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La participación de Keanu Reeves en ‘Always Be My Maybe’ obsesiona a todos

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Keanu Reeves no apareció por casualidad en la comedia romántica de Ali Wong y Randall Park “Always Be My Maybe”, distribuida por Netflix, para hacer un rápido cameo como una estrella de cine común y corriente.

Dejó el plató de “John Wick 3”, voló a San Francisco para interpretar dos de las escenas más surrealistas del año (y besar apasionadamente a Wong en una mesa) y luego regresó al personaje ‘John Wick’ para terminar de filmar la tercera entrega de la saga del apuesto sicario.

Todo eso para cometer un robo de atención en cámara como el personaje más inesperado en “Always Be My Maybe”, la animada comedia romántica repleta de talento.

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[Alerta de spoilers: a continuación hay detalles de “Always Be My Maybe” ¡Queda advertido!].

¿Por qué el internet se ha vuelto a obsesionar con Reeves, semanas después de que “John Wick: Chapter 3 — Parabellum” debutara en el número uno, y días después de volverse viral como un hombre solitario en busca de amor en una entrevista -ahora aparentemente desacreditada-? Porque en “Always Be My Maybe” Reeves no interpreta a nadie; se interpreta a sí mismo.

Incluso se podría decir que Reeves se actúa a sí mismo. Los coguionistas Wong, Park y Michael Golamco escribieron una versión optimizada del Reeves real en el guión, como uno de los intereses amorosos rivales que empeora la ya complicada amistad entre Sasha (Wong) y Marcus (Park).

Muchos ya lo sabían, pero el enfoque centrado en los estadounidenses de origen asiático de la película lo hace oficial: afirma con orgullo que Reeves, quien tiene herencia china y hawaiana, está entre la comunidad asiática. “¡Es nuestro!”, exclamó Park, hablando recientemente sobre el film, en Culver City. “Siempre supimos que lo queríamos, desde el primer día”, explicó. “En ese momento de la trama, cuando Marcus finalmente sabe que siente algo por Sasha y se lo dirá, aunque ella ha estado saliendo con otra persona, pensamos: ¿Cuál sería la peor pesadilla para Marcus?”.

Reeves, de 54 años, ingresa al film de la misma manera que uno podría imaginar que camina sobre la faz de la Tierra: en cámara lenta, ante la mirada y las flechas de enamoramiento que le arroja cada alma viviente que lo atestigua.

Eso es lo que sucede, para horror de Marcus, cuando Reeves se presenta como el nuevo chico con el que Sasha está saliendo. Después de una reunión extremadamente llena de demostraciones públicas de afecto con Sasha, Reeves toma asiento en el pretencioso restaurante Maximal, desautoriza con pericia a Marcus, solicita un platillo y procede a llorar por su comida, escuchando los lamentos melancólicos de su cena, sacrificada mientras él la come.

“Él es la peor pesadilla de Marcus, quien también lo idolatra, porque todo el mundo lo hace”, afirmó un risueño Park, quien además se enfrenta a Daniel Dae Kim, que interpreta al impecable restaurantero que es el prometido de Sasha en la película. “¿Pero que salga con Sasha? Nada puede ser peor que eso, especialmente en el momento en que él está listo para decirle, después de todos estos años, lo que siente por ella”.

Los cineastas reclutaron creativos asiático estadounidenses de diversas disciplinas, desde el rapero Lyrics Born hasta la chef Niki Nakayama, del restaurante n/naka, para ser parte de “Always Be My Maybe”. Para este rol, querían un ícono asiático estadounidense que pudiera actuar, ser divertido y estar dispuesto a burlarse de sí mismo. Reeves era perfecto. Pero, ¿entendería la broma?

Nahnatchka Khan, productora del programa “Fresh Off the Boat” que hace su debut como directora con “Maybe…”, había conseguido un truco afín al lograr que James van Der Beek interpretara una versión exagerada de sí mismo en su serie de ABC “Don’t Trust the B… in Apartment 23”.

“Keanu lo entendió totalmente”, aseguró Khan. “En primer lugar, leyó todo el guión. Muchas veces alguien de su trayectoria sólo lee su sección. Él leyó el guión completo y se dio cuenta de cómo encajaba su personaje. Se escudriña a Marcus durante esa parte porque está tratando de decirle cómo se siente; ella le lanza esta bomba y él siente que es su peor pesadilla: es, literalmente, Keanu Reeves con quien sale ella.

“Confió en mí, en Ali y Randall para convertir el chiste en lo que habíamos hablado; él no es el hazmerreír, sino que está en la broma con nosotros”, dijo. “Es como James van Der Beek en “Don’t Trust the B… in Apartment 23”. Todos ellos también piensan que es gracioso, y es su versión de mostrar esa cultura de ser actor-estrella”.

Además, su improvisación fue importante y replicó el humor de los comediantes experimentados Wong, Park y Vivian Bang, quien interpreta a la novia hippie de Marcus, Jenny, quien está igualmente enamorada de Reeves. Porque, por supuesto, todos lo están -todos menos Marcus-.

La frase “extrañé tu luz”/”extrañé tu alma” es improvisado, según Wong.

Esas gafas sin lentes que usa para el papel, todo fue creado por Reeves.

“Y eso quedó grabado en la película”, afirmó Khan. “Cuando estábamos filmando ese día él propuso muchos chistes porque pensó que sería divertido si conociera a muchos personajes importantes chinos y comenzara a nombrarlos. Por supuesto que Keanu lo sabría, él sabe todo”.

Cuando las tensiones se convierten en celos y violencia durante un inocente juego de salón en la suite de Reeves en el hotel Fairmont, de San Francisco, Marcus hace lo que pocos en la historia del cine han hecho: golpea al actor -quien literalmente menciona a John Wick en la escena- y vive para contarlo. “Fue lo mejor”, se burla Parks. “Fue genial, en parte porque Keanu estaba tan metido en eso, estaba en el modo John Wick”.

Reeves, quien no pudo ser contactado para hacer comentarios sobre su participación, se sintió particularmente motivado por esa gran escena, dijo Wong. “Creo que le encanta hacer escenas de acción. Cuando reacciona y dice ¡Siiiii!, eso es real. Realmente creo que se siente vivo cuando la gente lo golpea” (suponemos que ella bromea al decirlo).

Por supuesto, el amor entre Reeves y Sasha no está destinado a prosperar, especialmente cuando ella se da cuenta de que el famoso actor ególatra con el que está saliendo no es ‘el elegido’, y pronto le da una oportunidad a su mejor amigo no tan sofisticado, a quien siempre ha amado. Reeves parece tomárselo bien, y le pide a Sasha y Marcus un Uber con rumbo a casa. Bueno, un Uber compartido.

Es posible que Reeves no tenga a nadie a su lado en el final de “Always Be My Maybe”. Pero si ocurriera, ciertamente respetaría y amaría a la otra persona. Esperemos que todo salga bien para él.

“Es muy consciente de sí mismo y de cómo es percibido en nuestra cultura”, afirmó con aprecio Golamco, el guionista. “El tipo es una leyenda viviente. Es alguien amado por generaciones... Él simplemente da. Eso es lo que hace Keanu: da”.

Jen Yamato es crítica de cine de Los Angeles Times.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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