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Los 50 años de ‘Star Trek’: la música pop también viaja al espacio

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A diferencia de “Star Wars”, “Star Trek” no ocurre hace “mucho, mucho tiempo” sino en un futuro no muy lejano. Eso le permitió a la saga, tanto en la TV como en el cine, hacer referencia a la cultura pop en general -y a la música en particular- de formas tan inteligentes como sagaces durante el último medio siglo.

En la más reciente película, “Star Trek: Beyond”, por ejemplo, se escucha música del siglo XX cuando una grabación sobreviviente de “Fight the Power”, de Public Enemy, retumba en un equipo de sonido antiguo, a bordo de una nave espacial que fue abandonada hace siglos.

Más que apenas un lindo referente cultural, la música “vintage” es un salvador sonoro cuando el Capitán Kirk y su tripulación necesitan una distracción “fuerte y ruidosa” para defenderse de un enjambre de invasores hostiles. En ese momento crucial, los Beastie Boys y su tema “Sabotage”, de 1994, ayudan a salvar a toda la Federación Unida de Planetas.

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De hecho, el más reciente líder de la franquicia “Star Trek”, J.J. Abrams, parece ser tan fanático de los Beastie Boys como del legado “Trek”, luego de haber utilizado “Sabotage” anteriormente en su reversión de “Star Trek” de 2009, y algo de “Body Movin”, también del mismo grupo, en su secuela de 2012, “Star Trek: Into Darkness”.

Esos guiños al trío de rap de Nueva York representaron un equilibrio en la balanza: los Beastie Boys también hicieron referencia a “Star Trek” en sus letras en varias ocasiones, por ejemplo al rapear “tus dedos explotan como un pellizco del Sr. Spock en el cuello” en “Intergalactic”, su tema de 1998. También lo hicieron con todo un verso completo en “The Brouhaha”, de 2004:

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Hace 50 años, la serie original se sumergía de vez en cuando en la música que estaba contribuyendo a dar forma a una contracultura. Probablemente la escena más memorable sea una del episodio “The Way to Eden” (El camino al edén), en la cual un grupo de parias, en busca del edén planetario, se hace pasar por una cultura hippie fuera de los estudios Paramount Television. En una muestra de solidaridad con la causa de los rebeldes, el Sr. Spock saca su laúd vulcaniano de 12 cuerdas y se sienta allí cuando el grupo inicia una improvisación casi rockera para distraerse mientras lleva a cabo su nefasto plan.

El laúd vulcaniano apareció en varios otros episodios y en otros lugares, interpretado décadas después por otro vulcaniano, el Teniente Comandante Tuvok, en la serie “Star Trek: Voyager”, aunque con menos referencias de música pop contemporánea.

Spock y Kirk también se aproximaron al punk rock en “Star Trek IV: The Voyage Home”, de 1986, mayormente ambientada en San Francisco. Cuando un fanático punk en un autobús responde al pedido de Kirk de bajar el volumen de su estéreo con un particular gesto obsceno y a continuación sube los decibeles del tema “I Hate You”, Spock tranquilamente le pellizca el cuello y lo deja -a él y a su molesto estéreo- fuera de circulación, generando el aplauso del resto de los pasajeros del autobús.

Otra instancia en la que el rock ’n’ roll de la Tierra sobrevive a los siglos apareció en 1996, para el segundo film de “Nueva Generación”: “Star Trek: First Contact”. En otra aventura por el tiempo y el espacio, el Capitán Picard y su tripulación siguen a una nave espacial Borg hacia la Tierra del siglo XXI, donde Zefram Cochrane, inventor del motor de curvatura que permitió a las naves viajar más rápido que la velocidad de la luz, resulta ser bastante diferente al pionero héroe que representaban los libros de historia del siglo XXIV.

Cochrane es presentado allí como un borracho tambaleante en un bar, donde disfruta de lo que parece ser su única alegría en la vida: escuchar una antigua rocola. Al estilo de otro personaje clásico, Fonz (de “Happy Days”), pone la máquina en servicio con un golpe de puño hasta que comienza a escucharse la interpretación de “Ooby Dooby”, de Roy Orbison, que es prácticamente un calco de la versión de 1970 de Creedence Clearwater Revival.

La intersección del universo “Star Trek” y la música pop ha ido en ambos sentidos, sobre todo con el clásico de 1968 del actor William Shatner “The Transformed Man”, lleno de teatrales soliloquios y canciones pop famosas, entre ellas “Mr. Tambourine Man”, de Bob Dylan, y “Lucy in the Sky With Diamonds”, de los Beatles.

Décadas más tarde, Shatner se reunió con el artista de rock independiente Ben Folds para el álbum “Has Been”, de 2004, que contenía una versión -muy bien recibida- de “Common People”, un clásico del grupo de pop británico Pulp, originalmente editado en 1995. Su colección de 2011 “Seeking Major Tom” lo unió con colaboradores de la talla de The Strokes, el guitarrista de Yes Steve Howe y el alma del funk Bootsy Collins. En 2013, Shatner, a sus 82 años de edad, se reunió con los héroes del rock progresivo Rick Wakeman, Tony Kaye y Billy Sherwood para consumar otro matrimonio de poesía y música, llamado “Pondering the Mystery”.

El actor que interpretó al Sr. Spock, Leonard Nimoy, fue un tanto más convencional con su álbum de 1968 “Two Sides of Mr. Spock” (Las dos caras del Sr. Spock), que contenía versiones folk de “Gentle on My Mind”, “If I Were a Carpenter” y “Love of the Common People” en un lado, y temas más acordes con su personaje, como “Highly Illogical” y “Spock Thoughts” en el otro.

“Descubrir nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones” fue el lema de “Star Trek” desde el comienzo. Sin embargo, periódicamente, la serie también puso de manifiesto nuevas formas de rockear.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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