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La administración de Trump da otro paso para permitir planes de salud que no cubren condiciones preexistentes

Una nueva propuesta de la administración de Trump podría facilitar a los estados la desregulación de sus mercados de seguros.

Una nueva propuesta de la administración de Trump podría facilitar a los estados la desregulación de sus mercados de seguros.

(Andrew Harrer / Bloomberg)
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La administración Trump tomó nuevas medidas para ampliar la disponibilidad de los planes de salud que no tienen que cubrir las afecciones médicas preexistentes de los pacientes, lo que indica que el gobierno federal apoyará las propuestas estatales para promover las ventas de estos planes limitados.

Los funcionarios de la administración catalogaron la medida como una forma de dar más opciones a los consumidores que están luchando con costosos seguros de salud.

“Ahora los estados tendrán una idea más clara de cómo pueden tomar la iniciativa y poner a disposición más opciones de seguros”, dijo el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, quien ha promovido una serie de esfuerzos para aflojar las regulaciones de seguros de salud establecidas a través de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés).

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Pero la última propuesta de la administración para debilitar los estándares de seguro se produce cuando el presidente Trump y los candidatos republicanos al Congreso están intensificando su intento de convencer a los votantes de que el Partido Republicano respalda la protección de los pacientes en la ley de 2010, a menudo llamada Obamacare.

La semana pasada, Trump afirmó en Twitter que “todos los republicanos apoyan a las personas con condiciones preexistentes”.

Y con solo dos semanas hasta la elección de mitad de período, los legisladores del Partido Republicano que votaron repetidamente en 2017 para revertir la ley de salud y sus protecciones insisten en que preservarán las reglas de condiciones preexistentes.

La nueva propuesta del Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento del Tesoro no eliminaría explícitamente las protecciones de la ley, que prohíben que los planes de salud nieguen la cobertura a personas con afecciones médicas preexistentes.

Pero el plan de la administración cambiaría dramáticamente las reglas establecidas por la ley de 2010 que fueron diseñadas para evitar que los estados debiliten estas protecciones.

“Los republicanos fracasaron en revocar y reemplazar la ACA el año pasado, pero esta nueva guía le da a los estados la flexibilidad para hacer gran parte ello por sí solos”, dijo Larry Levitt, vicepresidente senior de la organización sin fines de lucro Kaiser Family Foundation, que estudia los mercados de seguros de salud.

“La puerta ahora está abierta para que los estados consigan un fin a la ACA al crear un mercado paralelo con primas más bajas pero menos protecciones para las personas con condiciones preexistentes”, añadió Levitt.

Según la ley actual, los estados pueden solicitar permiso al gobierno federal para rediseñar sus mercados de seguros y mantener la asistencia médica federal siempre que el rediseño no reduzca el número de personas con cobertura de salud integral.

Esta barrera tenía la intención de evitar que los estados promulguen planes que dejen a los consumidores con una cobertura de seguro inadecuada, como ocurría con frecuencia antes de que se promulgara la ley de salud.

El nuevo plan cambiaría esta barrera de protección al respaldar las propuestas estatales que podrían hacer que las personas salgan de los planes de salud integrales a planes más limitados que no cubren beneficios tales como medicamentos recetados, servicios de salud mental y atención de maternidad, y que puedan negar la cobertura para afecciones médicas preexistentes mientras los residentes de un estado sigan teniendo acceso a un plan más completo.

“Esta guía se centra en la disponibilidad de una cobertura completa y asequible”, dice la administración en la propuesta. “Esto... garantiza que los residentes del estado que desean conservar una cobertura similar a la provista en la [ACA] puedan continuar haciéndolo, mientras que permiten que un plan estatal también brinde acceso a otras opciones que pueden ser más adecuadas para las necesidades del consumidor y más atractivas a muchos individuos”.

Eso significa que bajo esta nueva norma, los estados podrían mantener la ayuda federal disponible a través de la ley de atención médica, incluso si el número de residentes del estado en cobertura de salud integral disminuye.

La administración de Trump ya ha dado varios pasos importantes para hacer que estos planes más limitados estén más disponibles, emitiendo en 2018 dos regulaciones para aflojar los requisitos en los planes de salud.

El primero facilita que las personas y las pequeñas empresas se unan para formar los llamados planes de asociación de salud, o AHP por sus siglas en inglés, que no ofrecen un conjunto completo de beneficios de salud.

El segundo, que es aún más controvertido, permite a los consumidores que compran planes a corto plazo más limitados mantener la cobertura durante tres años, por encima del límite actual de tres meses.

Estas regulaciones han sido casi universalmente criticadas por los defensores de pacientes, grupos de médicos, asociaciones de hospitales y otros que trabajan en el cuidado de la salud. Advierten que los planes de salud menos completos, aunque potencialmente más baratos, pueden dejar a las personas con una cobertura inadecuada al tiempo que aumentan los costos para los estadounidenses más enfermos que necesitan planes que cubran un conjunto completo de beneficios.

Un análisis de Los Angeles Times sobre los comentarios oficiales presentados ante las agencias federales antes de que se emitieran los reglamentos finales, encontró que más del 98% o 335 de 340 de los grupos de atención médica que comentaron sobre la propuesta de salud a corto plazo, la criticaron, en muchos casos advirtiendo que la regla podría lastimar gravemente a los pacientes enfermos.

El reglamento de AHP generó críticas similares, ya que más del 95% de los 279 grupos de atención médica que presentaron comentarios sobre la regla propuesta expresaron serias preocupaciones o se opusieron abiertamente a ella.

Ambas regulaciones son ahora objeto de demandas legales que sostienen que las reglas de la administración de Trump son inconsistentes con la ley de salud de 2010.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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