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Los coches eléctricos son menos del 1% del mercado, pero las automotrices pujan fuerte por ellos

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Admítalo: ha pensado en comprar un coche eléctrico. Aunque sólo haya sido por un fugaz momento, consideró las posibilidades: cero emisiones, no más cambios de aceite, no más ajustes. Combustible barato. Además, es algo bastante genial.

Después, como la mayoría de la gente hace, se olvidó de la idea. Esa desconexión es evidente en los EE.UU., donde todos los vehículos eléctricos representan menos del 1% de las ventas de automóviles nuevos. Con los precios de la gasolina bajos y estables, los estadounidenses quieren comprar vehículos conocidos por ser devoradores de combustible: camionetas y utilitarios deportivos.

Sin embargo, en el Los Angeles Auto Show, que abre al público este viernes, Porsche, Mitsubishi, Jaguar y Mini presentarán sus nuevos modelos totalmente eléctricos o sus coches con concepto eléctrico.

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Cadillac mostrará su CT6 para conectar, mientras que Acura relevará la versión para conectar de su NSX. Chevy, en tanto, alardeará con el Bolt, un sedán completamente eléctrico, con un rango de 238 millas que comenzará a llegar a los distribuidores en semanas.

Y el líder en coches eléctricos, Tesla -que asiste por primera vez al salón automovilístico- realizará una fiesta al aire libre, donde su Model X será conectado a un tráiler Airstream para ampliar las posibilidades de viajes de larga distancia proporcionadas por la red de baterías Supercharger de Tesla.

Por lo tanto, por un lado, la cuota de mercados de los coches eléctricos es minúscula. Por el otro, los grandes fabricantes presionan agresivamente estos lanzamientos. “Hay un mercado de lo que el mercado quiere, y está el mercado de lo que el gobierno desea”, afirmó el veterano de la industria Bob Lutz, quien defendió la creación del híbrido de gama extendida Chevy Volt durante su presidencia en General Motors. “Y ambos mercados están a millas de distancia”.

Dependerá de los fabricantes reunirlos. Tendrán que hacerlo. Las exigencias gubernamentales más estrictas sobre la economía de combustible están a la vuelta de la esquina; las regulaciones federales exigen un consumo promedio de combustible para las flotas de cada fabricante de 42 millas por galón en 2020, y 54.2 en 2025. Para cumplir con ellas, “todo el mundo tendrá que tener más electrificación”, señaló Lutz. Incluso si pierden dinero haciéndolo.

El algo costo de las baterías implica que todavía cueste más construir un coche eléctrico que uno de motor tradicional. Esa es la gran razón por la cual la cuota de mercado de los vehículos eléctricos es tan baja: pocos consumidores están dispuestos a pagar más, incluso teniendo en cuenta unos $7,500 en subsidios federales y otros incentivos estatales.

Para cumplir con las exigencias, los fabricantes calibran la cantidad de autos eléctricos y de híbridos deben vender, y fijan los precios en consecuencia. El goteo de coches eléctricos se está convirtiendo en un arroyo a medida que la fecha límite se acerca.

La creciente disponibilidad de vehículos eléctricos despertó el interés de Michael Webb, un arquitecto de iluminación que vive en Berkeley. Sin embargo, después de probar varios vehículos de estas características, no halló nada que lo persuadiera de deshacerse de su Toyota Scion xB. “Los autos eléctricos son coches del futuro”, aseguró Webb, a quien le gusta el Tesla pero está fuera de su rango de precio, y las otras opciones del mercado “no le gustan, o por tamaño o por rango”.

Aún no está claro qué efecto tendrá el presidente electo Donald Trump en las regulaciones ambientales. Lutz predice que los grandes fabricantes resistirán los grandes cambios de estándares de eficiencia en este punto, gracias a las inversiones de capital que ya han hecho para lograrlos. Las regulaciones son levemente flexibles según la demanda del mercado.

Para los fabricantes que esperan beneficiarse con los coches eléctricos, hay señales de esperanza. Las baterías son la parte más cara de estos vehículos, y contabilizan típicamente cerca del tercio del costo total. Sin embargo, esos costos han caído un 65% en los últimos cinco años y siguen bajando, según Bloomberg New Energy Finance. En parte esto se debe a un mayor volumen y mayor escala, pero también se están haciendo avances en la química de las baterías.

Más eficiencia significa más poder y, lo más importante, más alcance. Hasta hace poco, la mayoría de los coches eléctricos podían viajar apenas más de 100 millas con una sola carga. Los nuevos modelos, como el Chevy Bolt y los próximos Tesla Model 3, viajarán 200 millas o más con cada carga.

Esas 100 millas extra podrían hacer una gran diferencia para reducir la llamada ‘ansiedad de rango’. Una encuesta entre 837 californianos, realizada en agosto pasado por Vrge Analytics, halló que el 43% consideraría comprar o alquilar un vehículo eléctrico para 2025. Si esos autos tuvieran un precio similar al de los motores de combustión y ofrecieran un rango de 200 o más millas por carga, el número saltaba a casi dos tercios. “Es la frontera de las 200 millas lo que hace que los vehículos eléctricos sean aceptables para la mayoría de los compradores”, aseguró Roland Irle, cofundador de la consultora EV Volumes, con sede en Suecia.

Antes de Tesla, los ejecutivos de la industria automotriz se quejaban de que estaban siendo obligados a fabricar coches que la gente no deseaba comprar. Los concesionarios también eran reacios a venderlos, porque estos autos requieren menos mantenimiento. Pero el Model S de Tesla es ahora el coche de lujo más vendido del mundo, superando a los modelos de Mercedes, BMW, Audi y otros, con motores diesel y a gasolina. Al menos 373,000 clientes han reservado un Model 3 con un anticipo de $1,000. “No subestimaré la influencia que Tesla ha tenido en impulsar a otros fabricantes”, señaló Colin McKerracher, director de investigación de transporte avanzado para Bloomberg New Energy Finance.

Y tampoco subestima a China. Actualmente el mercado de vehículos de motor más grande del mundo, China es también el mercado más grande y de más rápido crecimiento del mundo para los autos eléctricos. Los incentivos y las exigencias del gobierno han creado una demanda floreciente, mientras los líderes del país tratan de limpiar el aire contaminado que se cierne sobre sus principales ciudades.

Cerca de 134,000 autos eléctricos e híbridos se vendieron en China en la primera mitad del año, más del doble que en los EE.UU. y con una tasa de crecimiento mucho más rápida. Los fabricantes en Europa, Japón, los EE.UU. y Corea quieren participar de ese mercado, y también deben estar preparados si China logra exportar coches eléctricos baratos y de calidad suficiente.

En tanto, se habla en algunos países de prohibir totalmente los motores de combustible en los coches nuevos, lo cual daría a los vehículos de este tipo un nuevo impulso.

India, que recientemente fue noticia cuando los residentes de Delhi se ahogaron por el aire contaminado, también contempla prohibir los coches de combustión en una década. Lo mismo ocurre con Noruega, los Países Bajos, Austria y Alemania, motivados por las preocupaciones sobre el calentamiento global, según Irle. “Nadie lo ha hecho aún, pero las propuestas se están tomando en serio”, afirmó.

Y también está el caso de Volkswagen. El escándalo por el falseamiento de las emisiones no sólo le costará miles de millones a la empresa, que ahora se enfrenta a una investigación penal, sino también acabó con los planes de VW y otros fabricantes alemanes para apostar fuertemente por los motores diesel -supuestamente más limpios- en pos de cumplir con los requisitos de eficiencia y pureza.

Mientras el drama del diesel sigue, Volkswagen es de repente un gran defensor de los autos eléctricos, prometiendo que un cuarto de sus ventas provendrán de eléctricos e híbridos para 2025. “Es el mayor fabricante automotriz del mundo, y 2025 no está demasiado lejos para la industria”, aseguró McKerracher.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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