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Mujer de Costa Mesa sufre secuestro durante un safari en Uganda

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Una mujer de Costa Mesa que estaba de vacaciones en Uganda es una de las dos personas secuestradas por un grupo de hombres armados, que exigieron un rescate de $500.000 para su liberación.

Kimberly Sue Endicott se encontraba en una excursión nocturna en el Parque Nacional de la Reina Isabel, el pasado martes, cuando ella y el guía principal, que conducía el vehículo, fueron secuestrados a punta de pistola, según un comunicado de la policía de Uganda.

Una pareja mayor pudo salir del vehículo de manera segura y fue rescatada después de contactar a un administrador del campamento, a quien le contaron sobre la terrible experiencia.

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Los secuestradores exigieron un rescate de $500.000, que la policía cree fue la razón del secuestro, indicó el comunicado. Para efectuar el pedido utilizaron el teléfono celular de una de las víctima.

La pandilla armada realizó frecuentes pedidos de rescate, pero la policía aseguró que este no se pagará. “[Los secuestradores] continúan usando los teléfonos celulares de las víctimas para llamar al albergue en el que se alojaban y piden un rescate de $500.000, que no ofreceremos”, remarcó la vocera adjunta de la policía de Uganda, Polly Namaye.

Según la funcionaria, la policía y otras agencias de seguridad trabajan con la embajada estadounidense en Kampala, la capital ugandesa, para tratar de liberar a los rehenes quienes, para la policía, todavía estarían en el país.

“La Embajada de EE.UU tiene conocimiento de que una ciudadana estadounidense fue secuestrada en el área de Ishasha, del Parque Nacional de la Reina Isabel, en el suroeste de Uganda, el 2 de abril de 2019”, según un comunicado en el sitio web de la entidad. “Las fuerzas de seguridad del gobierno ugandés están actuando en la zona”.

También se emitió una alerta de seguridad para los ciudadanos estadounidenses, a quienes se les insta a evitar el área de Ishasha. Todas las zonas de salida en la frontera entre Uganda y la República Democrática del Congo están cerradas en medio de la búsqueda de las víctimas desaparecidas, así como de los atacantes, según el comunicado.

En medio del intenso rastreo, una amiga preocupada le dijo a KTLA en días pasados que el sueño de toda la vida de Endicott era ir de safari a África para ver gorilas. “Sé que estuvo planeando este viaje por mucho tiempo, porque es algo que siempre había querido hacer”, dijo Pam López. “Este siempre fue un gran viaje que ella deseaba hacer”.

López afirmó que no veía a Endicott desde la tercera semana de marzo y a quien conoce como esteticista, pero sabía que estaba de viaje y había estado monitoreando su travesía a través de Instagram. “Ella publicó fotos de su viaje hasta, creo que hace dos días; eso fue el pasado martes, día que al parecer fue secuestrada”, consideró la mujer. Además señaló que la víctima estaba muy dedicada a su trabajo y que no viajaba con frecuencia.

Endicott, aproximadamente de 55 años de edad, tiene una hija y una nieta en el sur de California, según López, quien no sabe si la familia está al tanto del secuestro. “Honestamente, no sé qué pensar. Todavía estoy tratando de procesarlo”, aseguró, y añadió que Endicott había publicado una foto en Instagram de cuatro soldados armados que custodiaban el grupo. “Estoy segura de que se sentía a salvo”, reflexionó. “Simplemente no puedo ni imaginar lo que le está sucediendo ahora”.

Uganda registró un aumento en los casos de secuestros el año pasado, lo cual desató protestas callejeras de activistas que afirman que las agencias de seguridad no hacen lo suficiente para proteger a los residentes.

La noticia de este hecho podría afectar al sector turístico de Uganda, que es una de sus fuentes de ingresos extranjeros más importantes. En 2016, el país ganó $1.370 millones gracias a esa actividad, según la Oficina de Estadísticas de Uganda.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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