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El sospechoso de ser el Golden State Killer debe proporcionar nuevas muestras de ADN y huellas dactilares

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Un juez del condado de Sacramento dictaminó el jueves 3 de mayo, que el supuesto asesino conocido como Golden State Killer, no puede negarse a entregar más muestras de ADN, huellas dactilares y fotografías de su cuerpo solicitadas por las autoridades como parte de su investigación.

En el fallo, el juez estuvo de acuerdo con los fiscales que argumentaron que la evidencia que las autoridades buscaban era parte de una orden de allanamiento que fue aprobada por un juez, y no equivalía a una autoincriminación.

Joseph James DeAngelo, de 72 años, es sospechoso de violar a 46 mujeres y matar al menos a una docena de personas. Fue arrestado en su casa en los suburbios de Sacramento el 24 de abril, pocos días después de que las muestras de ADN recopiladas clandestinamente por la policía, lo vincularan con crímenes atribuidos al asesino Golden State Killer y al violador del área Este.

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El abogado de DeAngelo presentó una moción a principios de esta semana para evitar que los investigadores del Sheriff tomaran muestras adicionales de ADN, huellas digitales y fotografía de su cuerpo, incluidos sus genitales.

“El gobierno buscó una orden emitida antes del arresto y la acusación”, argumentó la abogada defensora Diane Howard en la presentación. “Pero el derecho del gobierno a una investigación sin restricciones se ve obstaculizado por cuestiones constitucionales que afectan el derecho a un juicio justo y el derecho a un abogado”.

Durante más de 40 años, las fuerzas del orden público de California y sus alrededores buscaron al hombre que aterrorizó el área Este de la bahía, Sacramento y el sur de California, en las décadas de 1970 y 1980.

Los fiscales argumentaron que obtuvieron ADN adicional, huellas dactilares y las fotografías como parte de una orden de registro que el juez firmó el 24 de abril y que otorgaron a DeAngelo.

“En el caso presente, obtener las huellas principales de los casos del acusado y su muestra de ADN no requiere que él acepte o diga siquiera una palabra”, escribieron los fiscales. “Del mismo modo, tomar fotografías de su persona no requiere que el acusado comparta sus pensamientos y creencias con las autoridades”.

Los defensores públicos han argumentado que ahora DeAngelo está acusado de asesinato, la policía debe pasar por el tribunal y seguir el protocolo para recopilar dichas evidencias.

El juez Michael Sweet, sin embargo, dictaminó que la recolección de tal evidencia fue aprobada antes del arresto de DeAngelo en una orden de registro firmada por un magistrado.

Esa orden de búsqueda se encuentra entre los documentos que permanecen sellados en el caso. The Times y otras organizaciones de noticias han presentado una moción para que se abra la orden de allanamiento. El 14 de mayo aparecerá D’Angelo en la corte.

Hasta el momento, las autoridades han garantizado el silencio sobre las pruebas que relacionan a DeAngelo con los asesinatos.

Con el paso de los años, Golden State Killer fue ampliamente conocido en diferentes partes del estado con los sobrenombres de Original Night Stalker, East Area Rapist y Visalia Ransacker.

Sus crímenes comenzaron con robos violentos en Visalia y empezó a cometer violaciones alrededor del condado de Sacramento, y luego violaciones y asesinatos en el sur de California a fines de 1979. Fue entonces que las autoridades iniciaron la búqueda.

No fue hasta que la tecnología del ADN avanzó dos décadas después, que las autoridades concluyeron que todos los crímenes fueron cometidos por la misma persona.

Y no fue hasta que un investigador adoptó un enfoque novedoso -y hasta cierto punto polémico- al enviar el ADN del asesino a una base de datos de genealogía pública, que los investigadores supieron por dónde empezar a buscar.

El rastro familiar condujo a DeAngelo, dijeron los funcionarios. Los detectives luego reunieron dos muestras de ADN separadas de DeAngelo, las que según dijeron, fueron recogidas en las escenas del crimen. Posteriormente, lo llevaron bajo custodia.

En la audiencia del jueves, DeAngelo fue encadenado a una silla de ruedas y entró en la sala del tribunal. No habló con el juez, pero intercambió palabras con la defensora pública Diane Howard, que a menudo le ponía una mano en el hombro. DeAngelo pareció cansado durante la lectura de cargos en su contra una semana atrás, pero este 3 de mayo se le vio más alerta.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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