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Patólogo es acusado por la extracción de órganos y tejidos infantiles en autopsias

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Un médico de San Diego cuya empresa fue contratada como forense en Texas fue demandado por extraer órganos del cuerpo de niños fallecidos, no por razones médicas sino para mejorar sus perspectivas de investigación.

La demanda acusa al Dr. Evan Matshes de practicar la medicina en el estado de Texas sin licencia. También afirma que él y su compañía, NAAG Pathology Labs PC, de San Diego, despidieron a los empleados que se quejaban de las prácticas.

Matshes se negó a discutir las acusaciones en el litigio. Su compañía emitió declaraciones en las que rechazó que Matshes, la firma o su jefe médico forense, el Dr. Sam Andrews, hubieran hecho algo ilegal.

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Según la empresa, la demanda fue impulsada por exempleados y otros, que carecen de experiencia médica. “Negamos firmemente que NAAG Pathology Labs o el Dr. Andrews hayan actuado de manera contraria a los mejores intereses de los usuarios”, remarca la declaración. “Confiamos en que seremos exonerados de todos los reclamos por irregularidades”.

La policía estatal de los Texas Rangers está investigando las denuncias formuladas en la querella, presentada por Tita Senee Graves, indicó un fiscal del condado de Lubbock.

Graves, quien es técnica médico de profesión, consiguió trabajo en la Oficina del Médico Forense del Condado de Lubbock en 2015, después de haber sido durante décadas técnica de rayos X en un laboratorio privado.

Según la demanda, fue despedida el pasado 17 de enero, después de que ella y otras personas en la oficina forense cuestionaran el modo de actuar de Matshes con los cuerpos de los niños fallecidos.

La mujer presentó una demanda el pasado 20 de febrero, en el 72º Tribunal de Distrito en el condado de Lubbock. “La Sra. Graves y el resto del personal se vieron afectados por las autopsias de los niños”, afirma la querella. “La recolección innecesaria de partes del cuerpo para los intereses de investigación personales de un patólogo les pareció un accionar equivocado”.

NAAG Pathology Labs es una empresa privada con sede en Sorrento Valley, y la mayor parte de su trabajo en Texas es realizado por aproximadamente 10 empleados, en el condado de Lubbock. Realiza autopsias y otros servicios médicos en Estados Unidos y otros países.

La empresa destacó que no efectúa ninguna investigación médica. Matshes posee una segunda firma, llamada National Autopsy Assay Group, que proporciona análisis independientes de tejidos y órganos.

En el condado de Lubbock, los servicios de médicos forenses fueron consignados a contratistas privados por años.

NAAG Pathology Labs asumió el departamento de forma interina en agosto pasado, luego de que un exmédico forense dejara el cargo, según la querella. El acuerdo fue revisado en octubre pasado, y Andrews fue designado entonces jefe médico forense.

En poco tiempo, según la querella, durante las autopsias NAAG comenzó a extraer más tejido humano del necesario para determinar las causas de fallecimiento.

“El Dr. Matshes dijo que quería recolectar más tejidos en las autopsias de lo que se había hecho en el pasado porque lo necesitaba para su ‘investigación’”, afirma la demanda. “El nuevo protocolo requería la extirpación del cerebro, los ojos, la médula espinal, el cuello posterior, incluidas las vértebras, el corazón y los pulmones de los niños”.

Matshes, quien vive en San Diego y viaja al condado de Lubbock por trabajo, realizó dos procedimientos frente a sus empleados, a pesar de que no estaba calificado para hacerlo en el estado de Texas, explica la demanda. “El Dr. Matshes declaró que actuaba como un ‘técnico’, no como médico, ya que no tenía licencia para ejercer la medicina en Texas”, señala la demanda. “El Dr. Matshes hizo las incisiones y extrajo los órganos él mismo, mientras que el Dr. Andrews observaba junto con el personal”.

La compañía señaló que no hay nada impropio en retirar los órganos de fallecidos, cuyas muertes están bajo investigación criminal. También remarcó que el procedimiento no requiere de licencia médica.

“El Dr. Matshes no practicó la medicina durante el procedimiento mencionado en la demanda”, afirma el comunicado.

Según NAAG Pathology Labs, la demanda y las quejas relacionadas ante los Texas Rangers y la junta médica estatal son resultado de la falta de experiencia de la gente que interpuso la demanda.

“Está claro que algunos de los empleados, que no eran médicos o patólogos, no entendieron el proceso exhaustivo necesario para una autopsia que luego podría ser impugnada en los tribunales”, consideró la compañía. “El Dr. Andrews envía algunos artículos al laboratorio de San Diego porque algunos conocimientos específicos no están disponibles en Lubbock”.

De acuerdo con cartas que Matshes y Andrews enviaron al juez del condado de Lubbock, Curtis Parrish, antes de que se presentara la demanda, las alegaciones estaban políticamente motivadas por un nuevo comisionado del condado que se oponía a los cambios implementados por NAAG Pathology Labs para profesionalizar el departamento. “Es una expectativa fundamental que yo, como patólogo forense en el rol de su jefe médico forense designado, esté libre de influencia política, lo cual incluye estar libre de temor por mi seguridad personal y la seguridad de mi personal, y libre de temor de cualquier forma de represalia”, escribió Andrews.

Barron Slack, de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Lubbock, se negó a comentar sobre la demanda. Su oficina esperará los resultados de la investigación criminal de los Texas Rangers sobre las denuncias, antes de decidir los pasos a seguir, explicó.

Matshes obtuvo su título de médico en la Universidad de Saskatchewan, en Saskatoon, Canadá, en 2004. Fue licenciado por el Consejo Médico de California en mayo de 2017 y matriculado en Texas antes de 2013. Su solicitud para una nueva licencia allí está pendiente.

Andrews posee una licencia válida de la Junta Médica de Texas.

Matshes tuvo problemas de rendimiento en Canadá, donde también trabajó como médico forense antes de fundar NAAG Pathology Labs. Según un comunicado de prensa de 2012 del Ministerio de Justicia y Procurador General de Alberta, el trabajo realizado por Matshes en la Oficina Forense de Alberta no cumplía con los estándares profesionales.

“El panel consideró que las conclusiones a las que llegó el Dr. Matshes no eran razonables con respecto a la causa de la muerte, la forma de muerte y/u otras opiniones”, estableció el comunicado.

Matshes disputó esos argumentos y demandó por hasta $30 millones por daños a su reputación. El caso está en curso en un tribunal de Alberta.

En la demanda en el condado de Lubbock, en Austin, Texas, el abogado Kevin Glasheen dijo que su cliente, Graves, se sintió muy perturbada por los nuevos protocolos impuestos por NAAG Pathology Labs, cuando llegó la orden a la oficina forense.

El condado de Lubbock, que también brinda servicios de patología a otros 20 condados rurales en el oeste de Texas, tiene un historial problemático vinculado a su oficina forense.

A principios de la década de 1990, el entonces Dr. Ralph Erdmann fue acusado de falsificar registros, destruir muestras de sangre, extraviar algunas partes del cuerpo y realizar autopsias “hechas a pedido” que favorecerían versiones de eventos postulados por la policía.

El médico no disputó siete de los delitos graves y recibió una sentencia de libertad condicional de 10 años, aceptó además, entregar su licencia médica.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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