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La marca Michael Jackson está más fuerte que nunca, pero ¿y su imagen?

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Solo se ven los ojos de Michael Jackson en la gran pantalla LED que descansa en el piso. Aunque es fácil discernir que se trata del rostro de la recordada superestrella, solo el fanático más ardiente reconocería las imágenes de 1993, de la emisión en la cual negó las acusaciones de abuso sexual y selló para siempre su destino como un paria social.

El video del artista neoyorquino Jordan Wolfson es una de las piezas más provocativas de “Michael Jackson: On the Wall”, una exposición recientemente inaugurada en la National Portrait Gallery de Londres.

“On the Wall” -que se exhibirá hasta octubre- examina la influencia de Jackson a través de 48 artistas que exploran su identidad, arte y fama.

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“[Jackson] es una figura tan extraordinaria, tan importante”, afirmó Nicholas Cullian, director de la National Portrait Gallery y curador de la muestra. “Hay una cierta complejidad en él y lo que encarna... y queríamos hacer una exhibición que agregue algo diferente a la conversación que lo rodea”.

La muestra de Londres es una colaboración con la administración sucesoria de Jackson, que celebra el cumpleaños del artista esta semana con múltiples proyectos, incluyendo prendas de edición limitada y una fiesta en Las Vegas.

Para los administradores, se trata tanto de honrar lo que hubiera sido su 60º cumpleaños, el 29 de agosto, como de reenmarcar la dialéctica en torno a una de las figuras más aclamadas -aunque trágicas- de la música pop, cerca del décimo aniversario de su fallecimiento.

Los legatarios están especialmente interesados en reenfocar la sórdida narrativa de la cual la estrella del pop no pudo escapar, hallando nuevas formas de resaltar su arte.

“Hemos realizado una gran cantidad de proyectos y cuestiones destinadas a atraer a nuevos fanáticos”, afirmó John Branca, coautor del patrimonio de Jackson. “Michael era muy polifacético, y para administrar la marca queríamos hacer cosas que capturaran cada faceta de quién él fue. Pero empezamos pensando: ¿Qué haría Michael?”

Cuando Jackson murió, en 2009, en medio de los ensayos para una avalancha de shows que marcarían su regreso, la administración debió lidiar con la deuda de $500 millones de dólares que el artista dejó, antes de poder enfocarse en mantener y proteger su legado y rehabilitar una imagen pública casi diezmada por acusaciones de delitos contra menores y un comportamiento salvajemente excéntrico.

Desde su muerte, se recaudaron más de $2 mil millones (Jackson encabezó la lista Forbes de las celebridades fallecidas mejor pagadas durante cinco años consecutivos), a partir de una cartera que incluye proyectos exitosos como la película y banda de sonido del concierto “This Is It”, álbumes póstumos, un videojuego, los shows del Cirque du Soleil, una participación en el catálogo de publicación de música EMI y regalías de sus grabaciones y derechos de publicación.

“Al principio, tuvimos que pagar la deuda. Nos encantó la idea de ‘This Is It’ porque mostraría al verdadero Michael -no al de los tabloides, al ostentoso-, pero también teníamos que pagar las cuentas “, afirmó Branca desde un salón en su casa de Beverly Park, adornada con una valiosa colección de parafernalia de Jackson digna de un museo (un espacio en blanco en una pared indica el sitio donde colgaba la famosa chaqueta del artista, actualmente exhibida en Londres).

“Ahora que hemos cancelado la deuda”, continuó Branca, “nuestro mayor desafío es tratar de tomar las decisiones correctas”.

La administración ciertamente provocó la ira de la ferviente base de admiradores de Jackson, e incluso de su familia, por decisiones que para muchos fueron desagradables o devaluaron la marca de la superestrella, como el polémico disco “Michael”, de 2010, una colección de material inédito improvisada a partir de pistas que Jackson había creado en sus últimos años y que muchos creen que contiene temas cantados por un imitador.

El álbum enfurece a los fanáticos hasta el día de hoy. Una demanda presentada en 2014 por un admirador contra el sello Sony Music, entre otras, fue noticia recientemente cuando varios sitios publicaron tuits que informaban que Sony había admitido, durante una audiencia judicial, que tres de las canciones producidas eran falsificaciones, tal como siempre se había sospechado.

Un tribunal de apelaciones de California absolvió a Sony y la administración sucesoria de Jackson de la demanda. El 28 de agosto, los jueces concluyeron que, como ninguno de ellos sabía con certeza si las voces de la estrella pop eran auténticas, las declaraciones en la portada del álbum y el material promocional no constituyen una oferta comercial y deben estar protegidas bajo la Primera Enmienda. El caso del fanático contra los productores sigue en curso.

Cuando un músico muere, sus temas inéditos adquieren un interés primordial. Y si el artista era tan meticuloso sobre el oficio -como lo eran Jackson, o Prince o David Bowie-, el desafío se vuelve ético: cómo lanzar proyectos póstumos rentables mientras se honra cómo el artista hubiera deseado que esa música fuera escuchada (u ocultada) .

Aunque “Michael” y compilaciones como “Inmortal” y “Scream”, del 2017, con temática de Halloween, fueron recibidos con frialdad, “Xscape” (2014) revivió la emoción sobre los tesoros de Jackson. El álbum -en el cual productores como Timbaland y Rodney Jerkins crearon nuevos temas basados en voces inéditas de Jackson con décadas de antigüedad- dio como resultado “Love Never Felt So Good”, el primer éxito de platino de Jackson en dos décadas.

Luego, a principios de 2018, Drake utilizó una voz inédita de Jackson para su más reciente álbum, “Scorpion”. El tema se había originado en una sesión de 1983, que Jackson hizo con Paul Anka como colaborador, quien le mostró la canción a varios artistas, incluido Tyga, antes de que Drake escuchara las voces, solo un demo del cantante en una toma rápida.

“Drake se apasionó tanto al respecto”, comentó Branca. “Pensaba:¿cómo no vamos a hacer esto? Encaja tan bien”.

A pesar de que el disco llegó a la lista de los 10 mejores, Sony y la administración no piden a gritos exprimir las voces inéditas de Jackson. Es poco probable que una colaboración similar a la ocurrida con Drake vuelva a suceder, dicen, y no hay planes inmediatos para un álbum póstumo.

Sin embargo, eso no quiere decir que los fanáticos no escuchen pronto ninguna música “nueva” de Jackson, ya que el otro coalbacea de sus bienes, John McClain, está rehaciendo un lote de canciones junto a un productor de alto perfil que quieren mantener en secreto para un lanzamiento excepcional.

“Buscamos constantemente nuevas ideas en el catálogo, pero no hay planes en este momento para sacar más álbumes completos”, advirtió el jefe ejecutivo de Sony Music, Rob Stringer. “Buscamos canciones únicas, y en este mundo de transmisiones online eso funciona, porque es un mundo basado en temas sueltos. Hay algunas gemas que podemos desenterrar de forma individual en los próximos meses y años, pero también somos muy, muy cuidadosos; queremos estar seguros de que los fans no sientan que se les pide una vez más comprar un material que ya tienen”.

El catálogo digital de Jackson sigue funcionando bien desde su muerte y no muestra signos de fatiga. La semana antes de su cumpleaños, la Asociación de la Industria de la Grabación de EE.UU. anunció que 21 de sus canciones y tres de sus álbumes habían obtenido nuevas certificaciones de oro y platino.

Es esa presencia robusta en los servicios de transmisión musical la que que inspiró “Scream”, en 2017. Enfocado en torno al amor de Jackson por el terror y lo fantástico, “Scream” reunió la música más inquietante del artista para una compilación que, junto con la conversión en 3-D de su trascendental clip de larga duración “Thriller” y un especial animado de CBS, intentaron posicionar a Jackson como una figura perenne para Halloween.

La performance del compilado como lista de reproducción en los servicios de música informó la decisión posterior del sello, de aprovechar digitalmente el catálogo antiguo de Jackson en lugar de encontrar nuevas y astutas maneras de empaquetar música para lanzamientos físicos.

“Somos muy cuidadosos con el reempaquetado y sabemos muy bien que sus fanáticos lo tienen todo”, remarcó Stringer. “Lo que es interesante es que no todos los artistas han logrado cerrar las brechas del mundo físico al mundo de iTunes y al de la transmisión, pero eso no ocurre con Michael. Sus números de transmisión son increíbles. La tecnología en este momento nos permite hacer algo diferente, destacar distintas canciones y crear conceptos que darán a las personas una mayor comprensión del amplio catálogo de su trabajo”.

Revisando el legado de Jackson

Gran parte de la retrospectiva de Jackson, que se exhibe en Londres, busca confrontar las ideas que lo convirtieron en una de las figuras más polémicas en la historia de la cultura popular.

El trabajo de Andy Warhol, Mark Ryden, David LaChapelle, Kehinde Wiley y KAWS está repartido en 14 salas y explora las complejidades y contradicciones de Jackson: la transformación de su apariencia física, su arte, su relación con la negritud, sus numerosos escándalos, el tratamiento mediático y su caída alimentada por la paranoia.

En una habitación, sobre una pared de pantallas se muestra un video en el cual una docena de fanáticos alemanes cantan el álbum “Thriller” en su totalidad; un coro de voces dispares que ofrece su propia versión de los riffs vocales de Jackson.

En otras salas, Wiley lo representa como un rey majestuoso sobre un caballo de marfil; Hank Willis Thomas se apropia de una versión de la década de 1980, de lo que sería un Jackson envejecido en los 2000; y LaChapelle muestra al cantante como un santo con piel de porcelana.

Cullian tuvo la idea de montar una exposición hace más de una década, con la esperanza de alentar a la gente a reexaminar a Jackson desde una perspectiva mucho más comprensiva de la que el artista experimentó durante gran parte de su vida.

“Michael significa muchas cosas diferentes para muchas personas distintas”, explicó. “Hay sentimientos que son muy positivos y llenos de admiración. Y, por supuesto, también hay un lado más trágico. Creo que ahora que tenemos una cierta distancia histórica, casi llegando al décimo año de su muerte, podemos verlo con más desapego y tener una discusión mucho más matizada, informada y respetuosa sobre lo que simboliza, lo que logró, lo que él hizo posible”.

“En cierto modo, la exhibición no es realmente sobre Michael Jackson”, continuó Cullian, “sino sobre la forma en que todos nosotros pensamos y sentimos acerca de estas figuras, y la forma en que las enaltecemos o las demonizamos”.

“Thriller” fue remasterizado digitalmente en IMAX 3-D por primera vez y en septiembre se mostrará por un período limitado; el especial animado de Halloween saldrá al aire nuevamente en CBS este 2018, en un intento de establecerlo como una tradición para la fecha, tal como se hizo con Charlie Brown.

Mark Ronson, productor ganador del Grammy, creó un megamix de clásicos de Jackson llamado “Diamonds Are Invincible” (Los diamantes son invencibles), que la administración lanzó a finales de agosto, para el cumpleaños de Jackson; Giuseppe Zanotti presentará una zapatilla de edición limitada; Boss lanzará una línea especial; Master & Dynamic tiene auriculares personalizados y una espléndida fiesta de cumpleaños, este miércoles 29 en Las Vegas, apodada “Diamond Celebration”, marcará el 60º aniversario de Jackson.

También están en proceso una serie de acuerdos no revelados que “conmocionarán al mundo”, según Branca, incluida una iniciativa comercial, pero nada es tan ambicioso como el próximo musical que la administración anunció recientemente. El show -aún sin título- llegará a Broadway en 2020, con libro de la ganadora del premio Pulitzer Lynn Nottage (“Ruined”, “Sweat”) y dirigido y coreografiado por un ganador del premio Tony, Christopher Wheeldon.

“Estamos apuntando mucho, mucho más alto que cualquier musical estándar”, admitió Branca. “Está inspirado en la vida de Michael, pero será más impresionista”.

En tanto, en Londres un aluvión de distintos idiomas se oía mientras los visitantes se apretujaban en una habitación para disfrutar de una obra en particular. No era una representación abstracta de Jackson, o algo multimedia, lo que embelesaba a todos. En cambio, era una instalación con imágenes de la gira mundial de Jackson de 1992, proyectada en un ciclo sin fin. Era el único lugar donde se podía ver a Michael Jackson actuando en toda su gloria, y nadie podía alejarse de allí.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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