Anuncio

Para defensores de la educación, el LAUSD es injusto con sus estudiantes más necesitados

Muchos debaten si La Salle Avenue Elementary está recibiendo una cuota de fondos justa para resolver los desafíos a los que se enfrentan sus estudiantes. (Howard Blume)

Muchos debaten si La Salle Avenue Elementary está recibiendo una cuota de fondos justa para resolver los desafíos a los que se enfrentan sus estudiantes. (Howard Blume)

(Howard Blume / Los Angeles Times)
Share

Nadie cuestiona que a los estudiantes de La Salle Avenue Elementary, con sus bajos rendimientos académicos, les vendría muy bien una mano.

Una coalición cívica encabezada por United Way of Greater Los Ángeles colocó a las escuelas del sur de L.A. entre los planteles que necesitan más atención y servicios. Sin embargo, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) ubicó a la institución en el puesto 293, de cerca de 1,000 campus, en su índice de necesidad, según los defensores.

Esa dicotomía es el centro de dos informes recientemente publicados, una demanda en curso y una prolongada ofensiva para cambiar la forma en la cual funciona el segundo sistema escolar más grande del país.

Anuncio

La presión ha tenido un cierto efecto, pero la coalición permanece insatisfecha, incluso cuando el sistema escolar defiende sus esfuerzos en La Salle y en otras escuelas problemáticas.

Esta disputa en particular trata sobre el dinero extra que el estado proporciona para brindarle ayuda adicional a los niños que más lo necesitan: aquellos en el sistema de custodia temporal, los procedentes de familias de bajos recursos y los aprendices de inglés. Esta financiación se encuentra en el centro de las políticas de educación promulgadas por el gobernador Jerry Brown, y agrega aproximadamente $1,100 millones de dólares por año para el LAUSD, porque cerca del 82% de sus estudiantes caen en dichas categorías. Ese financiamiento adicional constituye alrededor del 13% del presupuesto operativo del sistema escolar.

Los críticos acusan al distrito de utilizar ilegalmente el dinero extra y afirman que los funcionarios del LAUSD, en su mayoría, tratan el financiamiento como algo que puede ser aplicado en cualquier cuestión, un reclamo central en una demanda presentada en 2015 por la Community Coalition, con sede local. En los últimos tiempos, el LAUSD ha utilizado el alza en los ingresos estatales para restaurar o aumentar los servicios para todos los estudiantes y ofrecer a los empleados un incremento salarial del 10%, después de ocho años sin mover los salarios.

“Si tienes estudiantes que están generando esos dólares, ellos son los que deberían recibir los servicios provenientes de esos fondos”, expuso Sara Mooney, funcionaria del programa de educación de la sede local de United Way.

Los funcionarios del distrito afirmaron el lunes que todavía estaban revisando la nueva investigación y la aportación de los grupos externos. “Aprecio su compromiso continuo para proporcionar retroalimentación necesaria, y acepto el nuevo informe mientras consideramos diversas decisiones de política y presupuesto pendientes”, afirmó la superintendente del LAUSD, Michelle King. “El tema de la equidad entre todas nuestras escuelas siempre ha sido clave”.

En La Salle, cerca del 93% de los alumnos provienen de familias afroamericanas o latinas de bajos ingresos. Más de la mitad de los niños latinos están aprendiendo inglés. Los resultados de las pruebas estandarizadas están entre los más bajos de las escuelas primarias de la ciudad: apenas un 2% cumple o sobrepasa las metas del estado en inglés, y un 5% en matemáticas.

Entonces, ¿por qué el distrito coloca a La Salle en el puesto 293? Sin dudas la escuela tiene mucha competencia en términos de necesidad, pero la fórmula del distrito para calcular el índice de esa necesidad también es un factor importante.

El distrito tabula su ranking basándose en el porcentaje de estudiantes de bajos ingresos, que son aprendices de inglés o están en custodia temporal, los grupos en los que el estado quiere que se enfoquen.

Los críticos sostienen que la evaluación necesita tener más contexto, como las condiciones de los vecindarios y los resultados de salud, la exposición a la violencia, el acceso a programas para la juventud, cuidado de los niños, la educación infantil temprana, las puntuaciones de las pruebas, las tasas de suspensión y las de deserción.

El cálculo del distrito tampoco hace ninguna distinción entre las familias de bajos ingresos y aquellas que viven en extrema pobreza. “Hay una gran diferencia entre una comunidad con un ingreso promedio de aproximadamente $35,000 (por ejemplo, Hollywood) y otra con un ingreso promedio de alrededor de $25,000 (por ejemplo, Watts), la cual no está totalmente captada por el índice de necesidad del LAUSD”, remarcó un nuevo informe de la organización Partnership for Los Angeles Schools, que administra 19 escuelas en nombre del distrito. La asociación se ha hecho cargo de algunos de los planteles de más bajo rendimiento, los cuales probablemente se beneficiarían de un nuevo índice.

La Salle es dirigido por el distrito, y su directora, Aleta Parker-Taylor, en su segundo año en el cargo, asegura que aprovecha al máximo los recursos que tiene; algunos continuos, otros nuevos.

La funcionaria acaba de agregar un subdirector y un trabajador social psiquiátrico al plantel, para reforzar el apoyo de salud mental. Emplea dos ayudantes de medio tiempo para el área de seguridad y control, y cuatro ayudantes de profesores para brindar apoyo a sus 20 maestros. Una asistente de biblioteca se presenta cada dos semanas y una enfermera un día a la semana. Dos grupos de computadoras permiten el acceso informático para un máximo de dos clases a la vez, y ha solicitado una subvención distrital interna para conseguir un tercero.
Pero fundamentalmente, a Parker-Taylor le gustaría contar con más servicios de salud mental y apoyo social para las familias, tanto dentro como fuera de la escuela, porque eso ayudaría a sus estudiantes, aseveró.

Un punto clave de debate tiene que ver con la manera en que el distrito proporciona personal a las escuelas. El LAUSD provee maestros en función al número de estudiantes y, en general, sin tener en cuenta si un docente gana un sueldo alto o bajo según los años de experiencia o su formación adicional. Por ello, dos escuelas podrían tener el mismo número de estudiantes y profesores, pero muy diferentes gastos de personal.

El tamaño de las clases en La Salle es similar al de la mayoría de las escuelas del distrito: alrededor de 24 a 1, en los primeros grados y 31 a 1, para los grados 4 y 5.

Los maestros más experimentados (y caros) tienden a migrar lejos de las escuelas más difíciles, por lo cual el distrito con frecuencia gasta más en los docentes de las “mejores” instituciones educativas.
Si el distrito se comprometiera a invertir más dinero en el personal de las escuelas más necesitadas, éstas podrían obtener más profesores, mejor remunerados y con mayor experiencia, expuso Bruce Fuller, profesor de educación de UC Berkeley, quien junto con su colega Joonho Lee preparó un informe para la coalición, que se dio a conocer este lunes.

Sin embargo, este tipo de enfoque cambia drásticamente las prácticas del distrito y va en contra de los profesores sindicalizados, quienes han ganado el derecho a solicitar empleo en las escuelas de su elección.

“Hay un hilo de buenas noticias” en el nivel de preparatoria, expresó Fuller, donde el distrito está gastando más fondos -tal como quería el estado- en gran parte a través de la incorporación de personal no docente, como consejeros. “Y el distrito ejerció su discreción al tratar de elevar el nivel de los niños en estas escuelas preparatorias con grandes necesidades”.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí

Anuncio