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Algunos datos reales sobre las noticias falsas y su influencia en las elecciones estadounidenses

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Con otra elección presidencial a la vuelta de la esquina, aún persiste una pregunta: ¿Las noticias falsas ayudaron a Donald Trump a vencer a Hillary Clinton en la carrera por la Casa Blanca?

Y en la jerga cotidiana, se ha convertido en una frase común para referirse a las teorías de conspiración y la especulación errónea.

Los investigadores que han estado estudiando las elecciones de 2016 consideran que las noticias falsas son cualquier información errónea que pretende influir y confundir al público. A menudo se propaga a través de sitios web diseñados para ayudar a que la información errónea circule lo más ampliamente posible.

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Hasta ahora, los investigadores han descubierto que las noticias falsas no son tan influyentes como habían temido. En la medida en que se confunde con noticias reales, las personas que están siendo engañadas tienden a inclinarse al lado conservador.

Aquí le damos un vistazo a algunos de los hechos reales sobre las noticias falsas.

¿Las personas son buenas para detectar noticias falsas?

Sí, tanto los demócratas como los republicanos pudieron distinguir entre noticias reales y otras de fuentes excesivamente partidarias. Esto según un informe en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias que examinó, el mes pasado, la capacidad de los estadounidenses para reconocer la información errónea.

Los investigadores pidieron a 1.980 expertos, los cuales no tienen experiencia en la elaboración de noticias, de todo el país que clasificaran la confiabilidad de 60 sitios web. Algunos eran sitios de noticias convencionales, como Fox News y CNN; otros publicaron en su mayoría historias muy partidistas que a veces se desviaron hacia la desinformación, como Occupy Democrats y Breitbart News Network. Las respuestas de los encuestados se compararon con las calificaciones de ocho verificadores de hechos profesionales.

Cuando se trataba de confiar en varias fuentes de noticias, los republicanos desconfiaban más de los medios de comunicación tradicionales. Los investigadores sugirieron que las críticas de Trump, a esas noticias, podrían ser en parte responsables de ese escepticismo.

“Hay una gran cantidad de información errónea”, dijo Lazer. “Es particularmente alarmante porque socava la legitimidad de las noticias verdaderas”.

¿A quiénes han engañado las noticias falsas?

No a todo el mundo.

Algunos consumidores de noticias son más crédulos que otros y la edad puede tener algo que ver con eso.

Un estudio publicado el pasado enero, en la revista Science Advances, examinó los datos de comportamiento de 1.191 usuarios de Facebook que dieron a los investigadores acceso a la actividad de su cuenta para que pudieran ver los tipos de enlaces que se compartieron en la plataforma. Los investigadores descubrieron que menos del 10% de los estadounidenses compartieron una historia de un dominio de noticias falsas, y aquellos que lo hicieron tenían más probabilidades de ser mayores de 65 años. De hecho, los adultos mayores compartieron artículos de noticias falsas en Facebook a una tasa de siete veces más altas que los adultos jóvenes entre 18 y 29 años.

La ideología política también puede ser un factor. El estudio también reveló que los conservadores tenían más probabilidades que los moderados o los liberales de compartir artículos de noticias falsas en 2016. Las personas que fueron consideradas “conservadoras” compartieron un promedio de 0.75 enlaces de noticias falsas durante las últimas cinco semanas de la temporada electoral, y aquellos que fueron “Muy conservadores” compartieron un promedio de un enlace de noticias falso durante ese período. Mientras tanto, los que eran “muy liberales”, “liberales” o “moderadamente liberales” compartían menos de 0.1 de esos enlaces. Es posible que los usuarios conservadores de Facebook simplemente estuvieran expuestos a más artículos de noticias falsas que sus contrapartes, pero los compartieron al mismo ritmo, dijeron los autores del estudio.

Otro informe sobre el comportamiento de las personas, en Facebook, descubrió que sólo el 10% de los estadounidenses de medios más conservadores hicieron clic en enlaces a noticias falsas o navegaron a los sitios web donde se publicaron.

En comparación con 2016, “incluso menos estadounidenses estuvieron expuestos a noticias falsas en 2018”, dijo el científico político Brendan Nyhan de la Universidad de Michigan, quien trabajó en el informe. En su opinión, eso es “una indicación de que Facebook ahora restringe más la distribución de noticias falsas”.

La tendencia fue aún más evidente en Twitter. Lazer y otros analizaron más de 16.000 cuentas de Twitter durante un período de cuatro meses en 2016. Descubrieron que sólo el 0.1% de los usuarios eran responsables de compartir casi el 80% de las noticias falsas en la red social. La difusión de noticias falsas se concentró principalmente entre los usuarios conservadores, según su estudio publicado el pasado enero en la revista Science.

Eso está acorde con la investigación realizada por un equipo de UCLA en 2017. Examinaron cómo los rasgos de personalidad y los estilos de pensamiento afectan la ingesta y aceptación de información de las personas y encontraron que los conservadores son más propensos que los liberales a creer cosas que no son ciertas pero que podrían ser posibles, las consecuencias son negativas o sugieren posibles peligros.

¿Cuál es el papel de los bots y trolls?

Los bots que son cuentas que simulan ser personas y los trolls, que sí son personas y que critican o atacan a los demás, aceleran la propagación de la desinformación. Incluso si no convencen a la gente de que algo falso es real, pueden sembrar dudas sobre cosas que no deberían ponerse en duda.

Por ejemplo, un examen del discurso online sobre la seguridad de la vacuna encontró que los robots de Twitter o bots y los trolls rusos promovieron argumentos a favor y en contra de las inmunizaciones. Eso creó una falsa equivalencia que legitimó la visión totalmente desacreditada de que las vacunas son peligrosas, según un informe del año pasado en el American Journal of Public Health.

En este caso, los bots no sólo asustan a algunas personas para que no se vacunen, sino que también reducen su confianza general en el sistema de salud, dijo el líder del estudio, David Broniatowski, cuya investigación examina cómo las personas toman decisiones que implican riesgos.

“Las redes sociales ciertamente permiten que algunos de estos conceptos erróneos se difundan”, dijo Broniatowski, profesor de la Universidad George Washington. “Amplifica lo que realmente sería un mensaje lateral y lo convierte en la corriente principal cuando no lo es”.

Un estudio de 2018, publicado en Nature, examinó cómo los bots sociales difundieron cientos de miles de artículos de noticias falsas desde mayo de 2016 hasta marzo de 2017. Los investigadores que rastrearon 389.569 reclamaciones no demostradas o desmentidas de ese período descubrieron que los bots eran en gran parte responsables de que la información falsa se volviera viral.

Los bots sociales tienden a tuitear y retuitear noticias falsas en la publicación, una técnica que amplifica una historia casi de inmediato, según el estudio. Los bots a menudo etiquetan a personas influyentes, como periodistas o políticos, lo que aumenta la probabilidad de que la historia falsa se comparta aún más. Como señalaron los autores del estudio, las plataformas de redes sociales están diseñadas para priorizar el contenido atractivo, y eso no siempre equivale a publicaciones confiables.

Twitter ha eliminado millones de bots y cuentas falsas desde 2017. Pero no hay garantía de que no surjan más en el futuro.

Nada de lo anterior significa que los bots son totalmente responsables del surgimiento de noticias falsas. Un estudio de 2018, en Science, encontró que la información falsa era un 70% más propensa a ser retuiteada que la verdad. Eso es porque las declaraciones falsas eran más inusuales y desconocidas que los hechos, y esa novedad provocó reacciones emocionales más fuertes, dijeron los autores del estudio.

¿La verificación de hechos puede neutralizar las noticias falsas?

En teoría, tal vez. Pero en realidad, las personas que más necesitan una verificación de hechos no son necesariamente las personas a las que llegan los verificadores de datos, según la investigación realizada por Nyhan y otros.

En una encuesta online de 2.525 estadounidenses, los investigadores encontraron que ninguno de los que visitaron un sitio de noticias falso se encontró con una verificación de hechos que desmentía la dudosa afirmación. Uno de cada cuatro encuestados visitó un sitio conocido por publicar información errónea, y el 38% de los encuestados no estaba familiarizado con la verificación de hechos. (Los participantes del estudio enviaron datos a YouGov y permitieron a los investigadores rastrear su actividad online de forma anónima).

En cierto sentido, es una extensión natural de la ruta que tendemos a crear al leer y compartir historias que se alinean con nuestros puntos de vista, mientras ignoramos o descartamos las historias que no lo hacen.

“Las personas que participan en niveles altos de exposición a las noticias online, en general, también tienen probabilidades de visitar sitios web de noticias falsas que favorecen a su candidato preferido”, escribieron los autores del estudio. “Al parecer, el consumo de noticias falsas parece ser un complemento, en lugar de un sustituto, para las “hard news”: las visitas a los sitios web de noticias falsas son las más altas entre las personas que consumen “hard news” y no disminuyen en gran medida entre las personas más informadas políticamente”.

Los expertos aún tienen un largo camino por recorrer para librar al planeta de noticias falsas. Mientras tanto, la diversificación de sus fuentes de información podría mejorar sus probabilidades de identificar cualquier información errónea con la que se encuentre, según los expertos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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