Anuncio

Un estudio sugiere que consumir bebidas de dieta durante el embarazo podría generar obesidad infantil

Entre las mujeres embarazadas, el consumo diario de bebidas a base de edulcorantes artificiales está asociado con un mayor riesgo de sobrepeso en sus hijos cuando éstos alcanzan el año de edad.

Entre las mujeres embarazadas, el consumo diario de bebidas a base de edulcorantes artificiales está asociado con un mayor riesgo de sobrepeso en sus hijos cuando éstos alcanzan el año de edad.

(Joe Raedle/Getty Images)
Share

Las bebidas dietéticas podrían estimular la obesidad infantil. Así lo indica un nuevo estudio realizado con más de 3,000 niños canadienses y sus madres, que estableció una fuerte relación entre la cantidad de bebidas endulzadas artificialmente que las mujeres consumieron durante el embarazo y el índice de masa corporal de sus bebés.

En comparación con aquellas mujeres que se mantuvieron alejadas de los refrescos durante el embarazo, quienes los consumieron a diario fueron dos veces más propensas a tener bebés que registraron sobrepeso al alcanzar su primer año de vida, conforme el reporte publicado este lunes en JAMA Pediatrics.

Los investigadores también hallaron que cuando las madres poseían el hábito diario de consumir bebidas endulzadas con edulcorantes artificiales durante el embarazo, sus pequeños de 1 año de edad tenían puntuaciones de masa muscular significativamente más elevadas que las de sus homólogos.

Anuncio

Sin embargo, los expertos no pudieron encontrar ninguna relación entre el consumo de bebidas calóricas y endulzadas con azúcar durante el embarazo, y el riesgo de sobrepeso de los bebés. “Hasta donde sabemos, nuestros resultados proporcionan la primera evidencia de que el consumo de edulcorantes artificiales durante la gestación puede aumentar el riesgo de sobrepeso en la primera infancia”, escribieron los autores del estudio, liderado por Meghan Azad, de la Universidad de Manitoba, en Canadá.

Alguna evidencia de la relación entre la exposición prenatal a los edulcorantes y el exceso de peso después del nacimiento también se halló en animales, apuntaron los autores. Para observar si eso mismo podía ser cierto en las personas, recurrieron a información tomada de 3,033 pares de madres e hijos, que participaron del estudio de Canadian Healthy Infant Longitudinal Development.

Todas las madres completaron un cuestionario de frecuencia de comidas, en el cual detallaron los alimentos y bebidas que habían consumido durante su embarazo. Cerca del 90% de los bebés fueron examinados un año después de su nacimiento.

Entre las mamás, un 30% señaló que habían bebido refrescos endulzados artificialmente durante la gestación. De ellas, un 5% señaló haberlo hecho todos los días. Además de los refrescos de dieta, estas bebidas podían incluir café y té endulzados con Equal, Splenda y similares marcas.

El 30% de las mujeres que consumieron estos edulcorantes no calóricos también marcaron otras diferencias con el resto de las madres. Por ejemplo, sus índices de masa corporal era más altos y tenían más probabilidades de ser fumadoras. Luego del parto, amamantaron a sus bebés por poco tiempo e incorporaron antes alimentos sólidos a las dietas de sus hijos.

Pero aun controlando todas esas diferencias, los investigadores hallaron una correlación significativa entre el consumo diario de bebidas endulzadas artificialmente y el índice de masa corporal de los pequeños. Luego de considerar los efectos sobre niños y niñas por separado, hallaron que la conexión sólo era significativa en los varones.

Curiosamente, el consumo de bebidas dietéticas de las madres durante la gestación no mostró efecto en los bebés al nacer. Para los investigadores, este hallazgo sugiere que la influencia -si es que la hubiera- de los edulcorantes artificiales no entra en juego durante la instancia de desarrollo del feto, sino después del nacimiento del bebé.

La incidencia de la obesidad infantil ha ido en aumento desde hace décadas, y los estudios que identifican que más de 1 de cada 5 niños en edad preescolar sufre de sobrepeso u obesidad también destacan que el tema comienza desde una edad muy joven. Como más de la mitad de los estadounidenses consume edulcorantes -muchos de ellos en un intento de revertir o prevenir la obesidad-, la tentación de unir los puntos es fuerte.

Aunque el nuevo informe plantea serias dudas respecto de si el consumo de refrescos de dieta durante el embarazo puede influir en el futuro peso del bebé, se necesita mucha más investigación para proporcionar esas respuestas. Los autores del estudio advirtieron que las encuestas que solicitan a la gente recordar qué habían bebido en los últimos meses pueden no ser enteramente exactas.

También observaron que sus datos no distinguen entre diferentes tipos de edulcorantes artificiales, ni tampoco representan a los edulcorantes artificiales empleados en alimentos. Aún así, los autores concluyeron, “dada la actual epidemia de obesidad infantil y el consumo generalizado de los edulcorantes artificiales, la investigación debe ampliarse”.

Dos investigadores independientes expertos en temas de obesidad se mostraron de acuerdo. En un editorial publicado junto con el estudio, el epidemiólogo de la Universidad de Minnesota Mark Pereira, y el Dr. Matthew Gillman, de Harvard Medical School, señaló que los hallazgos fueron “intrigantes” y dignos de mayor investigación. Estudios realizados en animales e incluso pequeños ensayos realizados en mujeres embarazadas podrían ayudar a descubrir un mecanismo que explique la aparente relación.

Mientras tanto, señalaron, las mujeres deberían considerar agregar las bebidas con edulcorantes a la lista de ítems no recomendados durante el embarazo, y optar en su lugar por agua.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio