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La lucha contra el cambio climático está en su cocina

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Curtis Stone emplea placas eléctricas de cocción desde hace años. Para el famoso chef australiano -que maneja restaurantes de gran renombre en Los Ángeles y Beverly Hills, y planea instalar un local emergente en el Festival de Música y Artes de Coachella Valley, este mes- la tecnología de cocción eléctrica es más rápida, más limpia y más eficiente que un horno eléctrico.

“Y más precisa”, resaltó. “Sé que obtendré una cocción a fuego lento en el punto 6, una cocción más veloz en el 7 y un hervido rápido en el 8”.

Las cocinas (o estufas) de inducción tienen otra ventaja: no queman gas natural, un combustible fósil que contribuye al cambio climático. California está buscando formas de eliminar el gas fósil, no sólo de las centrales eléctricas sino también de las estufas, los calentadores de agua y las calderas.

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Esto podría implicar una transición a largo plazo hacia los hogares y edificios completamente eléctricos para decenas de millones de californianos, un plan respaldado por los defensores de la energía limpia y algunos funcionarios estatales. Sin embargo, no todos lo apoyan.

El plan de electrificación podría provocar una confrontación entre la empresa de distribución de gas más grande del país, Southern California Gas Co., y su segunda compañía eléctrica más grande, Southern California Edison. Las potencias monopólicas ya están promoviendo visiones opuestas para el Estado Dorado de California; Edison vislumbra un futuro impulsado por la electricidad y SoCalGas promociona los beneficios climáticos del llamado gas renovable.

Para SoCalGas, la electrificación es una amenaza de muerte. Para Edison, una oportunidad.

“Para ser sincero al respecto, existe tensión en ese tema”, aseveró Pedro Pizarro, presidente y CEO de la empresa matriz de Edison, en una entrevista reciente. “Creemos que se seguirá frenando el uso del gas natural como parte de esta migración a la electricidad”.

El presidente ejecutivo de SoCalGas, Bret Lane, no ve “conflicto o competencia” entre la empresa que él dirige y la liderada por Pizarro. Lane, describió el trabajo de la compañía para promover el gas renovable -incluido un documento de estrategia publicado la semana pasada- como un intento de iniciar el debate.

“Creo que durante las próximas décadas, el gas natural seguirá desempeñando un papel. Pero se enriquecerá con otras formas de gas natural renovable, con hidrógeno, con captura de carbono”, remarcó Lane en una entrevista. “Definitivamente no tenemos todas las soluciones”.

Ambas empresas afirman que su tecnología proporciona el camino más barato y realista para alcanzar los objetivos climáticos del estado. Atrapados en medio de este dilema están los residentes de California, que gastarán más si aumentan las facturas de energía, y que ya están pagando los crecientes costos de incendios, tormentas, olas de calor y otros desastres provocados por el cambio climático.

¿Debería California electrificar todo?

Entre las fuentes de contaminación del cambio climático, los automóviles y las centrales eléctricas reciben la mayor atención. Pero los edificios son responsables de una cuarta parte de las emisiones que calientan el planeta cuando se tiene en cuenta el uso de gas y electricidad, según datos estatales.

En los edificios residenciales, dos tercios del consumo de gas se destina a calentar los ambientes y el agua, y un 18% adicional para lavar la ropa y los platos. Solo el 7% del uso residencial de gas es para cocinar, mientras que el resto se destina a secado de ropa, calentamiento de piscinas y de bañeras de hidromasaje.

Para muchos defensores de la energía limpia, la solución es obvia: reemplazar el gas por electricidad. Señalan que ese suministro se está volviendo más limpio -California obtuvo más de la mitad de su energía de fuentes amigables con el clima, como la solar y la eólica en 2017, y apunta al 100% para 2045- mientras que el gas sigue emitiendo dióxido de carbono al quemarse.

Los partidarios de la frase “electrificar todo” señalan la creciente eficiencia y la rentabilidad de las bombas de calor eléctricas para calentar el espacio y el agua, así como la creciente popularidad de las estufas de inducción, que se calientan más rápido que las de gas tradicionales y son consideradas más seguras, porque no aumentan la temperatura a menos que haya una olla o sartén sobre ellas. De las 10 principales cocinas calificadas por Consumer Reports el año pasado, nueve fueron eléctricas.

“Estamos hablando de una transición de largo alcance hacia la huella de carbono cero”, consideró Panamá Bartholomy, quien dirige la Coalición de Descarbonización de la Construcción, un grupo de empresas de servicios públicos, fabricantes y organizaciones ambientales sin fines de lucro que exigen a California la electrificación de sus edificios. “Queremos poder crear condiciones de mercado apropiadas para que las personas puedan hacer la transición cuando les resulte cómodo, y cumplir a la vez con nuestros objetivos climáticos”.

Los miembros de la coalición incluyen a Southern California Edison, con sede en Rosemead. Bartholomy describió a la compañía eléctrica como un “miembro del grupo inicial activo”.

Edison argumenta que el estado debería trabajar para llegar a siete millones de autos eléctricos en las carreteras y convertir el 30% de los hogares y las empresas en sitios con calefacción eléctrica de agua y espacios para 2030. La compañía, un monopolio regulado, no gana dinero de las ventas de electricidad, pero obtiene garantía de ganancias cuando invierte en líneas eléctricas, cargadores de vehículos y otra infraestructura necesaria para adaptar el uso expandido de la electricidad.

La solución de la contraparte: el gas renovable

Los funcionarios de Southern California Gas -con sede en Los Ángeles y propiedad de Sempra Energy, de San Diego- tienen en mente una estrategia diferente.

El mes pasado, la compañía advirtió a los funcionarios estatales que quería reemplazar el 5% de su suministro con “gas natural renovable” para 2022, y el 20% para 2030. A diferencia del gas fósil, que se extrae de depósitos subterráneos o debajo del fondo del océano, el renovable se tomaría de las lecherías, vertederos, plantas de tratamiento de aguas residuales y otras instalaciones que expulsan la contaminación que atrapa el calor a la atmósfera.

La quema de gas renovable para tareas como calentar ambientes, secar la ropa y cocinar aún generaría dióxido de carbono, el principal contaminante responsable del calentamiento del planeta. Pero capturar ese gas por adelantado evita que ingrese a la atmósfera como metano, un gas de efecto invernadero que atrapa incluso más calor que el dióxido de carbono, aunque se disipa más rápidamente.

SoCalGas encargó a Navigant Consulting que estudie los costos y beneficios del gas renovable. La consultora descubrió que si SoCalGas reemplazara el 18% del gas fósil en sus tuberías por gas renovable, la reducción de la contaminación climática sería la misma que si todas las casas y negocios atendidos por SoCalGas adoptaran el uso de la electricidad.

El gas renovable también sería sustancialmente más barato para los consumidores, indicó Navigant en el estudio. “Es mucho más fácil mantener la infraestructura existente en lugar de descartarla y hacer que los propietarios construyan una infraestructura energética completamente nueva en su casa”, expuso Sharon Tomkins, vicepresidenta de estrategia y participación de SoCalGas.

No obstante, los grupos ecologistas describen el estudio de Navigant como profundamente defectuoso, y alegan que utiliza supuestos de los peores escenarios para el costo de los aparatos eléctricos, y de los mejores escenarios posibles para el costo del gas renovable. Los críticos también exponen que la compañía de gas parece sobreestimar ampliamente el suministro disponible de gas renovable, y que no ha tenido en cuenta por completo el efecto de calentamiento del planeta producido por el escape de metano de sus tuberías, lo cual podría anular algunos de los beneficios de capturar ese gas en primer lugar.

Para Timothy O’Connor, un experto en energía del Fondo de Defensa Ambiental, el gas renovable podría ayudar a reducir las emisiones de los sectores económicos que son demasiado caros o técnicamente difíciles de electrificar, como la industria pesada, aunque se trata de un mercado relativamente limitado.

O’Connor señaló que para los hogares y las empresas, la electricidad tiene mucho más sentido que el gas como una solución a largo plazo, no sólo por los beneficios ante el cambio climático, sino también porque los aparatos eléctricos no generan contaminación del aire interior. “Esta es una oportunidad para hacer que los edificios sean sitios más saludables”, destacó.

Algunos críticos no ven a SoCalGas como un agente honesto cuando se trata de proteger el clima. Rachel Golden, una activista sénior del Sierra Club, describió el plan de la compañía para llegar al 20% de gas renovable en 2030 como un caso clásico de “intento de engaño ecológico”. “Necesitamos reducir las emisiones de metano de los vertederos, las lecherías y otros lugares. Pero lo que proponen no es algo que pueda ir en aumento”, señaló Golden. “Es realmente un callejón sin salida, y una distracción muy peligrosa, porque trata de proponer una nueva solución brillante que realmente no va a funcionar; eso retrasará nuestros esfuerzos para electrificar”.

Hasta ahora, la electricidad está ganando el argumento.

En un informe reciente, la Comisión de Energía de California describió un “consenso cada vez mayor de que la electrificación es el camino más viable y predecible para lograr edificios con cero emisiones”. El gas renovable, según el informe, “puede ser una parte de la solución para minimizar “las emisiones de gas de los edificios, pero es probable que ello esté condicionado por las limitaciones en la disponibilidad de gas renovable, el costo y las preocupaciones continuas de fugas de metano”.

La Comisión de Energía facilitó el año pasado la edificación de viviendas totalmente eléctricas como parte de una actualización de los estándares de eficiencia energética, que también exigirá que las casas de nueva construcción funcionen con energía solar a partir de 2020. La orden para que las viviendas nuevas sean completamente eléctricas posiblemente provendría de la Legislatura, remarcó el comisionado Andrew McAllister.

“Si en 10 años [Pacific Gas & Electric] o SoCalGas encuentran un combustible renovable o un producto de gas natural renovable libre de carbono o incluso sin este, entonces excelente, pueden poner eso en las tuberías y venderlo”, expresó McAllister.

‘Por qué se ha llegado hasta aquí: el ataque al gas natural’

SoCalGas afirma que ahora tiene soluciones climáticas, que incluyen gas renovable a corto plazo y una transición a gas de hidrógeno -aún más limpio- a largo plazo. Los funcionarios de la compañía esperan convencer a los legisladores y al público de que la electricidad por sí sola no será suficiente.

La compañía de gas ayudó a organizar a los californianos para Balanced Energy Solutions, un grupo activista lanzado en febrero pasado, que afirma en su sitio web que “organizaciones poderosas... están trabajando para quitarles su derecho a elegir gas natural y renovable a precios razonables”. La junta de la agrupación incluye a representantes de SoCalGas, la Cámara de Comercio de California y la Federación del Buró de Granjeros de California, aunque la empresa de gas desempeñó un papel clave para organizar el grupo.

Una presentación en PowerPoint realizada en febrero pasado para el directorio -cuya copia obtuvo The Times- enumera uno de los objetivos del grupo como “Comunicar el papel del gas natural y del gas renovable en la protección del medio ambiente”. Varias diapositivas describen iniciativas gubernamentales que podrían limitar el uso de gas, bajo el encabezado: “Por qué se ha llegado hasta aquí: el ataque al gas natural”.

Los datos muestran que el archivo de PowerPoint fue creado por Ken Chawkins, un gerente de políticas públicas de SoCalGas. “Nuestra participación en este grupo no es un secreto, al igual que el apoyo de SoCal Edison a la Coalición de Descarbonización de la Construcción no debería ser un secreto”, afirmó la portavoz de la empresa de gas, Melissa Bailey, en un correo electrónico.

Matt Rahn, miembro del Concejo Deliberante de Temécula que preside la junta directiva del grupo pro-gas, destacó que le preocupa que las políticas de California estén aumentando los costos de la energía para las familias de bajos ingresos.

Rahn considera que el gas renovable es una alternativa de menor costo que reemplazar todo por aparatos eléctricos, algo que podría generar en varios miles de dólares en gastos iniciales para el hogar familiar promedio. “Yo provengo de una familia de bajos ingresos. Recuerdo lo difícil que fue mi infancia”, dijo Rahn, quien da clases en Cal State San Marcos y anunció sus planes para postularse al Congreso en 2020.

El gas renovable contra la electricidad: ¿Cuál es más barato?

La Coalición de Empleados de Servicios Públicos de California, que representa a los trabajadores de las empresas de servicios de gas y electricidad, también expresó su preocupación con respecto a la electrificación.

En un documento presentado el mes pasado a la Comisión de Servicios Públicos de California, que desarrolla actualmente programas para reducir las emisiones de los edificios, el sindicato expresó que la electrificación podría derivar en facturas más altas para los hogares que decidan seguir usando gas natural. Eso se debe a que los costos de operación y mantenimiento del sistema de gasoducto recaerían sobre un grupo más pequeño de clientes.

“En su defecto, si la empresa de servicios públicos tiene menos clientes pero no aumenta las tarifas, tendrá menos ingresos”, escribieron los abogados del gremio. “Los ingresos no serán suficientes para cubrir los salarios de los trabajadores que mantienen el sistema. Menos empleados se traducen en un sistema de gas menos seguro y menos confiable”.

La Comisión de Energía de California, por otro lado, advirtió en su reciente informe sobre los edificios, que la electrificación es una de las formas más baratas de reducir las emisiones del calentamiento del planeta. Aunque los consumidores tendrían que gastar dinero por adelantado para reemplazar los aparatos que funcionan con gas, lo ahorrarían al reducir los costos de combustible. Los precios del gas renovable también podrían terminar siendo prohibitivamente altos debido a las restricciones de suministro, expuso la comisión.

Los costos exactos a largo plazo de la eliminación gradual del gas dependerían del desarrollo de la tecnología y de los cambios en los precios del gas y la electricidad y podrían necesitarse subsidios. El servicio público de Sacramento, por ejemplo, ofrece reembolsos de hasta $13.500 para hogares cuyos propietarios realicen renovaciones integrales de eficiencia energética, incluida la conversión a energía completamente eléctrica.

“Hay 12 millones de edificios en el estado y la renovación de todos ellos equivale a mucho dinero”, afirmó McAllister, de la Comisión de Energía de California.

Los legisladores estatales aprobaron dos proyectos de ley, el año pasado, los cuales piden a los reguladores que reduzcan la contaminación de los edificios. Mientras tanto, Sempra Energy solicitó a la Comisión de Servicios Públicos de California la aprobación de un programa voluntario en el que los clientes de sus subsidiarias de servicios públicos, SoCalGas y San Diego Gas & Electric, puedan optar por pagar más mensualmente para que una porción de su suministro provenga de fuentes renovables.

Algunos desarrolladores, incluyendo City Ventures, con sede en Irvine, ya construyen casas sin tuberías de gas. Phil Kerr, director ejecutivo para viviendas de City Ventures, indicó que construir las casas urbanas de la firma -que tienen un precio de venta aproximado entre $500.000 y $600.000- requiere de unos $12.000 más para poder edificarlas con paneles solares, calefacción y cocina eléctrica.

“¿Cuesta más? Sí. Pero, ¿se convierte en una mejor casa, y sabemos que se venderá a mejor precio?”, indicó Kerr. “Al igual que nos enfocamos en el diseño de dormitorios, baños y cocinas realmente geniales, hay que contar con sistemas [de energía] que funcionen en el futuro”.

Stone, el famoso chef, emplea placas de inducción en su casa y también utiliza la tecnología en su Gwen Butcher Shop & Restaurant, en Hollywood. Según él, no hay prácticamente nada que puedan hacer las estufas de gas que no pueda lograrse con las eléctricas, aunque reconoció que la tecnología puede exigir algunos cambios para aquellos que crecieron viendo la llama azul de los quemadores de gas. “Puede que acostumbrarse a cocinar con electricidad les tome a algunos un par de días, mientras que [cocinar con] el gas es muy sencillo. Pero enciendes el marcador y se calienta”, dijo Stone. “Realmente no se necesita usar mucho el raciocinio para hacer uso de una estufa de inducción”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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