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Grupos humanitarios solicitan ayuda para albergar a familias migrantes

A temporary migrant shelter opened in late October to house migrant families seeking asylum is now in danger of closing without donations. The San Diego Rapid Response Network had been providing food, water, shelter, legal services, and transportation.
A temporary migrant shelter opened in late October to house migrant families seeking asylum is now in danger of closing without donations. The San Diego Rapid Response Network had been providing food, water, shelter, legal services, and transportation.
(John Gastaldo / The San Diego Union-Tribune)
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SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

El gobierno federal está dejando a familias migrantes en las estaciones de autobuses Greyhound por todo San Diego, y las organizaciones humanitarias locales no cuentan con los espacios o recursos necesarios para atenderlos.

Recientemente, San Diego Rapid Response Network, una coalición de organizaciones de derechos humanos, servicios y organizaciones religiosas, pidió a representantes locales y regionales que los ayuden para obtener un refugio permanente para estas familias migrantes a través de una campaña en el sitio GoFundMe.

“Solos, ya no podemos hacerlo”, expresó Norma Chávez-Peterson, directora ejecutiva de la ACLU en los condados de San Diego e Imperial.

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Desde el jueves 25 de octubre, aproximadamente 1,700 migrantes han pasado por los refugios de emergencia de la Red de Respuesta Rápida. Debido a que la coalición no cuenta con un albergue permanente han tenido que mudarse de refugio cinco veces en las últimas seis semanas.

De todos los que han solicitado asilo hasta el momento, ninguno es miembro de la caravana de inmigrantes centroamericanos que llegó a Tijuana en noviembre.

Chávez-Peterson afirma que la operación del refugio de emergencia cuesta aproximadamente 350 mil dólares mensuales, y el albergue solo puede alojar a las personas un promedio de 48 horas, mientras hacen los arreglos necesarios para viajar hacia donde están sus familiares.

La Red de Respuesta Rápida estableció el refugio de emergencia cuando el gobierno federal anunció que daba por terminado su programa Safe Release o liberación segura, el cual les otorgaba un par de días a las familias migrantes en busca de asilo, para que ubicarán a sus familiares en Estados Unidos y tuvieran tiempo de coordinar su viaje.

La noche del 25 de octubre, la Red de Respuesta Rápida recibió en su línea de emergencia de 24 horas la llamada de una persona, quien afirmó haber visto que una camioneta de Seguridad Nacional (DHS) dejó a unos 30 inmigrantes en una estación de autobuses Greyhound en Commerce y 13th Street en el centro de San Diego, dijo Chávez-Peterson.

Desde entonces, unos 200 voluntarios estuvieron yendo durante dos semanas a las estaciones de Greyhound en El Cajón, San Diego y San Ysidro para recoger a familias de inmigrantes solicitantes de asilo dejadas ahí. Hace cuatro semanas el gobierno federal comenzó a coordinarse con la coalición para la hora en que dejaría personas.

Pero algunas personas todavía quedan a la deriva, dijeron representantes de los refugios.

“Hubo una vez que una madre con dos niños como de 4 y 6 años, de alguna manera se nos perdieron”, dijo Chávez-Peterson. Entonces “ella tuvo que pasar la noche en este callejón en San Ysidro y un conserje de McDonald’s nos llamó por la línea de emergencia”.

Miembros de la coalición se reunieron con representantes de la ciudad y el condado de San Diego el miércoles 5 de diciembre. Están pidiendo un refugio permanente, al menos para los próximos tres meses, con capacidad suficiente para 200 personas.

La coalición también necesita recursos que ayuden con la operación de emergencia, y es ahí donde entra la campaña en GoFundMe. El jueves 15 de noviembre la Red lanzó una campaña para recaudar 150 mil dólares. Hasta el 5 de diciembre por la noche se habían recaudado casi 90 mil dólares.

“El dinero se está utilizando para gastos de personal, para rentar baños portátiles y para pagar parte de la seguridad”, explicó Chávez-Peterson. “La gente está recibiendo un poco de dinero en efectivo, muchos están en un autobús por tres o cinco días. La mayoría de ellos van al este del Mississippi”.

Si el gobierno o los líderes civiles no redoblan esfuerzos y financian a la coalición, cientos de familias migrantes no tendrán a dónde ir.

“Si las organizaciones no hubieran intervenido, habríamos tenido a 1,700 personas en las calles de San Diego en las últimas seis semanas”, indicó Chávez-Peterson.

Solís escribe para el U-T.

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