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El comisionado de protección fronteriza discute la ‘tolerancia cero’, las separaciones familiares y cómo desalentar la inmigración

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El régimen nacional de inmigración cambió significativamente cuando la administración Trump implementó una controversial política de “tolerancia cero”, para acusar penalmente y detener a más inmigrantes que cruzan la frontera sin autorización, separando a los padres de los niños.

Tantos inmigrantes están siendo detenidos, que el gobierno federal anunció planes de albergar a los menores en bases militares y a los adultos en cárceles federales, la más grande de ellas ubicada en Victorville, California. Al mismo tiempo, el número de inmigrantes atrapados al cruzar la frontera sur se mantuvo estable en los últimos tres meses.

Discutimos estas noticias con el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, Kevin McAleenan, durante su visita a los agentes en el Valle del Río Grande, en Texas, el epicentro de la migración en los últimos años.

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La entrevista fue editada en aras de su extensión y claridad.

¿Por qué vino al Valle del Río Grande este mes y el pasado (mayo y junio), y qué aprendió de sus visitas?

Se trata de nuestro sector más activo en toda la frontera en cuanto a cruces no permitidos entre los puertos de entrada de la Patrulla Fronteriza. Es el sector con mayor cantidad de narcóticos contrabandeados entre todos los puertos de entrada, y es uno de nuestros puntos más críticos desde Laredo hasta Brownsville, con los ocho puertos de entrada, en términos de comercio y viajes que fluyen a través de nuestros puertos.

El 10% de mi fuerza de trabajo se encuentra entre Laredo y Brownsville, y es un lugar importante para visitar. Y, de nuevo, es nuestro punto más activo. Por lo tanto, debo estar a la altura de los desafíos a los que se enfrentan nuestros hombres y mujeres, comprenderlos, entender qué recursos necesitan, cómo los afectan las decisiones de políticas, para asegurarme de estar al tanto.

¿Puede decir algo sobre cuántos inmigrantes fueron atrapados cruzando la frontera sur sin autorización, en mayo? La cifra debería incluir a los detenidos que ingresaron al país sin permiso y a los “inadmisibles” que solicitan asilo.

Hemos tenido niveles constantes de detenciones y cruces inadmisibles desde marzo. Marzo y abril estuvieron prácticamente nivelados en 50,000 personas, tanto de los detenidos en los puertos de entrada -entre 36,000-37,000 individuos-, como de los inadmisibles -entre 12,000 y 13,000-. Así que nos mantenemos día a día en esos niveles, lo cual presenta una serie de desafíos operacionales.

¿Ha tenido algún impacto la “tolerancia cero” o es demasiado pronto para afirmarlo?

Es muy pronto para decir si la mayor posibilidad de aplicar consecuencias a los cruces sin autorización de la frontera [tendrá impacto], y qué efecto tendrá en el tráfico [de individuos] que viene hacia nosotros. El ciclo de contrabando es de 25 a 30 días, desde que una familia o una persona toma la decisión en Centroamérica de viajar a Estados Unidos y comienza ese recorrido con la agrupación de contrabando. Por lo tanto, la iniciativa de tolerancia cero no ha estado activa el tiempo suficiente para realmente evaluar cómo está afectando la toma de decisiones de quienes intentan ingresar a nuestro país.

¿Y qué ocurre con otros impactos de la tolerancia cero? ¿Hay espacio suficiente para mantener a la gente en las áreas de espera temporal?

La Patrulla Fronteriza de EE.UU. manejó un sistema de consecuencias durante una década, más o menos. Siempre intentaron aplicar las consecuencias apropiadas para quien ingresa sin autorización al país. Si se trata de alguien que ha cometido un delito en EE.UU. -que regresa por segunda o tercera vez-, debemos asegurarnos de que la persona sea procesada y que el tema se resuelva mediante una repatriación exitosa.

Así que hemos realizado un número significativo de acusaciones en el pasado en algunas áreas de la frontera, con tribunales y fiscales de EE.UU. que tienen más habilidades. El sector de Del Río... ha sido un firme defensor de la Operación Streamline [que procesa rápidamente a los inmigrantes en el sistema judicial federal]. Ahora hay más procesamientos que ocurren rutinariamente. Entonces, la noción de aumentar las consecuencias, de incrementar las acusaciones para aquellos que cruzan sin autorización, no nos es ajena.

Qué significa [tolerancia cero]: que acusamos más cuando no eximimos las categorías de personas que cruzan sin permiso de la acusación penal; que tenemos procesos adicionales para llevar a cabo con quienes están por ser acusados. Hay diferentes formas y sistemas que tenemos que usar para establecer una acusación para la oficina del fiscal de EE.UU. Se trata de un esfuerzo de procesamiento adicional. Pero la intención es disuadir el cruce en todos los puertos de entrada, lo cual es peligroso para las personas.

Este año (2018) hemos aumentado significativamente los rescates en el sector del Valle del Río Grande para aquellos que están en peligro. Todos hemos visto los casos de camiones con remolques, donde las organizaciones de contrabandistas ponen en riesgo a las personas ubicándolas en la parte trasera de un vehículo, con un calor de 100 grados y alta humedad. Eso es extraordinariamente peligroso. También se les paga a los contrabandistas mucho más dinero para cruzar sin autorización, algo que fortalece a las organizaciones criminales transnacionales que están amenazando la seguridad de los ciudadanos mexicanos en nuestro sur y la seguridad del gobierno de México. Esperamos que incrementar los fiscales disuada eso.

¿Pueden lidiar con la cantidad de personas que están siendo arrestadas ahora? Ha habido informes sobre brotes de enfermedades. ¿Qué lecciones aprendió el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos de la afluencia de migrantes en 2014?

Aprendimos muchas lecciones de 2014 y hemos creado diferentes procesos, incluido el Centro de Procesamiento Central [en McAllen, Texas], para ayudar a manejar los diferentes flujos. No constatamos un problema de brote significativo. No hemos visto un aumento importante en el tiempo de las detenciones. Es esencialmente el mismo número de personas; solo están siendo manejadas de manera diferente. Algunos de ellos pasan tiempo bajo la custodia de los alguaciles de EE.UU., en lugar de ir directamente a ICE, donde son trasladados finalmente después de ser procesados. Entonces, se trata de un conjunto de pasos distintos, pero no es un cambio drástico a nivel general.

¿Cómo manejan las separaciones familiares?

Todavía tenemos a los niños en el mismo lugar donde manteníamos a los menores no acompañados.

Es realmente importante que los lectores entiendan la diferencia entre el concepto de separación familiar y el enjuiciamiento de adultos que cruzan la frontera sin autorización, incluso si traen consigo a niños.

No tenemos una política de separación administrativa. No hacemos eso. Las familias o personas que cruzan como grupo, como unidad familiar, son separadas solo si los adultos son acusados o si el agente determina que no existe tal relación familiar, lo cual ha sucedido varios cientos de veces en el sector este año.

Vemos un intento de los traficantes y de quienes cruzan, de tratar de explotar las lagunas creadas por las decisiones judiciales que no permiten que ICE detenga a los grupos familiares durante la totalidad de su proceso de inmigración; hay que liberarlos dentro de los 20 días. Ello incentiva a algunas personas a fingir ser familias, incluso cuando no es así. Eso ocurrió 600 veces solo en el sector del Valle del Río Grande este año fiscal.

Estamos procesando a los padres; para los fiscales, están separados temporalmente. Entonces se les traslada a los alguaciles de EE.UU., y serán procesados por la oficina del procurador de Estados Unidos. Luego son detenidos por ICE mientras el menor es enviado a Servicios de Salud y Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), y quedan bajo la custodia de esa agencia.

Entonces, ¿eso está incentivando a las personas a venir de forma fraudulenta con niños?

Esa es la laguna sobre la captura y liberación, debido a la interpretación del acuerdo de Flores [una demanda colectiva de 2015] por parte del Tribunal del Noveno Circuito, que dice que ICE no puede detener a las familias más de 20 días. Entonces, en lugar de permitir que un grupo familiar siga unido en todo su proceso de inmigración, ICE se ve obligado a liberar a la familia. Esa es la escapatoria que incentiva a las personas a presentarse como familia, incluso si no lo son.

¿Hay algo que pueda decir sobre la posibilidad de que que EE.UU. clasifique a México como ‘tercer país seguro’ para los solicitantes de asilo, algo que los obligaría a buscar refugio allí?

He viajado a un campo de refugiados en Turquía, a la frontera de Noruega con Rusia, a la frontera sur de México con Guatemala, todo para comprender el fenómeno de la migración. Y a partir de esas experiencias, es muy claro que la mejor forma de gestionar los flujos migratorios y ayudar a las poblaciones que atraviesan dificultades en su país de origen es alinear los países de destino y los de tránsito, y ayudar a las poblaciones en su país de origen.

Para esta administración, la política de EE.UU. es claramente apoyar la seguridad y la prosperidad de América Central. Necesitamos invertir en sus iniciativas de gobierno y en su desarrollo económico, así como en su seguridad contra las pandillas, los contrabandistas, los cárteles de la droga, etc., para ayudar a prevenir la existencia de los factores de presión y apoyar su desarrollo económico.

Pero los flujos migratorios responden a los incentivos y al éxito. Si creen que se les permitirá permanecer en el país de destino, tratarán de hacerlo. Si creen que un país de tránsito los ralentizará o rechazará, eso cambiará el proceso.

Todo lo que hay que hacer es mirar la ruta del Ártico en Noruega. En 2015, en tres meses, 5,500 personas provenientes de 38 países llegaron de Rusia. Los noruegos trabajaron con Rusia para reconocer el sistema de asilo ruso y se eliminó de la noche a la mañana: esos 5,500 dejaron de llegar.

En 2015, la canciller [alemana] Angela Merkel y el presidente [turco, Recep Tayyip] Erdogan, llegaron a un acuerdo sobre el flujo de ciudadanos sirios que se dirigía a Grecia a través de Turquía, y dijeron que apoyarían los campos de refugiados en Turquía. Esos flujos desde Turquía a Grecia cesaron de inmediato.

Es necesario colaborar en la migración regional. México ha sido un líder en la región. Han reunido a Canadá, Brasil, Colombia, Panamá y a EE. UU. para hablar sobre como todos podemos mejorar el manejo de nuestras políticas en esta área. El diálogo continuo sería sobresaliente: asociarse con todos los países de la región en materia de flujos migratorios.

¿Qué hay de los críticos que dicen que EE.UU. trasladarían la carga de estos solicitantes de asilo a México?

La respuesta más efectiva para disuadir los flujos de migración no autorizada, de migrantes, es detener a las personas a través de sus procedimientos de inmigración y repatriarlos.

Esto es lo que, durante la administración Obama, [el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS)] [Jeh] Johnson hizo cuando experimentamos un aumento de grupos familiares, en 2014. Se les detenía en un centro de DHS durante el proceso de inmigración y se les repatriaba de regreso a Centroamérica. Eso fue muy divulgado entre el liderazgo de Guatemala y Honduras. Ellos no quieren que su juventud y su energía se vayan, por lo cual les están dando la bienvenida a casa. Y eso creó un drástico efecto disuasorio. Los cruces de unidades familiares cayeron casi inmediatamente después de esa exitosa repatriación de alto perfil.

El desafío que tenemos ahora es que la herramienta para detener a las familias durante el procedimiento inmigratorio fue eliminada por decisiones judiciales posteriores.

A los inmigrantes que aseguran estar huyendo de una persecución se les permitió durante mucho tiempo solicitar asilo ante funcionarios estadounidenses. Hubo algunos informes de rechazos a pedidos de asilo en los puentes fronterizos con México. ¿Ha habido algún cambio de política?

Cuando nuestros puertos de entrada alcanzan su capacidad máxima, cuando su posibilidad para gestionar todas sus misiones (antinarcóticos, seguridad nacional, facilitación del comercio legal) se ve desafiada por el tiempo y el espacio para procesar a las personas que llegan sin documentos, a veces es necesario administrar las filas y abordar ese procesamiento en función de la capacidad.

¿Eso significa que las personas son expulsadas o que son rechazadas temporalmente pero pueden regresar?

No rechazamos a las personas que se acercan a la frontera de EE.UU. sin documentos. Les pedimos que regresen cuando tengamos la capacidad de gestionarlos.

Entonces, ¿no ha habido cambios en los trámites para que los inmigrantes soliciten asilo en los puertos de entrada?

No.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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