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Kawhi Leonard jugó la carta de agente libre de la NBA a la perfección

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Hizo más que asegurar una opción alternativa en caso de que los Clippers no completaran el intercambio por Paul George que él puso en marcha.

Al obligar a los Lakers a esperar que decidiera dónde jugaría la próxima temporada, Kawhi Leonard se aseguró de ser la única otra superestrella a la que podrían acceder.

En retrospectiva, lo que Leonard hizo fue construir su propio equipo e impedir que los Lakers, que pronto serán su rival, construyeran el suyo.

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Las ramificaciones se hicieron evidentes poco después de que los Clippers llegaron a acuerdos para sumar a Leonard y George. Un titular en latimes.com transmitió la magnitud del desastre para Rob Pelinka simplemente con los hechos: “Los Lakers pierden a Kawhi Leonard, pero incorporarán a Danny Green, KCP”. Como si la ausencia de Leonard pudiera ser compensada por Green y Kentavious Caldwell-Pope, alias ‘el impuesto humano’ por LeBron James (Caldwell-Pope y James comparten el mismo agente).

Qué ingenioso por parte de Leonard. Qué retorcido, y también, qué entretenido.

Desde la perspectiva de los Lakers, Leonard realizó lo que se conoce como un giro de talón en la lucha libre profesional, sólo que fue sustancialmente más creativo de lo que un escritor de guiones de la federación WWE podría imaginar jamás.

El instinto de muchos propietarios y directivos centrales de la NBA será reducir el poder de los jugadores, que siguió aumentando esta temporada baja a medida que Leonard transformó a los Clippers en un contendiente de campeonato y Anthony Davis forzó un intercambio a los Lakers. Los intentos de limitar la influencia de los jugadores se harán bajo el disfraz de preocupación por la liga, asumiendo que la administración sabe bien cómo empaquetar su producto para los consumidores.

Sólo que no es así. La NBA es el reality show (espectáculo de telerrealidad) más grande del mundo y no hay un segundo que se le acerque, ni siquiera “Terrace House” (varias temporadas del programa japonés están en Netflix, algo para recordar la próxima vez que la NBA tenga un paro laboral).

Algunas franquicias sufren con este modelo. El último ejemplo es el Oklahoma City Thunder, que aceptó las demandas comerciales de George un año después de haber firmado con él un contrato por un salario máximo. Pero el sufrimiento es un término relativo. Los Thunder todavía son parte de una liga que es una sólida pieza cultural en este país.

En una era en que la amenaza de la exposición a las redes sociales convirtió a la mayoría de los atletas en un fastidio, la NBA descubrió inadvertidamente una vía fuera del campo de juego para mostrar sus personalidades. El béisbol podría aprender algo al respecto.

El movimiento de jugadores se convirtió en una ventana al sentir de las estrellas de la NBA.

Empoderados como ningún atleta en cualquier otro deporte -excepto quizás por el fútbol- los jugadores de básquetbol de alto nivel no tienen que aceptar condiciones laborales como sus contemporáneos en el béisbol y el fútbol americano.

Un ingrediente valioso es la manipulación, específicamente, cómo la NBA tiende a mirar para otro lado cuando los jugadores cometen la infracción. El supuesto subterfugio crea intriga. Cada diálogo previo al juego entre jugadores estrella en equipos opuestos se ve como un posible lanzamiento. Antes del fin de la temporada hay conversaciones generalizadas sobre cómo se construirán las listas para la siguiente.

Los persistentes rumores, la temporada pasada, de que Davis -quien también tiene el mismo agente que James- estaba a punto de mudarse a los Lakers destruyeron la armonía que existía en el equipo. Las mismas habladurías aseguraban que un equipo de 37 victorias seguiría siendo la franquicia más comentada en un mercado que incluye a los aspirantes a la Serie Mundial y al Super Bowl.

También se especuló con que Kevin Durant y Kyrie Irving estaban conspirando para unirse en Nueva York. La visión se concretó cuando unieron fuerzas con DeAndre Jordan. Lo inesperado fue que lo hicieron en los Brooklyn Nets, una opción que marcó el declive continuo de los New York Knicks.

Comparemos eso con el enfoque de la Liga Mayor de Béisbol (MLB). Las fuerzas del mercado han devaluado la agencia libre y le han quitado su entusiasmo, y la MLB ni siquiera permite que se acumule la expectativa. Poco después de que Bryce Harper firmara lo que en ese momento era un acuerdo sin precedentes con los Philadelphia Phillies, dijo que reclutaría a Mike Trout, quien sería elegible para convertirse en agente libre en un par de años. Pero los Angels actuaron rápidamente para asegurar que en su deporte no hubiera maniobras a sus espaldas y le pidieron a la oficina del comisionado que investigue a Harper por manipulación. Eso fue suficiente para disuadirlo de no mencionar más a Trout, ya que la MLB prohíbe la manipulación de cualquier tipo, incluso por parte de los jugadores.

Y el béisbol se pregunta ¿por qué está cada vez más marginado?.

El movimiento de Leonard creará, inevitablemente, más historias y más conversaciones. Leonard siempre será visto a través del prisma de su decisión de firmar con los Clippers en lugar de los Lakers, una elección que simboliza el alcance de su ambición y la profundidad de su confianza, así como su renuencia a ser un actor secundario en la producción de otra persona.

El pedido de George a los Thunder por un intercambio se interpretará ampliamente como un repudio a Russell Westbrook.

Leonard y George son nativos del sur de California, lo cual ha generado dudas sobre cómo se sienten con respecto a James, la falta de discreción de Magic Johnson y el drama ejecutivo de los Lakers.

Lo que digan Leonard y George es irrelevante. Sus acciones fueron declaraciones.

Esto es lo que vende la NBA: no sólo baloncesto, sino también una telenovela sin fin. Así que mientras la MLB se encamina a su receso de primeras figuras, la atención que una vez fue del béisbol ahora se está desviando a una liga que no reiniciará su actividad por tres meses.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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