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Desde autos hasta aguacates, los consumidores tendrán que pagar el precio de los aranceles que impuso Trump a México

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Gracias a México, los compradores estadounidenses esperan encontrar productos asequibles en el supermercado, y las compañías de Estados Unidos se han vuelto más dependientes de la mano de obra barata al sur de la frontera.

Pero si el presidente Trump implementa una escalada paulatina en los aranceles a las importaciones desde México como represalia por la inmigración indocumentada, los costos para los clientes y negocios de Estados Unidos podrían aumentar.

El impacto se podría sentir desde los supermercados hasta los concesionarios de automóviles u otros, especialmente en California, el estado más poblado de la nación.

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“México es uno de los socios comerciales más grandes de California”, dijo Jerry Nickelsburg, director de Anderson Forecast en UCLA. “Nuestras dos economías están altamente integradas”.

Trump dijo que a partir del 10 de junio se aplicará un arancel del 5% a todos los productos mexicanos que ingresan a Estados Unidos “hasta que México detenga sustancialmente el ingreso ilegal de extranjeros que transitan a través de su territorio”. El porcentaje incrementaría a un 10% el 1 de julio y hasta un 25% en octubre, dijo.

Si los aranceles se promulgan y se expanden más allá del 5%, dicen los expertos, California en particular sentiría las consecuencias. Si México tomara represalias, muchas compañías del llamado Golden State sufrirían: la república mexicana es el principal destino de exportación de California, representando el 16.6% de los envíos totales de mercancías del estado.

El precio del producto

Los aranceles podrían tener un efecto significativo en la agricultura, ya que las frutas, nueces y verduras se mueven a través de la frontera durante todo el año.

Estados Unidos importó $26 mil millones en productos agrícolas de México, el año pasado, incluidos $5.9 mil millones en vegetales frescos y $5.8 mil millones en frutas frescas, según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos. A su vez, las exportaciones estadounidenses de productos agrícolas a México totalizaron $20 mil millones.

Un arancel del 25% sobre los productos mexicanos podría costar a los consumidores estadounidenses de esos productos, como los aguacates y mangos, 3 mil millones de dólares anuales, advirtió la Asociación de Productos Frescos de las Américas, un grupo comercial que representa a las empresas estadounidenses que participan en la importación, transporte y venta de frutas y verduras cultivadas en México.

“Los californianos y los angelinos aman nuestros aguacates”, dijo Stephen Cheung, presidente del World Trade Center de Los Ángeles. “Importamos muchos aguacates de México. El precio subirá, y los restaurantes tendrán que considerar si subir el precio de las hamburguesas o el guacamole”.

Los espárragos también podrían verse afectados. Los espárragos que se cultivan en México representan el 55%, o $426 millones, de lo que se encuentra en las tiendas de Estados Unidos, según un informe de la consultora de gestión A.T. Kearney sobre el efecto en el comercio minorista estadounidense del TLCAN que se realizó en colaboración con el Food Marketing Institute, la National Retail Federation y la Retail Industry Leaders Assn.

Las granjas en California, Washington, Michigan y otros estados producen sólo el 10% del suministro actual de espárragos, y los menores costos de producción en México han hecho que las verduras sean más asequibles para los compradores estadounidenses, según el informe.

“Si los $426 millones en espárragos que importamos de México están sujetos a un arancel del 25%, estamos hablando de un aumento sustancial en su precio”, dijo David French, vicepresidente de relaciones gubernamentales de la National Retail Federation.

En 2017, México ocupó el quinto lugar entre los destinos de exportación agrícola de California, según un informe del Departamento de Alimentos y Agricultura del estado. Los productos lácteos encabezaron la lista ese año con $447.5 millones en exportaciones, seguidos de uvas frescas y tomates procesados.

Aumento de costos automotrices

No es raro que las autopartes crucen la frontera de EE.UU con México varias veces cuando los vehículos se dirigen hacia el ensamblaje final, lo que significa que una tarifa potencial podría imponerse varias veces sobre el mismo producto, dijeron expertos de la industria. Los vehículos fabricados en México a menudo contienen subcomponentes, como la electrónica, que se fabrican en California, dijo Jock O’Connell, el asesor de comercio internacional de la firma de consultoría e investigación Beacon Economics.

“Hay una gran cantidad de producción compartida entre EE.UU y México”, dijo.

Varios fabricantes de automóviles, incluidos General Motors Co., Volkswagen y Nissan Motor Co., tienen instalaciones de producción en México. GM, por ejemplo, produce vehículos como los camiones Chevy Silverado y GMC Sierra en México, dijo Jessica Caldwell, directora ejecutiva de análisis de la industria en Edmunds. VW produce Jettas, Golfs y Tiguans allí. Los productores de autos establecieron fábricas en México en gran parte debido al acuerdo de libre comercio entre los países, dijo.

Al menos el 14% de los vehículos vendidos en EE.UU se produjeron en México, según los cálculos del año pasado de Edmunds. El grupo comercial Alliance of Automobile Manufacturers dijo en un comunicado el viernes que su industria dependía de la “cadena de suministro de América del Norte y el comercio transfronterizo para seguir siendo competitivos a nivel mundial”.

“La idea de México para estas empresas es realmente importante porque es donde ponen las raíces de sus negocios pensando que habría libre comercio en todos los ámbitos”, dijo Caldwell. “Y por supuesto, esto pone en peligro esa idea”.

Para GM, las camionetas Silverado y Sierra son especialmente vitales porque el fabricante de automóviles puede beneficiarse más de una camioneta que de un vehículo más pequeño, dijo.

Los aranceles potenciales se producen durante un momento particularmente difícil para los fabricantes de automóviles, ya que muchos están recortando y tratando de trazar sus futuros a medida que la industria mira hacia los vehículos eléctricos, los autos autónomos y los nuevos aspectos económicos de la conducción.

“Considero que esto es realmente peligroso para la industria automotriz en general”, dijo Caldwell sobre las tarifas. “Es realmente difícil para ellos absorber una pérdida financiera que es mayor de lo que el mercado ya está lidiando de forma natural”.

Gadgets más costosos

Las tarifas también podrían ser un golpe para las compañías de electrónica que fabrican equipos y componentes en México, incluidas muchas con base en California.

Hewlett Packard Enterprise Co., con sede en San José, fabrica algunas computadoras personales e impresoras en México. De acuerdo con una fuente entrevistada por Bloomberg, un arancel sobre los bienes fabricados en México tendría un efecto financiero peor para HPE que los impuestos sobre los bienes elaborados en China. Los contratistas más pequeños que fabrican para grandes empresas de tecnología, como Flex Ltd., con sede en San José, también tienen operaciones en México.

Dell Technologies, con sede en Texas, se encuentra entre las empresas que ya están transfiriendo parte de la producción de Asia a México a raíz de la guerra comercial de Trump con China. Dell, que ya había estado haciendo servidores en México, reubicó algunos fabricantes de computadoras de escritorio de China.

“Una posibilidad, si se aplica esta tarifa, es que tendremos que subir los precios”, dijo el portavoz de Dell, Steve Gilmore, a Bloomberg. “Tenemos una cadena de suministro global y flexible con más de 25 instalaciones de producción... Eso nos permite girar rápidamente”.

Impacto nacional

El efecto sobre la economía nacional es difícil de determinar, dijo Sung Won Sohn, un economista de la Universidad Loyola Marymount.

Si se impone un arancel del 25% a las importaciones mexicanas, el crecimiento económico de Estados Unidos podría reducirse entre un 0.4% y un 0.5% anual, dijo. Y otros estados además de California podrían verse afectados -la Texas Assn. of Business condenó las tarifas en un comunicado el viernes, diciendo que las consecuencias económicas en el estado podrían ser “rápidas y severas”.

Inicialmente, es posible que los consumidores no vean un aumento excesivo de los precios de los automóviles en los lotes de los concesionarios o en los nuevos productos electrónicos, ya que muchas empresas pueden estar temporalmente dispuestas a absorber mayores costos para proteger su participación en el mercado, dijo Sohn.

Pero en el caso de los autos y las partes de automóviles, los márgenes no son altos y es posible que los fabricantes de automóviles no puedan sostener costos más altos por mucho tiempo, dijo. Si entraran en vigencia, las tarifas que duren más de seis meses probablemente significarían que cualquier importador estadounidense de bienes de México tendría que comenzar a pasar los costos a los consumidores.

“Todo depende de cuán permanente sea esto”, dijo. “En última instancia, tienen que ganar dinero”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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