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13 muertos y 18 heridos es el saldo del tiroteo en un bar de Thousand Oaks lleno de estudiantes universitarios

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Trece personas resultaron muertas (incluyendo el pistolero) y 18 heridas luego de que un individuo abrió fuego dentro del Borderline Bar & Grill, un bar de música country en el condado de Ventura.

Un hombre armado arrojó bombas de humo y lanzó una lluvia de balas sobre cientos de personas congregadas en el bar de Thousand Oaks el miércoles 7 de noviembre por la noche, matando a una docena de ellas, incluido un sargento del Departamento del Sheriff del Condado de Ventura que intentó detener la masacre.

El pistolero estaba vestido de negro cuando irrumpió en el Borderline Bar & Grill —un sitio con temática de música country, que es popular entre los estudiantes universitarios— alrededor de las 11:20 p.m., según el sheriff Geoff Dean.

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Las autoridades señalaron que el sargento del sheriff Ron Helus y un oficial de la Patrulla de Caminos de California (CHP) entraron primero al bar y fueron sorprendidos por los disparos del sospechoso, cuya identidad no se conoció de inmediato. Helus recibió varios disparos y murió en un hospital del área el jueves por la mañana, según Dean.

Fernan Diamse, center, with bandaged arm from breaking a window to escape the shooting at Borderline Bar and Grill in Thousand Oaks. Multiple casualties reported from a shooting late Wednesday night, November 7, 2018.
(Mike Baker/For The Times)

Un veterano con 29 años de antigüedad en el departamento, Helus planeaba retirarse en 2019. Dean afirmó que murió como “un héroe”. Le sobreviven un hijo y su esposa, a quien él había llamado antes de ingresar al bar, detalló Dean.

“No importa qué tan segura sea su comunidad, no importa qué tan baja sea su tasa de delincuencia; hay personas que simplemente no piensan bien, no importa dónde uno se encuentre, y cometen actos horribles como éste. No hay manera de entenderlo”, expresó Dean. “No hay manera de dar sentido a lo insensato”.

Las primeras llamadas al 911 que informaron sobre el tiroteo se recibieron alrededor de las 11:20 p.m., según Dean. Helus y el oficial de la CHP llegaron a la escena y se enfrentaron al sospechoso a las 11:26 p.m., confirmó.

El motivo del tiroteo no quedó claro de inmediato, pero según Dean no había pruebas que relacionaran el ataque con un acto de terrorismo. La policía cree que el tirador usó una pistola.

Las autoridades no identificaron de inmediato al hombre armado, pero una fuente policial que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada para discutir el caso, lo describió como un joven de 29 años, armado con una pistola y un “dispositivo de humo”.

El tirador condujo en el auto de su madre hasta el bar y no emitió palabra antes de abrir fuego, relató el funcionario.

Once víctimas y el atacante fueron encontrados muertos dentro del bar, según el personal de emergencia. No quedó claro de inmediato si el tirador se quitó la vida. “Es una escena horrible”, dijo Dean. “Hay sangre por todas partes”.

Los testigos informaron de una escena espantosa mientras los disparos repercutían en el club y quienes estaban adentro corrían a esconderse, en algunos casos usando sillas para romper ventanas y escapar del edificio. Otros se refugiaron en los baños y en un ático mientras llamaban desesperados a sus seres queridos, que escuchaban versiones sobre los disparos.

Varias personas que escaparon del bar describieron a un hombre armado vestido con una camisa negra, un sombrero negro y gafas negras. Tan pronto como entró pareció concentrar los disparos en el frente del lugar, afirmaron testigos. “Acababa de sacar una pistola y le disparó a mi amigo que estaba trabajando en la recepción”, indicó Holden Harrah, de 21 años.

Matthew Wernerstrom, un cliente habitual de Borderline, dijo que había estado allí aproximadamente por una hora cuando escuchó lo que describió como un sonido inconfundible: un disparo. Wernerstrom relató que cuando el tirador concentró sus disparos en la recepción, tiró al piso a tantas personas como pudo, debajo de una mesa de billar.

El cliente trató de acallar a los que lo rodeaban y contó los disparos. Cuando el agresor parecía estar recargando, instó a la gente a romper algunas de las ventanas del bar con sillas para intentar escapar antes de la siguiente lluvia de disparos. “Todo lo que podía pensar era en lo indefenso que estaba”, expuso.

Teylor Whittler fue a Borderline para celebrar su cumpleaños número 21, el miércoles por la noche. La joven estaba bailando con amigos cuando escuchó ruidos que sonaban como petardos. Se volvió rápidamente y siguió el ruido, hasta encontrar a un hombre que sostenía un arma cerca de la entrada.

Erika Sigman, de 19 años, comenzó a correr hacia una salida tan pronto como estallaron los gritos. “Soy residente de Thousand Oaks”, afirmó. “Este es un lugar seguro. Mis padres me dejan venir aquí. Este es un lugar de confianza... Saber que esto sucedió en mi lugar seguro es algo muy, muy aterrador”.

La Fuerza de Tareas Conjunta contra el Terrorismo del FBI acudió a la escena, según una portavoz de la agencia. También llegaron representantes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos.

Según el capitán del departamento de bomberos del condado de Ventura, Stan Ziegler, otras 18 víctimas que sufrieron lesiones al intentar escapar, pero sin heridas de bala, fueron atendidas en los hospitales del área en las horas posteriores al tiroteo. La gravedad de sus lesiones no se supo de inmediato.

Los miércoles son noches temáticas universitarias en el bar, abiertas a estudiantes de 18 años, según el sitio web del local. Testigos afirmaron que el evento es popular entre los estudiantes universitarios de Moorpark, y el periódico estudiantil de Pepperdine tuiteó que estudiantes de su campus también se encontraban en el interior al momento del tiroteo.

Algunos testigos precisaron que el bar es un centro de reunión para fanáticos de la música country. Muchos de los asistentes la noche del miércoles normalmente acudían al festival de música country Stagecoach, en Indio y, trágicamente, algunos fueron sobrevivientes de la masacre en el Route 91 Harvest Festival, en Las Vegas, que dejó 58 muertos en 2017.

Grandes multitudes se concentraron en el área cuando amigos y familiares llegaron a la escena para tratar de averiguar si sus seres queridos habían sobrevivido. Algunos de los que escaparon de los disparos hablaban frenéticamente por sus teléfonos celulares, desesperados por obtener información sobre amigos o familiares que pudieran haber estado atrapados dentro. Otros anunciaban los nombres de las personas a quienes buscaban, mientras ofrecían entrevistas en vivo por televisión.

Se dispuso una línea directa para aquellos que buscan información sobre sus seres queridos, según el Departamento de Bomberos del Condado de Ventura, que instó a las personas a llamar al (805) 465-6650. También se estableció un centro de reunificación familiar en el Thousand Oaks Teen Center, donde se vio al alcalde interino Rob McCoy, alrededor de las 3:30 a.m.

McCoy abrazó a una pareja mientras se acercaban. En el interior, precisó, el ambiente era “sombrío”; también dijo que los funcionarios aún no tienen nombres de las víctimas. “Va a ser muy pesado cuando llegue esa información”, aseguró.

En el cercano Los Robles Regional Medical Center, amigos y familiares buscaban ansiosos a sus seres queridos con la esperanza de que no estuvieran entre las víctimas. Adam Housley, quien hasta hace seis semanas era corresponsal nacional de Fox News, llegó al hospital alrededor de las 3:30 a.m. en busca de su sobrina. Un guardia no lo dejó pasar, afirmando que las instalaciones estaban bloqueadas.

Housley afirmó que su sobrina de 18 años, Alaina Housley, estudiante de primer año de Pepperdine, había estado en el bar con varios amigos. Su Apple Watch y su iPhone todavía mostraban que su ubicación estaba en la pista de baile, dijo. “Mi instinto me dice que está dentro del bar, muerta”, dijo. “Espero estar equivocado”.

Housley relató que es oriundo de una familia pequeña y unida. Como reportero, ha estado en escenas de tiroteos en masa anteriormente. “Simplemente no piensas que —la misma estúpida cita…— simplemente no crees que te vaya a pasar a ti”, afirmó.

Algunos de los que estaban dentro del bar se salvaron por poco del tirador. Nellie Wong, quien también celebraba su cumpleaños número 21 el miércoles por la noche, se tiró al piso cuando sonaron los disparos. Wong creía que el hombre armado vestía una sudadera con capucha negra, una camisa negra y unos pantalones negros con un pañuelo que le ocultaba la cara, y que lanzó bombas de humo cuando entró. “Gracias a Dios que no me vio en absoluto. Inmediatamente dejé de moverme, dejé de respirar”, relató Wong, estudiante de la Universidad Estatal de California Channel Islands, en Camarillo.

Aubrey Ryan, de 27 años, de Newbury Park, narró que estaba en el frente del restaurante con al menos 15 amigos cuando un hombre entró y comenzó a disparar al techo.

El hombre armado gritó algo, pero ella no pudo escuchar lo que dijo. Un amigo la arrojó a un balcón al aire libre cuando sonaron los disparos, para que pudiera escapar, relató.

Esta es la segunda vez en 2018 que Thousand Oaks es testigo de violencia en una zona concurrida. En marzo, un hombre disparó y mató a su esposa antes de intentar dispararse a sí mismo en el centro comercial Thousand Oaks Mall.

Alrededor de la 1:30 a.m., docenas de personas se alinearon en la acera en Moorpark mientras las luces de la policía brillaban en la oscuridad. Algunos se sentaron en una colina de concreto y observaron desde su lugar.

Los empleados y quienes tenían amigos dentro del bar se amontonaron, algunos se abrazaban y se preguntaban entre ellos si tenían alguna actualización sobre sus seres queridos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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