se supone que dichos menores deben ser transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) para ser ubicados en refugios dentro de las 72 horas, pero cientos de ellos fueron retenidos por más tiempo en McAllen porque el HHS no los estaba trasladando lo suficientemente rápido a los albergues, detalló Qualia.

¿La Patrulla Fronteriza brinda a los migrantes alimentos, agua, jabón, medicamentos y otras necesidades básicas?

Hope Frye, una abogada de inmigración con sede en San Francisco, dijo que muchos de los niños que vio en el centro de detención de la Patrulla Fronteriza en McAllen el mes pasado no habían sido alimentados, lavados o examinados médicamente, y que estaban enfermos con lo que parecía ser gripe.

Qualia afirmó que la Patrulla Fronteriza recientemente agregó personal médico para ayudar al cuidado de los pequeños en el centro de detención de McAllen. Señaló las duchas y baños, donde dijo que los niños tienen prioridad. Expuso que los migrantes reciben tres comidas al día, además de bocadillos, como manzanas y galletas, que se almacenan fuera de sus celdas.

Frye comentó que también vio condiciones insalubres, por ejemplo a madres -como una niña de 17 años, con un recién nacido prematuro- obligadas a alimentar a sus hijos con biberones sin lavar. Además vio niños con manchas de vómito, sin acceso a agua ni baños.

Frye expuso que los médicos y otros monitores deben estar apostados en las áreas de detención de la Patrulla Fronteriza para garantizar que los menores estén sanos y no permanezcan detenidos por más de 72 horas. “Todos los chicos necesitan un examen médico real, comidas balanceadas con suficientes calorías. Tan pronto como se hace eso, mejora la salud general”, dijo.

¿Cuántos migrantes murieron bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza este año, o fueron hallados sin vida después de intentar cruzar a Estados Unidos?

La Patrulla Fronteriza no hace público el total acumulado, pero una revisión de las declaraciones de la agencia muestra que al menos nueve migrantes han muerto bajo su custodia desde que comenzó el año fiscal, en octubre pasado, incluidos tres niños. Tres menores más murieron después de ser transferidos de la Patrulla Fronteriza a la custodia del HHS.

El año fiscal pasado, la Patrulla Fronteriza reportó 283 decesos a lo largo de la frontera, en comparación con un máximo de 492 en 2005. Pero como la Patrulla Fronteriza sólo rastrea las muertes de migrantes a las que responde, los defensores de los inmigrantes exponen que el número real es mucho mayor.

La entidad sin fines de lucro Missing Migrants Project reportó 442 fallecimientos de migrantes desde enero hasta julio de 2018. En lo que va del año, el grupo de defensa ha informado 181 muertes en la frontera de EE.UU y México.

El mes pasado, los oficiales de la Patrulla Fronteriza recuperaron los cuerpos de una mujer guatemalteca, su hijo pequeño y otros dos menores en las orillas de Río Grande, en Texas, mientras que agentes mexicanos al otro lado del río, en Matamoros, encontraron el cuerpo de un padre salvadoreño y su hija de dos años. Los guardias de la Patrulla Fronteriza buscaban la semana pasada a otra niña de dos años que se perdió mientras cruzaba las aguas cerca de Del Río, Texas, con su madre, una inmigrante haitiana.

¿Qué ha hecho la administración Trump para aliviar el hacinamiento en las áreas de retención de migrantes y refugios?

En el Valle de Río Grande, la Patrulla Fronteriza recientemente construyó tiendas de campaña en las estaciones de McAllen y Rio Grande City, así como una carpa masiva para albergar a 1.000 inmigrantes en Donna, Texas, que se ampliará para dar refugio a otros 500.

En El Paso está prevista la apertura de un centro de detención grande -similar al de McAllen- el próximo mes, para 800 inmigrantes.

Además, el HHS amplió el espacio de refugio para los niños migrantes transferidos a su cuidado por la Patrulla Fronteriza. La agencia agregó un albergue en Homestead, Florida, para 2.400 jóvenes inmigrantes a principios de este año, un refugio de emergencia para 1.600 en un complejo de viviendas para ex trabajadores de campos petroleros en el sur de Texas, y planea agregar otro para 1.400 personas en Fort Sill, Oklahoma, este verano.

¿Qué está haciendo el Congreso?

El Congreso ha aprobado $4.6 mil millones en fondos adicionales para la frontera, pero no está claro si eso mejorará las condiciones de detención de migrantes.

La semana pasada, legisladores demócratas en el Congreso, incluyendo a los representantes Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y), Joaquín Castro (D-Texas) y Pete Aguilar (D-Redlands), visitaron el centro de detención de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, en las afueras de El Paso.

Según los legisladores, durante el recorrido, los agentes de la Patrulla Fronteriza se burlaron de ellos, intentaron confiscar sus teléfonos celulares y se negaron a darles acceso a los detenidos. Ocasio-Cortez logró hablar con algunos inmigrantes, que le dijeron que estaban separados de sus hijos y eran obligados a beber de los inodoros. Castro, presidente del Comité Hispano del Congreso, ingresó de contrabando un teléfono celular y luego publicó fotos y videos en línea de migrantes detenidos y amontonados en sacos de dormir, en celdas de concreto.

“Nuestro sistema de patrulla fronteriza está quebrantado. Y parte de la razón por la que permanece así es porque se mantiene en secreto”, escribió Castro en Twitter. “El pueblo estadounidense debe enterarse qué se está llevando a cabo en su nombre”.

La visita ocurrió el mismo día en que ProPublica informó que un grupo privado de Facebook -supuestamente manejado por agentes de la Patrulla Fronteriza- había sido utilizado para denigrar a inmigrantes y defensores de estos, incluida Ocasio-Cortez. Funcionarios de la Patrulla Fronteriza afirmaron que están investigando el tema. CNN, por su parte, informó que aparentemente los agentes de la Patrulla Fronteriza utilizaban otra página de Facebook para bromear acerca de la detención y separación de las familias migrantes.

El jefe interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, y el jefe de la Patrulla Fronteriza, Mark Morgan, fueron convocados a testificar en una audiencia ante el Congreso, el viernes, sobre el trato que reciben los niños migrantes en la frontera.

Clara Long, investigadora principal de Human Rights Watch que documentó el deterioro de las condiciones el mes pasado, también planea declarar ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, “para brindarles nuevas vías de investigación”. Long indicó que, a pesar de los recorridos de la Patrulla Fronteriza con los legisladores y medios de comunicación, “no hay razón para pensar que las condiciones han mejorado. El problema no está resuelto”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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