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¿Hay pandillas secretas en el interior del Departamento del Sheriff? El condado debería investigarlo

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Una historia del Times, en julio pasado, informó sobre las denuncias de que grupos extraoficiales secretos de agentes del sheriff, violentos y tatuados, continúan operando en estaciones en todo el Condado de Los Ángeles y que es posible que hayan desempeñado un papel en un tiroteo fatal en 2016.

Los líderes del Condado reaccionaron con alarma y de manera apropiada , porque en general se pensaba que este tipo de grupos de oficiales habían sido eliminadas tras una serie de reformas varios años atrás.

Era necesario averiguar si habían regresado, o si de hecho nunca se habían ido. El entonces sheriff, Jim McDonnell, prometió una investigación y se reunió de inmediato con los abogados del condado, el inspector general y la Comisión de Supervisión Civil del Sheriff en un grupo de trabajo para llegar al fondo del asunto.

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Justo ahora, estamos conociendo sus hallazgos preliminares.

Fue sorprendente escuchar lo que la Junta de Supervisores y la comisión tuvieron que decir sobre el estado de la investigación en los últimos días. ¿se había completado? No. ¿Estaba avanzando? Algo parecido, pero no realmente. ¿Qué había pasado? Nadie estaba seguro.

El grupo de trabajo había acordado, en algún momento, contratar a un consultor para hacer el trabajo y habían pasado algunas semanas entrevistando a los candidatos, pero luego dejaban de hacerlo.

De alguna manera se vieron frenados por la elección del sheriff en 2018, aunque no está claro por qué sucedió así. El nuevo sheriff, Alex Villanueva, en el cargo desde diciembre, dijo que nadie le había informado sobre el proceso, ni le habían pedido que participara.

Mientras tanto, una pelea en septiembre pasado en la estación del sheriff del Este de Los Ángeles que involucró a un grupo de agentes que se hacen llamar Banditos provocó la hospitalización de algunos de los miembros más jóvenes del departamento, según lo informado por WitnessLA.com. Los agentes lesionados presentaron demandas legales contra el condado el mes pasado.

Esto fue demasiado para la idea de que los grupos extraoficiales y violentos ya no existían.

Villanueva dijo a la comisión de supervisión la semana pasada que con su fuerte liderazgo todo se arreglará.

“Pueden ahorrarse mucho dinero de sus investigaciones”, dijo Villanueva a la comisión, “porque la conclusión de todo el asunto será esa. Esto es un problema de bromas pesadas”.

Entonces, ¿no hay grupos extraoficiales de agentes? No, dijo el sheriff.

Hubo en la década de 1980, pero no ahora. Aún así, las comunidades creen que están siendo víctimas de esos grupos, dijo un comisionado. A lo que Villanueva dijo que el comisionado no sabe lo que piensa la comunidad porque no ha realizado una encuesta estadísticamente válida.

Esta es una combinación de terror y farsa.

El Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles tiene un largo historial de grupos de agentes violentos a partir de la década de 1970 y el problema no ha sido únicamente molestar a compañeros de trabajo lo que algunas veces se ha salido de control.

Esto también se trata de agentes que maltratan a miembros de la comunidad.

En 1991, un juez federal calificó a un grupo de la estación de Lynwood llamado “Vikings”, una “pandilla neonazi de supremacía blanca” que cometió actos inconstitucionales, secretamente autorizados por los líderes del departamento.

Otras de esas pandillas fueron destacadas por la histórica Comisión Kolts en 1992 y nuevamente por la Comisión de Ciudadanos sobre Violencia en la Cárcel en 2012.

Los oficiales de la Cárcel Central de Hombres en “competencia” pelearon entre sí y golpearon brutalmente a los presos e incluso a los visitantes sin una causa justa.

El condado continúa pagando cientos de millones de dólares a los demandantes, tanto dentro como fuera del departamento, que dicen que han sido víctimas de agentes que actúan como parte de grupos extraoficiales como los Banditos.

Una agente dijo que fue agredida y acosada después de rechazar una demanda por sexo de los Banditos.

Una investigación del 2013 llevó al despido de siete oficiales asociados con el grupo Jump Out Boys, cuyo tatuaje mostraba un esqueleto sosteniendo un revólver. Los agentes involucrados en los disparos alteraban sus tatuajes para agregar nuevas oleadas de humo provenientes del arma.

Varios informes y estudios han concluido que los grupos extraoficiales de agentes de vigilancia (o subgrupos, pandillas, o como quieran llamarlos) dirigen sus estaciones, se burlan de la dirección de la sede del departamento, protegen a sus miembros con un código de silencio y fomentan el uso de la fuerza contra los miembros de la comunidad como parte de sus iniciaciones.

Estos son problemas fundamentales en la vigilancia policial, y el hecho de no completar un informe sobre estos grupos, en el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, es un fracaso fundamental del liderazgo y la supervisión.

Ese último fracaso, al menos, puede remediarse rápidamente. La supervisora, Hilda Solís, exigió que el esfuerzo por obtener respuestas se reanude. Es increíble que tal recordatorio fuera necesario. Es esencial que se complete un estudio competente –a la brevedad.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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