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Un tiburón blanco saltó hacia un barco y aterrorizó a un pescador de 73 años

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Un pescador australiano de 73 años de edad afirmó este lunes haber capturado un pez mucho más importante de lo esperado cuando un gran tiburón blanco de nueve pies saltó a su barco, lo hirió y le hizo perder el control.

Terry Selwood sufrió una severa lesión en su brazo derecho, donde el tiburón lo golpeó con una aleta pectoral al aterrizar sobre él en la cubierta del barco, este sábado, frente a Evans Head, a 450 millas al norte de Sidney.

Selwood saltó por la borda, en la proa de la embarcación, para evitar un mayor ataque del tiburón, y se estabilizó aferrándose a la estructura metálica del toldo solar del barco, conocido como ‘bimini’.

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“No le di oportunidad de mirarme a los ojos. Quería levantarme y subir por la borda porque estaba dando vueltas locamente”, relató Selwood a la Australian Broadcasting Corp. “Flash Gordon no me hubiera atrapado”, señaló, en referencia al atlético héroe de cómics de ciencia ficción de los años 1930.

Selwood usó una radio portátil para llamar a la guardia costera de Evans Head, y permaneció en el barco hasta que un bote de rescate arribó al sitio. El capitán de la guardia costera Bill Bates afirmó que no comprendió del todo el peligro cuando Selwood llamó para relatar el incidente. “Él dijo: ‘Estoy herido. Me he roto el brazo, estoy lastimado y hay un tiburón en mi barco’”, narró Bates. “A menudo, un pescador trae a bordo un tiburón pequeño -quizás de dos o tres pies (hasta un metro)- y éstos siguen siendo feroces. Eso es lo que esperaba, pero estaba totalmente equivocado”, agregó.

El equipo de la guardia costera rescató a Selwood pero dejó al tiburón solo, cuyo peso se estimó en unas 440 libras. “El tiburón se arremolinaba dentro del barco; ocupaba toda el área de la cubierta. No había forma de meter un pie allí”, aseguró Bates.

El guardacostas llevó a Selwood a un centro de paramédicos en Evans Head, donde su brazo malherido fue examinado y se determinó que no había fracturas.

Más tarde, remolcaron el barco -con el tiburón todavía adentro- hacia Evans Head, justo antes del anochecer.

“Creíamos que ya estaba muerto en ese momento, pero nadie quería poner un dedo encima para averiguar”, afirmó Bates.

El motivo por el cual el tiburón se lanzó sobre la embarcación es un misterio. Selwood relató que estaba sentado sobre un refrigerador -conocido genéricamente en Australia con el nombre de la popular marca Esky- con dos líneas de pesca, a babor y estribor, cuando vio que una de las líneas comenzaba a moverse como si hubiera enganchado un pez.

“Me incorporé, toqué la línea y vi algo borroso por el rabillo del ojo, sólo por instinto”, describió. “Esta cosa saltó, me golpeó el antebrazo, me hizo voltear y me derribó. Cuando miré de qué se trataba, pensé: ‘Oh, un maldito tiburón’. Así que trepé; él se movía como loco, golpeaba todo”, agregó.

Selwood tendrá que reemplazar los equipos destruidos, entre ellos cubos y enfriadores, antes de volver al sitio de pesca que visita hace más de 50 años. “No le causó daño estructural a mi barco, simplemente rompió todo lo que estaba en su camino. Se puede entender; era una criatura salvaje, fuera de su zona de confort”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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