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Lori Loughlin, Felicity Huffman y otros, enfrentan demanda por $500 mil millones por escándalo en ingresos a la universidad

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Una mujer de Oakland presentó una demanda colectiva de $500 mil millones esta semana contra dos actrices de Hollywood y docenas de otros padres adinerados acusados de pagar grandes sumas para sobornar a entrenadores universitarios y asegurar puntajes más altos en los exámenes de selección y así obtener la admisión de sus hijos a universidades de prestigio.

Jennifer Kay Toy, quien anteriormente enseñó en el Distrito Escolar Unificado de Oakland, alega en la demanda presentada en el Tribunal Superior del Condado de San Francisco que las acciones de los implicados en el plan impidieron que su hijo, Joshua Toy, fuera admitido en varias universidades involucradas en el escándalo.

Ella sostiene en la demanda que su hijo trabajó duro y se graduó de la escuela preparatoria con un promedio de 4.2 pero aún así fue rechazado por algunas de las instituciones.

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“Joshua y yo creímos [sic] que él había tenido una oportunidad justa como todos los demás solicitantes, pero que no fue seleccionado por alguna razón no revelada”, escribió en la demanda. “Ahora estoy indignada y herida porque siento que a mi hijo, mi único hijo, se le negó el acceso a una universidad, no porque no trabajara y estudiara lo suficiente, sino porque los individuos ricos pensaban que estaba bien mentir, engañar, robar y sobornar para que sus hijos entraran en una buena universidad”.

Las actrices Lori Loughlin, Felicity Huffman y el esposo de Loughlin, el famoso diseñador de modas Mossimo Giannulli, junto con docenas de otras personas acusadas en el caso criminal, se mencionan en la demanda. El documento de la corte no especifica las universidades donde su hijo solicitó ingreso o cuándo presentó sus solicitudes.

La demanda estima que “debido a la extensión y amplitud de la estafa”, más de 1 millón de personas se han visto afectadas.

La demanda es una continuación a la revelación de que celebridades, ejecutivos corporativos, banqueros de inversión, dueños de negocios, abogados de primer nivel e incluso un autor de libros ‘best seller’ supuestamente participaron en un audaz plan para que sus hijos ingresaran a famosas universidades de élite, creando el escándalo de admisiones universitarias más grande jamás procesado. Las autoridades federales anunciaron, el pasado martes, que 50 personas habían sido acusadas por sus supuestos roles en el esquema.

Esta no es la primera demanda que se presenta en relación con la investigación criminal. El pasado miércoles, dos estudiantes de la Universidad de Stanford presentaron una demanda colectiva contra Stanford, USC, UCLA, la Universidad de San Diego, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de Wake Forest, la Universidad de Yale y la Universidad de Georgetown.

Los estudiantes alegan que el sistema fraudulento les negó una oportunidad justa de matricularse en esas instituciones y podría empañar sus títulos de Stanford.

La amplia investigación criminal, que salió a la luz a principios de la semana pasada, alega que padres con grandes recursos económicos de diferentes partes del país buscaron al empresario de Newport Beach, William Singer, con un objetivo primordial: lograr que sus hijos ingresaran a las mejores universidades. Singer, propietario de la compañía de admisiones llamada Edge College & Career Network, dijo que había construido una “puerta lateral” en la USC y en otras universidades y que podía ayudar a sus hijos en su ingreso.

En conversaciones telefónicas con padres, grabadas en secreto por agentes de la ley, Singer se jactó de que en sólo dos años, había ayudado a más de 850 estudiantes, hijos de padres ricos y poderosos, a mentir en estas universidades. Las autoridades dijeron que en algunos de los casos conocidos por los investigadores, los adolescentes estaban al tanto de la estafa llevada a cabo en su nombre, pero otros padres lo mantuvieron en secreto.

Singer hizo su trabajo a través de Key Worldwide Foundation, una organización benéfica que comenzó en 2012, dijeron los fiscales en documentos judiciales. La misión de la organización era “brindar educación que normalmente sería inalcanzable para los estudiantes desfavorecidos”, según el papeleo.

En realidad, Singer la usó para cobrar los pagos de los padres y pagar sobornos, según muestran los registros judiciales. Las autoridades dijeron que debido a que estaban pagando cheques, o en al menos en un caso, transfiriendo acciones de Facebook, a una organización benéfica, los padres podían presentar sus pagos a Singer como deducciones fiscales.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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