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Expertos advierten que más de un millón de niños podrían no ser contados en el censo de 2020

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Casi un cuarto de los niños menores de cinco años del país corren el riesgo de no ser contados en el censo de 2020, algo que podría tener serias implicaciones para el bienestar de los pequeños en Estados Unidos, según un estudio reciente de la Annie E. Casey Foundation.

El problema ha empeorado en las últimas cuatro décadas, remarcaron los expertos. En 2010, el censo no contó a casi un millón de menores de cinco años. Los especialistas advierten que el número podría ser mayor en 2020.

“El recuento insuficiente de niños pequeños se ha agravado en todos los censos desde 1980. Sin intervención, ello empeorará en el censo de 2020”, señaló Laura Speer, directora asociada de reforma de políticas y defensa de la Casey Foundation, y coautora del informe.

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A continuación, un vistazo más profundo sobre las razones por las cuales los pequeños no han sido contados y lo que está en juego en el censo de 2020.

¿Cuáles son los chicos que corren más riesgo de no ser tomados en cuenta?

Los niños de color y los de bajos ingresos corren mayor riesgo, al igual que los pequeños inmigrantes, según el estudio.

Hay cerca de 17 millones de personas en Estados Unidos que viven en hogares con al menos una persona que se encuentra indocumentada en el país, según el estudio; la decisión de incluir una pregunta vinculada con la ciudadanía en el censo de 2020 podría aumentar los temores de los inmigrantes que carecen de ese estatus, y disuadir a esas familias de completar el cuestionario.

“El problema de la ciudadanía es que realmente no sabemos cuál será el impacto”, advirtió Speer. “Podría hacer que las familias se sientan inseguras al completar el formulario”.

Según los expertos, es menos probable el recuento de pequeños que viven con padres que se mudan frecuentemente o que están desamparados, porque para ellos es más difícil responder a la encuesta.

¿Por qué los niños pequeños no son bien contados en el censo de EE.UU.?

Hay muchas razones que explican esta tendencia.

Un informe de la Oficina del Censo de EE.UU. realizado en 2014, descubrió que los tutores que cuidan a pequeños que no son sus hijos -como abuelos o parientes lejanos-, por ejemplo, no estaban seguros de cómo responder a las preguntas del censo.

La barrera del idioma fue otra razón, indicaron analistas de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Entre los inmigrantes más recientes o las familias que viven en vecindarios donde el inglés no es el idioma principal, el informe detectó que las personas tenían más probabilidades de estar confundidas sobre si incluir al menor o no.

Ron Jarmin, director interino de la Oficina del Censo, afirmó recientemente que la agencia presentó algunas soluciones para mitigar el problema.

La redacción del cuestionario del censo se ha modificado para ayudar a despejar la confusión de los tutores que cuidan de pequeños que no son sus hijos.

La agencia también planea lanzar una campaña en línea destinada a educar a los hogares con niños pequeños sobre la importancia de contarlos en la encuesta.

¿Por qué los expertos temen que más niños no sean correctamente censados en 2020?

La Oficina del Censo de Estados Unidos sufrió recortes presupuestarios en los últimos años, lo cual ha impedido que la agencia pueda llevar a cabo pruebas de campo en comunidades de difícil acceso, detalló Speer.

Según el estudio, la oficina “canceló las pruebas de campo programadas para Puerto Rico y las reservas indígenas estadounidenses en 2017”, y también suspendió una prueba que “simula todo el proceso del censo” en áreas rurales con acceso irregular a internet.

Para agravar este hecho, el censo de 2020 se realizará mayormente en línea. Para los hogares de bajos ingresos o las personas que no tienen acceso regular a internet, responder podría ser más difícil.

En un blog escrito el 2 de julio pasado, Jarmin reconoció que en 2010 los niños pequeños no fueron contados correctamente y que siguen siendo vulnerables a no ser tenidos en cuenta en 2020.

“La Oficina del Censo ha estado trabajando diligentemente durante años para garantizar que no ocurra una subestimación de esta magnitud nuevamente en 2020”, escribió Jarmin. “Obtener un recuento preciso de los pequeños permite hacer proyecciones más precisas para muchas necesidades críticas de servicios de apoyo, como educación y atención médica”.

¿Qué hay en juego si los menores no son bien contados?

El recuento insuficiente de niños tiene implicaciones en la vida real para los menores de todo el país. Alrededor de 300 programas federales dependen de los datos del censo para su financiación. Según el estudio, la información del censo se utiliza para asignar más de $800 mil millones al año a iniciativas federales. Si no se cuenta a los niños pequeños, eso significa que se asignará menos dinero a los programas financiados con fondos federales, como Medicaid y Head Start.

Ello podría tener efectos a largo plazo, advirtió Patrick McCarthy, presidente y director ejecutivo de la Casey Foundation. “Si no contamos a los chicos, hacemos que sus necesidades sean invisibles y su futuro incierto”, remarcó en una declaración reciente. “Un recuento insuficiente del censo mayor dará lugar a aulas superpobladas, al cierre de programas de Head Start, a salas de emergencia de hospitales con poco personal y a más niños sin atención médica”.

Un desafortunado efecto colateral es que los chicos con más posibilidades de ser subestimados -los de familias de bajos ingresos, inmigrantes o niños de color- son los que tienen más por perder, destacó Speer. “Muchos de los programas a los que se destinan esos fondos son los que utilizan los niños pequeños vulnerables”.

¿Se puede hacer algo antes de 2020?

Hay mucho en juego y el tiempo se acaba, pero los expertos siguen siendo optimistas. “En el lado positivo, la oficina es consciente del problema”, aclaró Speer. “Sin embargo, los problemas iniciales de financiación y la incorporación de la pregunta sobre la ciudadanía son las principales amenazas para paliar el recuento insuficiente de niños pequeños”.

Es por eso que Speer y otros expertos recomendaron que los legisladores financien completamente la Oficina del Censo para que esta pueda mejorar sus iniciativas de divulgación. También destacaron que los grupos estatales y comunitarios deberían invertir tiempo en educar a la gente sobre la importancia de contar a los pequeños en la próxima encuesta.

“No es demasiado tarde para garantizar un censo que conduzca a una financiación, representación y a programas adecuados para el desarrollo sano y continuo de los niños”, remarcó McCarthy. “Pero les corresponde a los legisladores, a las comunidades y a la nación asegurarse de que cada chico sea contado y tenga importancia”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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