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En sondeos y grupos de votantes, la falta de apoyo a Trump suena cada vez más fuerte

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Muchos miden la rápida caída del apoyo a Donald Trump este verano: los sondeos muestran que el candidato republicano perdería las elecciones a nivel nacional y en la mayoría de los estados en disputa, las figuras republicanas más importantes se han apartado públicamente de él y los funcionarios electos del partido rara vez se precipitan en su defensa.

En la noche del martes, 20 mujeres, mayormente votantes indecisas, reunidas en pequeñas mesas redondas en Columbus, Ohio, y Phoenix, también lo hicieron:

“Él está loco”, dijo una de ellas.

“Actúa como un niño de dos años”, señaló otra. “Yo soy madre de un niño de esa edad, y veo similitudes”.

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Cuando se les preguntó si imaginaban al ‘presidente Trump’, las mujeres de Phoenix lanzaron un torrente de palabras como “maldición”, “miedo” y “¿es una broma?”.

Todas las mujeres, participantes de grupos de muestreo (o focus groups) convocados por las encuestadoras Neil Newhouse, republicana, y Margie Omero, demócrata, hablaron de los principales candidatos mientras un conjunto de reporteros observaba desde una oficina en Washington.

Las sesiones fueron parte de un proyecto patrocinado por Wal-Mart, que durante ocho años ha examinado las actitudes de lo que la compañía llama ‘las mamás Wal-Mart’; mujeres que compran en las tiendas del gigante minorista. Es un grupo que incluye a aproximadamente una de cada siete votantes estadounidenses, y repleto de votantes indecisas, justamente a quienes los candidatos intentan persuadir o movilizar, porque pueden decidir el destino de las elecciones.

Según Newhouse, las mujeres no elogiaron mucho a Hillary Clinton. Hasta las demócratas de los dos grupos emplearon términos como “engañosa”, “mentiras” y “deshonesta”, cuando se les pidió que describieran a la candidata demócrata, aunque otras se refirieron de forma positiva hacia su tenacidad y experiencia.

Para muchas de estas mujeres, Clinton parece distante, cerrada y sin emociones. Pocas tuvieron una visión clara de lo que ella representa, señaló Omero.

La imagen de Trump apareció más clara en las mentes de las participantes, señaló Newhouse. Desafortunadamente para el partido republicano y para su candidato, esa imagen oscila entre dos carriles: tonto, o atemorizante.

Para algunas, Trump es un personaje bufonesco. Para otras parece peligroso; un exaltado, autoritario y sin experiencia.

Estas percepciones del carácter de los candidatos tienen gran peso para estas votantes. Algunas pocas, en ambos lados, indicaron que su elección se basaba en políticas o temas específicos. Muchas, sin embargo, mencionaron estar preocupadas por los temas de racismo en la campaña.

Cuando se les pidió que nombraran un deporte olímpico en el que cada candidato funcionaría bien, Anita M., una mujer republicana y casada, de 43 años de edad y residente de Phoenix, respondió “esgrima” para Clinton. “Porque te apuñalaría por la espalda”, explicó. Sin embargo, esta mujer tampoco votará por Trump. “Es un racista, realmente”, señaló, y aseguró que posiblemente no vote a ninguno de los dos.

Cuando se les preguntó por un deporte para el candidato republicano, varias de las reunidas en Phoenix citaron buceo, saltos de esquí o actividades similares que impliquen, como dijo una de ellas, “confianza ciega y un aterrizaje incierto”.

Las reacciones del grupo agregaron textura a una de las principales conclusiones de los sondeos de opinión más recientes, que mostraron que Trump pierde terreno entre las mujeres republicanas. Algunas de ellas, de hecho, mencionaron que los hombres cercanos votarían por el magnate inmobiliario: una citó a su esposo, otra mencionó a su padre.

Africa C., una gerente de operaciones, latina y de 40 años de edad, afirmó que su hijo se inclina por Trump porque se ve a sí mismo como un gran empresario de la construcción.

Pero las mujeres expresaron menos entusiasmo. Varias republicanas mencionaron posibles candidatos de terceros partidos, una opción que ninguna de los demócratas contempló.

Stephanie C., de 38 años, casada, blanca y republicana, fue la más hostil hacia Clinton de las 10 reunidas en Phoenix. La mujer repitió las acusaciones de conspiración acerca de las misteriosas muertes de personas cercanas a la exprimera dama, rumores que pueblan las radios de derecha. Sin embargo, también dudó acerca de votar por el candidato de su partido. “Trump nos conduciría a la Tercera Guerra Mundial”, dijo.

En Ohio, Ivania L, una oficial de seguridad contra radiación que se identificó en la brecha etaria de entre 35-44 años, sostuvo que elegir a Trump sería “como enviar a un pintor para hacer el trabajo de un médico”. Si bien se identificó como indecisa, en realidad parecía más bien resignada a lo que considera “una elección pobre”. “Creo que elegiría hasta a Minnie Mouse ahora mismo”, señaló, “aunque la experiencia de Clinton me gusta más”.

Esa cualidad y la fortaleza son importantes en la mente de la mayoría de las defensoras de Clinton.

Linda C., de 56 años, afroamericana y propietaria de un negocio, se quejó de que “Clinton no se hace responsable de sus errores”. La candidata demócrata, dijo, intenta barrer sus escándalos bajo la alfombra. “Hay tanto allí abajo ahora que la alfombra ya no queda estirada”, afirmó con ironía. Sin embargo, Clinton tiene conocimiento para ocupar el cargo, remarcó la mujer, y agregó que Trump, en contraposición, no tiene experiencia “y es irrespetuoso”.

Lukisha H., una maestra afroamericana y casada que se sentó frente a Linda, expresó una preocupación similar ante lo que denominó “la falta de voluntad” de Clinton por reconocer claramente sus errores. De todas maneras, reconoció a la exsecretaria de estado en otros temas. “Creo que es una tarea difícil, y hay que ser dura para abordarla”, aseguró.

En Ohio, Mary H., una exrepresentante de servicios de TV por cable, empleó un insulto para referirse a Clinton, y la trató de “una… fría”. Sin embargo, dijo, probablemente votará por ella porque tiene experiencia.

En ambos lados hubo unanimidad respecto de que la campaña es estresante, desconcertante y que ofrece un conjunto de pobres opciones. La decisión “es como elegir qué brazo cortar”, sentenció una participante de Phoenix.

Finalmente, sin embargo, hay pocas dudas respecto de cómo resultará la contienda. “Creo que Donald dirá algo que asustará a todo el mundo. Y entonces todos pensarán: “‘Guau, mejor votar por Clinton porque él está completamente loco’”, afirmó Gidget B, una mujer casada y de raza blanca, quien trabaja como representante del servicio al cliente en Columbus.

Cuando se les pidió que predigan quién ganará las elecciones, 18 de las 20 participantes dijeron lo mismo: Hillary Clinton.

Traducción: Valeria Agis

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

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