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Convivir con Alexa, Google Assistant y Siri: cómo elegir el dispositivo indicado

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Claro, uno podría elegir un altavoz inteligente por el sonido o el precio. El regalo tecnológico de la temporada navideña está disponible en Amazon, Apple y Google con una mejor acústica, nuevas pantallas táctiles y descuentos por las fiestas.

Pero no está comprando solo un reproductor de música que habla. Cada asistente de inteligencia artificial tiene sus propias formas de administrar una casa. Y uno debe elegir qué tribu es la suya.

La llamo ‘tribu’ porque cada uno tiene una cultura distinta, y exige lealtad. Esta decisión determinará cómo se obtiene la información, qué dispositivos compra, dónde los adquiere y cómo protege su privacidad. Uno de cada 10 estadounidenses planea comprar un altavoz inteligente este 2018, según la Asociación de Tecnología del Consumidor.

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Amazon afirma que su Echo Dot es el más vendido de todos los tiempos.

La última vez que tuvimos que elegir una tribu tecnológica como ésta fue cuando llegaron los teléfonos inteligentes. ¿Eligió iPhone, prefiere Android o se aferra a un BlackBerry? Una década más tarde, es cada vez más difícil comprender la diferencia entre iPhone y Android (una reciente encuesta de Match.com descubrió que a los usuarios de iPhone y Android ni siquiera les gusta salir entre sí). Ahora imaginemos lo difícil que será cambiar cuando literalmente hayamos conectado cosas a nuestras paredes.

En mi laboratorio de pruebas —quiero decir, en la sala de estar— Amazon Echo, Google Home y Apple HomePod están uno al lado del otro, y los dispositivos parlantes de inteligencia artificial (IA) se enfrentan para manejar mi casa como genios en botellas de alta tecnología. Esto es lo que he aprendido: Alexa tiene mejor accesibilidad. Google Assistant, más capacidad intelectual. Y Siri, buena seguridad.

La agresiva expansión de Amazon hace de Alexa el que más recomiendo y uso. Google Assistant está en segundo lugar, combinando función por función, y Siri, la asistente de voz original, parece frenada por el enfoque de Apple en la privacidad y sus limitaciones de software (el CEO de Amazon, Jeff Bezos, es dueño del Washington Post, pero yo reviso toda la tecnología con el mismo ojo crítico).

Estos altavoces están construyendo la casa inteligente que nunca supimos que necesitábamos. Dentro del equipo de audio, son computadoras centrales domésticas que funcionan junto con aplicaciones de teléfonos inteligentes para conectar y controlar dispositivos y servicios dispares. Ahora, con un altavoz y el aparato correcto conectado, se puede entrar a una habitación y encender las luces sin tocar un botón. O controlar el televisor sin control remoto. Amazon incluso vende un microondas operado por Alexa que cocina, rastrea y reordena las palomitas de maíz.

Pero los asistentes a domicilio también pueden ser caballos de Troya para un conjunto específico de dispositivos y servicios que favorecen a una empresa sobre otra.

Mi amigo Matt recientemente me pidió que lo ayudara a elegir altavoces y aparatos para una gran remodelación. Le encanta Google Assistant en su teléfono con Android, por lo que seleccionar su tribu debería ser fácil, ¿verdad? No mucho: él quería poner altavoces de Sonos en toda la casa, que toman comandos de voz directamente a través de Alexa (Sonos afirma que el soporte para Google Assistant llegará en breve, aunque lo ha prometido durante un año).

Descubrir qué dispositivos conectados son compatibles puede ser como resolver un rompecabezas de 10,000 piezas. Los mejores aparatos hogareños inteligentes (como las luces Lutron Caseta y Philips Hue) funcionan en las tres tribus, pero a veces las alianzas y las preocupaciones técnicas hacen que los fabricantes de electrodomésticos tomen partido.

Cada IA tiene sus limitaciones. No todos son igualmente hábiles para entender los acentos —los sureños son peor entendidos con Google y la gente del medio oeste con Alexa—. El costo de propiedad de algunos es dejar que una empresa vigile lo que sucede en su casa. Puede intentar, como yo, vivir con más de uno, pero ello resulta en un mosaico que no le hará ningún favor a la familia.

¿Cómo encontrar su tribu de IA? Así es como yo las diferencio:

Alexa

Dispositivos domésticos inteligentes compatibles: más de 20,000.

Quiénes lo aman: familias que compran a través de Amazon y experimentan con nuevos artilugios.

Lo bueno: Alexa sabe cómo manejar la mayoría de las cosas, gracias a los acuerdos superiores de Amazon. Las únicas cosas conectadas que no se pueden manejar en mi casa son la puerta del garaje operada mediante una aplicación y algunas facetas de mi televisor. Amazon también ha tenido éxito en generar nuevos dispositivos conectados: la voz y el micrófono de Alexa están integrados en más de 100 dispositivos que no son de la marca. Recientemente, además, anunció planes para ofrecer a los fabricantes de electrodomésticos un chip que permita a los usuarios de Alexa controlar por voz cosas cotidianas de bajo costo, desde enchufes de pared hasta ventiladores.

Alexa también ha dominado algunos de los pequeños detalles de la vida familiar. Puede confirmar un pedido de apagar las luces sin repetir el comando; muy útil cuando alguien cercano está durmiendo.

Lo malo: Alexa se vuelve más inteligente cada semana, pero puede ser insistente acerca del uso de una sintaxis específica. También tiene la relación más débil con el teléfono, la pieza de tecnología más importante para la mayoría de las personas en la actualidad. Amazon ha reforzado una aplicación complementaria para ello, lo cual mejora su capacidad de comunicarse y de configurar rutinas domésticas inteligentes, pero aún así me parece la más confusa de todas.

Amazon no siempre muestra la mayor preocupación por nuestra privacidad. Esta primavera, cuando Alexa inadvertidamente grabó las conversaciones privadas de una familia y las envió a un contacto, la respuesta de Amazon se redujo a “ups”. Además, registra y guarda todas sus conversaciones con la IA, incluidas todas las bolsas de palomitas de maíz que prepara (Amazon dice que no usa nuestras consultas para vendernos cosas, más allá de hacer recomendaciones basadas en búsquedas de canciones y productos).

Algunos aman la capacidad de Alexa para ordenar productos por voz. Pero mientras ella maneje su casa, siempre estará limitado a comprar esos productos en Amazon (ese microondas únicamente ordenará palomitas de maíz a Amazon). La próxima generación de dispositivos creados con el chip Alexa en el interior podrían atraparnos para siempre en Amazon-land.

Google Assistant

Dispositivos domésticos inteligentes compatibles: más de 10,000.

Quiénes lo aman: aquellas personas que están profundamente arraigadas en los servicios de Google.

Lo bueno: usar Google Assistant es lo más cercano a tener una conversación con un ayudante humano real. No hay que usar un lenguaje exacto para hacer que las cosas sucedan o para obtener respuestas útiles. Su inteligencia también puede ser deliciosamente personal: es muy buena para diferenciar las voces de los miembros de la familia. Y en el nuevo dispositivo Home Hub con pantalla, Assistant crea un show de fotos destacadas de su colección en Google.

Es más probable que los propietarios de teléfonos con Android usen muchos servicios de Google amigables con Assistant, pero a éste no le importa en particular el tipo de teléfono que use, sus aplicaciones complementarias simples funcionan en iOS y Android.

Además, Google está cabeza a cabeza con Alexa en muchos de los matices: el modo nocturno reduce el volumen de respuestas por la noche, e incluso puede requerir que Junior diga “por favor”.

Lo malo: como un relativamente recién llegado a la franja de casas inteligentes, Google se ha puesto al día rápidamente. Pero en mi hogar todavía no puedo controlar por completo el timbre de mi puerta o enviar música a mis altavoces Sonos. Y no estoy convencido de que Google tenga el nivel de negociación —o la influencia— de Amazon para sumar la próxima generación de cosas conectadas en línea.

El mayor problema es la privacidad. La movida final de Google es siempre hacer que uno pase más tiempo con sus servicios, por lo cual puede recopilar más datos para dirigir al usuario a los anuncios. Al igual que Alexa, Google Assistant guarda una grabación de todas sus consultas, por ejemplo cada vez que le pide que apague las luces. Google trata esto como un historial de búsqueda en internet y lo utiliza para orientar anuncios en otros lugares (afortunadamente, aún mantiene separados los datos de su termostato Nest y los de su seguridad residencial). La ventaja potencial es que cuando Google descubre sus hábitos en todos esos datos, puede automatizar mejor su hogar, por ejemplo, a qué hora todas las luces deberían apagarse.

Siri

Dispositivos inteligentes de hogar compatibles: cientos.

Quiénes lo aman: los fanáticos de la privacidad y los hogares con todo Apple.

Lo bueno: Apple es bueno en materia de seguridad y privacidad. Cualquier dispositivo que quiera conectarse a HomeKit —su software de casa inteligente, que funciona con Siri en el HomePod y el iPhone— requiere un cifrado especial.

Además, sus datos no se adjuntan a un perfil personal, lo cual, además de proteger su privacidad también significa que Apple no utiliza la actividad de su hogar para vender o anunciar cosas (mientras que otros altavoces inteligentes mantienen grabaciones y transcripciones de lo que uno dice, Siri controla los dispositivos realizando una solicitud a su sistema a través de un identificador aleatorio, que no puede vincularse con un usuario específico).

Apple es muy bueno para mantener la simplicidad de la casa inteligente. La configuración de un dispositivo doméstico inteligente consiste principalmente en escanear un código especial. Incluso la creación de rutinas, en las que múltiples accesorios funcionan en combinación con un solo comando, es más fácil en la aplicación complementaria de Siri, Home, que en las de la competencia.

Lo malo: es necesario vivir en un mundo de dispositivos totalmente Apple para obtener estos beneficios. Siri es un buen DJ, pero solo si uno se suscribe a Apple Music. Además, solo se puede utilizar el HomePod como el altavoz inteligente de talla única, y Siri aún no es tan competente como sus competidores de IA.

El enfoque de la seguridad primero de Apple ha evitado que muchos fabricantes de dispositivos se unan a su ecosistema. Claro, lo importante es la calidad, no la cantidad, pero Siri aún no puede interactuar con mi termostato Nest o el timbre de la puerta, solo por nombrar dos.

Apple acaba de relajarse un poco: desde el Mini Smart Plug and Dimmer, de Belkin Wemo, ya no requiere hardware especial para autenticación; que ahora puede suceder a través del software. El cambio debería simplificar el proceso de compatibilidad de los nuevos productos con Siri y permitir que ésta acceda a los ya existentes.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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