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Las redadas de ICE provocan temor, protestas y preguntas sobre quién será detenido

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Con una nueva ronda de redadas de ICE programadas para el domingo, cientos de personas protestaron en el sur de California y los inmigrantes que van a ser el blanco del operativo se prepararon para enfrentar la acción federal.

Muchos elementos de la redada aún no están claros, incluyendo exactamente cuántos serán detenidos y en qué medida la nueva acción será diferente de las actividades regulares de ICE.

“Estamos recibiendo llamadas de migrantes que están muy asustados”, dijo Hugo Castro de Border Angels, un grupo de derechos de los migrantes. “Están cancelando sus planes para el fin de semana. Por ejemplo, hablamos con una familia que planeaba mudarse entre sábado y domingo y ahora tienen miedo de hacerlo”.

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El viernes, el presidente Trump confirmó a los reporteros de la Casa Blanca lo que llamó una “operación mayor” a partir del domingo.

“No hay ningún secreto”, dijo Trump antes de irse a un viaje de recaudación de fondos. “Comienza el domingo, y van a sacar a la gente, la llevarán de regreso a sus países. Expulsarán a los criminales y los meterán en la cárcel, o irán a la cárcel en los países de donde vienen”.

Trump no comentó cuántas personas podrían ser afectadas.

Un portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas no ofreció muchos detalles.

“Debido a la sensibilidad de las fuerzas de seguridad y a la protección del personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, la agencia no ofrecerá detalles específicos relacionados con las operaciones de control”, dijo una declaración.

Se espera que las redadas, que podrían extenderse durante un prolongado período, tengan lugar en al menos 10 ciudades. Aunque la operación está dirigida a un par de miles de personas con órdenes judiciales de expulsión, también incluirá deportaciones “colaterales” en las que los agentes pueden detener a inmigrantes sin estatus legal que no son objetivos previstos pero que se encuentran en la zona.

Se espera que las redadas se dirijan no sólo a las familias sino también a los niños que llegaron solos a la frontera, que fueron entregados a sus padres u otros patrocinadores y que se le dio la orden de deportación, dijo Greg Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, con sede en Washington.

Funcionarios de ICE en Nueva Orleans anunciaron que este fin de semana suspenderán la aplicación de la ley de inmigración en áreas del sur de Louisiana y la costa de Mississippi, donde se esperaba que la tormenta tropical Barry tocara tierra el sábado.

Pero los defensores de los migrantes pidieron a ICE que suspendiera las redadas en los estados vecinos para que los migrantes se sintieran seguros al evacuar.

Algunas familias migrantes que se encontraban directamente en el camino de la tormenta dijeron que estaban demasiado asustadas para evacuar. Balbina, de 34 años, una inmigrante mexicana que pidió ser identificada sólo por su nombre, ha estado viviendo ilegalmente en el sur de Nueva Orleáns durante 12 años.

Ella y su esposo, un constructor de barcos, tienen tres hijos de 14, 10 y 5 años.

Los dos más jóvenes son ciudadanos estadounidenses. Se emitió una evacuación voluntaria para su pueblo, Houma, pero la familia de Balbina se está quedando en su casa rodante, y ella conoce a otros 35 inmigrantes que también tienen miedo de salir debido a las redadas de ICE.

“Me preocupo por mis hijos. Puedo intentar protegerlos, pero es un riesgo. Si nos vamos, no sabemos si podremos volver”, dijo por teléfono desde su casa. Hay toque de queda a partir de las 10 p.m. en Houma, dijo, pero para los migrantes, “es como un toque de queda todo el tiempo”.

Matthew Albence, director en funciones de ICE, dijo a Associated Press que las personas blanco de este operativo se encontraban en un “expediente” de casos en los tribunales de inmigración predominantemente centroamericanos.

“Esta operación no es nada nuevo”, dijo Albence. “Es parte de nuestros operativos diarios. Estamos tratando de aumentar algunos recursos adicionales para lidiar con este exceso de casos que salieron de la lista de procesos acelerados, pero después de que esta acción haya terminado, estos seguirán siendo asuntos que estaremos investigando y persiguiendo”.

La amenaza de las redadas ha tenido un impacto dramático. En Los Ángeles, el alcalde Eric Garcetti, el jefe de policía Michel Moore, el sheriff Alex Villanueva y otros líderes han denunciado la táctica. En todo el país, se dice que algunos inmigrantes están faltando al trabajo y escondiéndose, un equipo de abogados de inmigración ha llegado a un centro de detención en Texas, los activistas manejan líneas telefónicas de emergencia y un grupo de defensores lanzaron una demanda preventiva en Nueva York.

Aunque algunas de las aprehensiones migratorias pueden ser la misión inmediata, hay metas políticas más amplias que se logran con el espectro de las redadas generalizadas. Algunos analistas de inmigración dijeron que la administración Trump probablemente espera distraer a la base de seguidores del presidente de lo que no ha logrado: la expansión de un proyecto de ley en el sur de los Estados Unidos.

Durante el apogeo de las deportaciones bajo Obama, en 2012, los funcionarios de inmigración expulsaron a 409.849 extranjeros. En comparación, el año pasado se alcanzaron los picos máximos de la administración Trump, con 256.085.

Las amenazas de esta semana llegaron menos de un mes después de que Trump anunciara en un tweet el 17 de junio, que ICE comenzaría a deportar a “millones” de migrantes. Días después, esa operación fue suspendida. Esta vez, algunos expertos y activistas dijeron que creen que las redadas si se llevarán a cabo.

La amenaza de redadas hizo que decenas de manifestantes salieran a las calles en el centro de Los Ángeles, West Hollywood y otros lugares.

Funcionarios del gobierno del condado de Los Ángeles celebraron el viernes una conferencia de prensa antes de las posibles redadas de ICE, instando a las familias inmigrantes a ejercer sus derechos y prepararse para cualquier eventualidad.

“Estamos aquí para decir que somos conscientes del miedo que existe en nuestra comunidad”, dijo la supervisora Hilda Solís. “No hay duda de que va a haber repercusiones duraderas, en términos del trauma que van a enfrentar nuestras familias”.

Solís y otros funcionarios de varios departamentos del condado dijeron que operarían líneas telefónicas de emergencia durante el fin de semana en un esfuerzo por ayudar a las familias inmigrantes conectándolas a los servicios legales y juveniles.

El grupo instó a los residentes cuyas vidas podrían verse perturbadas por las redadas a planear con anticipación, especialmente si tienen hijos, y a conocer sus derechos, incluyendo el acceso a un abogado, especialmente aquellos que impiden que los agentes de inmigración, que no tengan órdenes de captura, soliciten su detención.

“Si usted o su familia tienen preocupaciones sobre la aplicación de la ley federal de inmigración, si son testigos de un niño afectado como resultado de este tipo de actividad, o si necesitan ayuda para conectarse con servicios como atención médica, tratamiento mental o ese tipo de asistencia, nuestro personal está disponible”, dijo Joseph Nicchitta, quien dirige la oficina de Asuntos del Consumidor y Negocios del condado, que incluye un equipo dedicado a ayudar a los inmigrantes.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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