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Ex-abogado de Trump podría decir todo lo que sabe ante el Congreso

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| WASHINGTON

Después de más de una década como el guardián de los secretos de Donald Trump, Michael Cohen ha estado dando a conocer numerosos detalles sobre los negocios privados del presidente, los intereses extranjeros y las supuestas amantes de los fiscales federales en Washington y Nueva York.

Pero aparte de los breves comentarios manifestados en la sala donde se declaró culpable de varios delitos y recibió una sentencia de tres años de prisión, el ex abogado del presidente no ha hablado públicamente de lo que ahora llama los “actos sucios” de Trump.

Es probable que eso cambie este miércoles, cuando Cohen testifique ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes en una audiencia que podría ser la más perjudicial para un presidente desde que el ex asesor jurídico de la Casa Blanca John Dean ayudó a derribar a Richard Nixon durante el escándalo de Watergate.

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“Podría ser un testigo muy devastador”, dijo Dean, de 80 años, quien pasó de ser el asistente presidencial a testigo estrella hace más de cuatro décadas.

Cohen, ex abogado y mano derecha de Trump trabajó como alto ejecutivo en la Organización Trump durante un período, que está ahora bajo un intenso escrutinio, tanto por parte de los fiscales como de los investigadores del Congreso. Los legisladores quieren preguntarle sobre las finanzas de la campaña de Trump, las declaraciones de impuestos aún secretas y la fundación caritativa ya cerrada, entre otros temas.

Con los demócratas controlando la Cámara, se espera que el testimonio de Cohen avive la mecha sobre meses o años de investigaciones del Congreso sobre la administración, la campaña y los negocios de Trump.

Al igual que Dean con Nixon, Cohen, de 52 años, tuvo la mala experiencia de trabajar directamente con Trump para sofocar la disidencia, socavar a los opositores y, según los fiscales, violar la ley. Su voluntad de cooperar con las fuerzas de seguridad ha enfurecido a Trump, quien lo llamó “rata” en diciembre.

Dean y Cohen develaron sus delitos de manera similar.

Dean, que delató las fechorías de la Casa Blanca ante el Comité Watergate del Senado y cumplió condena en prisión, escribió un libro de memorias llamado “Blind Ambition”. Cohen le dijo a un juez federal que cometió crímenes para Trump por “lealtad ciega”.

El testimonio de Cohen llega cuando Washington se prepara para el informe final del abogado especial Robert S. Mueller III, quien ha estado investigando los vínculos entre la campaña de Trump y los esfuerzos encubiertos de Moscú para interferir en las elecciones presidenciales filtrando correos electrónicos piratas del Partido Demócrata y publicando desinformación en los medios sociales.

Como consecuencia de esa investigación, Cohen ha admitido haber ayudado con los pagos ilegales por la cifra de $280.000 para hacer callar a dos mujeres que afirmaban haber tenido relaciones con Trump.

También estuvo involucrado en un esfuerzo infructuoso para desarrollar un complejo hotel-condominio en Moscú. Mueller obtuvo una declaración de culpabilidad de Cohen por mentir al Congreso sobre el acuerdo.

Cohen podría no tener la necesidad de profundizar en la investigación sobre Rusia este miércoles, puesto que, probablemente, deba responder esas preguntas este martes y jueves cuando testifique a puerta cerrada ante las comisiones de inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado.

El representante Jamie Raskin (demócrata de Maryland), miembro del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, dijo que quería investigar las prácticas comerciales de la Organización Trump, empresa privada del presidente y por la que ha luchado para protegerla del escrutinio.

“Supongo que Michael Cohen tiene mucho que contar”, dijo.

Trump ha dicho que no está preocupado por el testimonio de Cohen. Cuando su ex abogado visite el Capitolio, el presidente estará en Hanoi, Vietnam, para su segunda cumbre con Kim Jong Un, el dictador norcoreano.

Cohen quien se presentará en prisión el 6 de mayo, además de mentir al Congreso, se ha declarado culpable de otros seis cargos: evasión de impuestos, fraude bancario y violaciones de la financiación de campañas.

Las violaciones en la financiación de campaña de Trump, están ligadas al papel de Cohen en la organización de pagos monetarios para silenciar a dos mujeres que dijeron tener relaciones con Trump. Los pagos, que según los fiscales fueron dirigidos por Trump, violaron la ley porque tenían la intención de influir en la elección y no fueron divulgados adecuadamente.

Cohen pagó $130.000 a Stormy Daniels, una estrella de cine para adultos, usando una línea de crédito, lo cual fue reembolsado más tarde por la compañía de Trump. También arregló un pago de $150.000 a Karen McDougal, una ex modelo de Playboy, y al National Enquirer, un tabloide dirigido por un aliado de Trump.

Los aliados de Trump han pasado meses atacando a Cohen en un intento de borrar cualquier credibilidad que tenga.

“Si se siente entre la espada y la pared, mentirá a más no poder. Porque ha mentido toda su vida”, dijo Rudolph W. Giuliani, uno de los abogados de Trump y ex alcalde de Nueva York, en CNN el año pasado.

Giuliani y el presidente también sugirieron que Cohen ocultaba crímenes cometidos por su suegro.

Cohen citó esas alegaciones cuando demoró su testimonio ante el Congreso, que estaba programado originalmente para el 8 de febrero. Su abogado atribuyó el aplazamiento a las “continuas amenazas contra la familia [de Cohen] por parte del presidente Trump y del Sr. Giuliani”.

No se sabe si Cohen compartirá nuevos episodios escandalosos del pasado de Trump después de su juramento.

Pero como Dean aprendió durante el escándalo de Watergate, las audiencias pueden ser impredecibles.

“Muchas de las cosas sobre las que testifiqué, no tenía idea del impacto que tendrían”, dijo Dean. “Nunca se sabe hasta dónde llegarán las cosas”.

Lo más importante que Dean manifestó al comité de Watergate fue que sospechaba que el presidente lo estaba grabando en la Oficina Oval. Alexander Butterfield, ex asistente adjunto de Nixon, confirmó posteriormente a los investigadores que existía un sistema secreto de grabación.

“Todos estábamos conmocionados”, dijo Rufus Edminston, el abogado adjunto del Comité Watergate del Senado.

Nixon luchó contra una citación por las grabaciones, pero perdió en la Corte Suprema. Las grabaciones revelaron su papel directo en el encubrimiento del allanamiento de Watergate, y renunció en agosto de 1974 cuando quedó claro que el juicio político era inevitable.

“John Dean fue un personaje fundamental, y el que puso en marcha la desaparición de la presidencia de Richard Nixon”, dijo Edminston.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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