Anuncio

El lujoso avión presidencial de México llega a California para su venta

Share

El avión presidencial de México, un lujoso Boeing 787-8 Dreamliner equipado con monitores de pantalla plana, salas de reuniones ejecutivas, cuartos para dormir y una ducha, llegó a California.

Sin embargo, el presidente que recién tomo posesión en México, Andrés Manuel López Obrador, no estaba a bordo.

El avión, comprado por México en 2012 por $ 218.7 millones, está destinado a la venta, y será una víctima de alto perfil de las promesas del presidente para recortar los gastos oficiales.

Anuncio

“No entraré en el avión presidencial”, prometió López Obrador repetidamente durante la campaña, que estuvo marcada por su promesa de un estilo de gobierno más austero y el fin de la corrupción largamente arraigada.

En su feroz oratoria, el avión presidencial se convirtió de un transporte lujoso a un ostentoso símbolo de los excesos vinculados a la “mafia del poder”, la camarilla de élite que el presidente dice que ha gobernado México durante décadas.

“Mi cara se llenaría de vergüenza... por entrar en un avión tan lujoso en un país con tanta pobreza”, declaró López Obrador.

El avión se utilizó para transportar al ex presidente Enrique Peña Nieto en numerosos viajes de estado, tanto nacionales como extranjeros.

Un día después de asumir el cargo, López Obrador voló en una línea comercial al estado de Veracruz, posando en la pista para tomarse fotos con el capitán y la tripulación.

Los medios mexicanos publicaron fotos de López Obrador en el aeropuerto como cualquier otro pasajero, acompañado por ayudantes y un discreto contingente de seguridad.

“Vamos a vender todos los aviones y helicópteros que usaron los políticos corruptos”, dijo en Xalapa, la capital del estado de Veracruz.

Los informes de la corrupción oficial en México inevitablemente involucraron episodios de políticos deshonestos, entre ellos el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, que ahora cumple una condena de nueve años de prisión por corrupción, transportándose en los aviones oficiales durante las vacaciones y viajes para ir de compras personales.

El nuevo gobierno de México ha anunciado planes para vender una flotilla de unos 60 aviones oficiales y 70 helicópteros.

El avión presidencial, llamado José María Morelos y Pavón, despegó el 3 de diciembre para lo que los funcionarios dijeron que sería su salida final del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.

Su destino era el Aeropuerto de Logística del Sur de California en Victorville, un centro de aeronáutica en el sitio de la antigua Base Aérea de George en el Desierto de Mojave. Allí, dijeron funcionarios mexicanos, será evaluado para su venta.

La página oficial de Facebook del gobierno resaltó esta noticia como una celebración, como un anuncio clasificado, empleando un lenguaje adecuado para las publicaciones de bienes raíces que ponen a la venta las mansiones de las estrellas de cine de Hollywood.

“¡Se va a California y se está poniendo a la venta!”, declaró el gobierno, describiendo el “tipo” de avión como “presidencial”, “muy lujoso” y “semi-nuevo”.

Acompañando a la publicación había imágenes del avión bimotor en su hangar y detalles de algunas de sus comodidades: asientos acolchados y espaciosos, una cama king-size y una amplia cómoda con lo que parecía ser un lavamanos de mármol al lado.

Un equipo de la Fuerza Aérea Mexicana voló el avión a California.

Las ganancias de la posible venta del avión presidencial y otras aeronaves se destinarán al “desarrollo social”, dijo López Obrador, quien presentó un programa expansivo al estilo del ‘New Deal’ para la construcción de infraestructura, creación de empleos, pensiones, subvenciones y becas durante su discurso de toma de posesión.

No está claro cuánto obtendrá México por el avión ya depreciado, si necesitará un amplio reacondicionamiento y cuánto tiempo tomará venderlo, mientras el gobierno paga por el alquiler del hangar en Estados Unidos.

Una evaluación encargada por el gobierno en 2016 que respaldó el mantenimiento del avión, estimó que la aeronave podría perder entre un 30% y un 60% de su valor si se vendiera.

Algunos cuestionan si todo este hecho es más un episodio de relaciones públicas que un ahorro de costos.

“No entiendo”, escribió Alejandro Hope, columnista del periódico El Universal, en un mensaje de Twitter. “¿Por qué no dejarlo en su hangar [mexicano] donde no hay renta?”

Enviar el avión a California para su evaluación y venta “maximizará el valor” de la aeronave, dijo a la prensa Carlos Urzúa Macías, el nuevo secretario de Hacienda de México.

López Obrador también ha renunciado a otra ventaja del poder presidencial: Los Pinos, el extenso complejo presidencial en el parque arbolado de Chapultepec al oeste del centro de la ciudad.

Las puertas de la antigua residencia presidencial fuertemente vigilada se abrieron al público el fin de semana pasado, atrayendo a decenas de visitantes.

El nuevo presidente dijo que tiene la intención de permanecer por ahora en su hogar privado en un distrito de clase media de la capital, pero finalmente se mudará a un apartamento en el Palacio Nacional en el centro de la Ciudad de México.

Durante su campaña, López Obrador dijo que la residencia oficial en Los Pinos enviaba “malas vibraciones” y que estaba “encantada” y se convertiría en un espacio público para exhibiciones de arte y espectáculos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio