Anuncio

Un año después del ataque terrorista de San Bernardino, el FBI sigue tratando de resolver algunas preguntas clave

Share

Desde que Syed Rizwan Farook y Tashfeen Malik mataron a 14 personas en un ataque terrorista en San Bernardino, hace exactamente un año, las autoridades han realizado más de 600 entrevistas, recolectado más de 500 piezas de evidencia y llevado a cabo varias docenas de órdenes de registro.

Ademas entablaron una batalla legal sin precedentes con Apple en un esfuerzo por desbloquear el iPhone de Farook y movilizaron a un equipo de buzos que revisaron el fondo de un lago cercano en busca de equipos electrónicos que la pareja supuestamente habría arrojado en ese sitio.

Pero a pesar de lograr un panorama detallado de los movimientos de la pareja hasta el dia de la masacre, los funcionarios federales reconocen que todavía no tienen respuestas a algunas de las preguntas más importantes planteadas en los días posteriores al ataque del 2 de diciembre de 2015 en el Centro Regional de Inland Empire.

Anuncio

Lo más importante, dijo el FBI, es que todavía están tratando de determinar si alguien más sabía de los planes de la pareja o si recibieron algún tipo de ayuda, ya que la pareja pasó meses reuniendo un arsenal y construyendo bombas en el garaje de su casa Redlands.

Los agentes han dicho que no tienen pruebas suficientes para acusar a nadie, pero enfatizaron que la investigación aún está abierta.

“Hay preguntas sin respuesta en este caso”, dijo la portavoz del FBI, Laura Eimiller. “Existe una investigación en curso sobre si recibieron apoyo financiero o material de otras personas”.

El FBI ha hecho varios llamados públicos para ayudar a construir una línea de tiempo de los movimientos de los terroristas entre el ataque y el inicio de la persecución a alta velocidad, que terminaría con la policía disparándoles fatalmente. En particular, los agentes dijeron que no podían dar cuenta de los movimientos de la pareja durante un período clave de 18 minutos.

Pero después de verificar los videos de vigilancia y entrevistar a innumerables testigos, el FBI dijo que todavía no saben dónde estuvieron Farook y Malik durante ese tiempo.

Otra frustración para las autoridades han sido los artefactos electrónicos de la pareja. Al principio de la investigación, funcionarios federales subrayaron que las huellas digitales de la pareja serían clave para construir un cuadro completo del atentado.

Ante reiterados intentos fallidos, el FBI finalmente fue capaz de conseguir un equipo de técnicos que le ayudara a desbloquear el iPhone de Farook. Pero las autoridades dijeron que el teléfono no arrojo pistas sobre el ataque.

En otro momento el FBI creyó que la pareja intentó destruir discos duros de computadora y otros dispositivos electrónicos, pero la investigación tampoco rindió frutos.

Los expertos dijeron que estas lagunas, aunque molestas, están lejos de ser infrecuentes en investigaciones tan extensas.

“Siempre habrá cabos sueltos”, dijo Brian Levin, un experto en terrorismo y director del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo en Cal State San Bernardino. “Todo parece indicar que el atentado fue el trabajo de una pareja solitaria, siempre queda abierta la pregunta: ¿qué sabían realmente las personas más cercanas a los agresores?”

Levin dijo que del bombazo en el edificio federal de la ciudad de Oklahoma en 1995, que mató a 168 personas, las autoridades siguen teniendo preguntas sobre ese ataque terroristas, a pesar de que han pasado 20 años

Los investigadores arrestaron rápidamente a Timothy McVeigh y Terry Nichols en el caso. McVeigh sugirió que otras personas sabían acerca de sus planes.

Brian Jenkins, un experto en terrorismo y asesor principal del presidente de Rand Corp., citó el caso del ataque al Maratón de Boston en 2013 como otro ejemplo en el cual los investigadores antiterroristas reconstruyeron muchos de los hechos, pero no lograron contestar todas las preguntas.

“Cuando se están recreando los eventos antes y después de un ataque, hay un montón de piezas y muchas veces hay espacios vacíos”, dijo Jenkins.

A pesar de la incertidumbre en el ataque terrorista de San Bernardino, los funcionarios federales fueron capaces de descubrir algunos hechos clave en los primeros días de la investigación.

Supieron que Farook viajó al Medio Oriente antes del ataque y volvió con su esposa. Farook nació en Illinois, pero Malik fue criado en Pakistán y vivió en Arabia Saudita antes de casarse con él.

Desde el principio, una de las principales preguntas fue si el ataque era parte de una trama internacional más grande, con la participación del Estado Islámico o algún otro grupo terrorista islámico. Malik publicó una nota en Facebook prometiendo lealtad al Estado Islámico poco después del ataque, dijeron las autoridades.

El FBI concluyó con bastante rapidez que la pareja estaba “auto-radicalizada”. Se inspiraron en grupos terroristas, dijeron funcionarios, pero no recibieron apoyo financiero de organizaciones extranjeras o nacionales.

“Son esencialmente terroristas caseros, auto-radicalizados e inspirados por el Estado Islámico”, dijo Jenkins.

Unas semanas después de la masacre, las autoridades aseguraron que Farook y un amigo, Enrique Márquez Jr., habían planeado un ataque anterior y un complot contra un colegio comunitario y conductores que transitaran por la autopista 91, pero abortaron la idea. Actualmente Márquez es acusado de comprar los dos rifles de estilo militar que Farook y Malik utilizaron en el ataque, que también hirió a 22 personas en el centro regional ya dos policías en el tiroteo final.

Pero las autoridades federales dijeron que Márquez compró las armas años antes y que no sabía sobre el complot del año pasado ni participó en el.

Otra de las primeras preguntas para los investigadores fue si los familiares más cercanos a la pareja sabían lo que estaban planeando. Los miembros de la familia han dicho que Farook habló con franqueza sobre sus opiniones fundamentalistas, pero dijeron que no tenían ni idea de que planeaba el atentado. El FBI ha dicho que no encontró evidencia de que los familiares de Farook tuvieran conocimiento previo del asalto.

La cuestión de si otros tenían sospechas acerca de las actividades de la pareja ha surgido y fue un problema en la carrera presidencial.

El presidente electo Donald Trump afirmó durante su campaña que los vecinos vieron explosivos en el hogar de los atacantes pero no alertaron a las fuerzas de seguridad. Otros también han sugerido que los vecinos no reportaron actividades en el hogar por algún sentido de corrección política porque la pareja era musulmana. Pero no hay pruebas de que los testigos vieron armas en la casa de Redlands.

Levin dijo que es de naturaleza humana sospechar que tal masacre tuvo que ser obra de más de dos personas.

“El hecho de que dos terroristas solitarios puedan operar de manera autónoma y hacer tales daños es muy preocupante y lleva a la gente a buscar una mayor explicación cuando existen brechas en la información”, dijo. Pero “operativamente todo lo que sabemos sugiere que nadie mas estuvo involucrado”.

Farook dejó su casa Redlands a las 8:37 de la mañana del 2 de diciembre y llegó al Centro Regional de Inland Empire 10 minutos más tarde. Sus compañeros de trabajo estaban reunidos para un evento de vacaciones y una sesión de entrenamiento. Llevaba consigo una bolsa que contenía una bomba, dicen las autoridades. Permaneció alrededor del centro durante unas dos horas antes de partir. Regresó al evento a las 10:56 de la mañana con su esposa. Ambos estaban armados con rifles AR-15 y sus rostros estaban cubiertos. Ambos rociaron la habitación con balas antes de huir.

A partir de ahí, parece que la pareja huye a través de San Bernardino. Las cámaras de tráfico, imágenes de vigilancia, testigos y torres de teléfonos celulares dieron a los agentes del FBI pistas de su ruta aparentemente casual.

Pero el FBI no puede dar cuenta de su paradero entre las 12:59 y 1:17 p.m. Cuando la pareja resurgió, estaban a una milla del Centro Regional, que entonces estaba rodeado de agentes policiales y federales. Los investigadores creen que podrían estar regresando a la escena en un intento de detonar de forma remota una bomba que dejaron atrás, posiblemente en un intento de matar a los primeros agentes que respondieron. Al final no se detonó ninguna bomba.

Funcionarios del FBI han dicho que la brecha de 18 minutos es una parte crucial de la investigación porque es posible que la pareja se reuniera con alguien durante ese tiempo, aunque los investigadores sólo pueden especular.

“Hasta que sepamos lo que pasó en esos 18 minutos, seguiré incómodo con la investigación”, dijo el director adjunto del FBI, David Bowdich, a principios de este año.

El FBI dijo que todavía tiene pruebas muy limitadas de cómo la pareja planeó el ataque o por qué se dirigieron a los colegas de Farook. Los investigadores esperaban que el equipo electrónico de la pareja pudiera dar respuestas. Pero eso ha sido otra lucha.

Los agentes encontraron que faltaba el disco duro de la computadora de casa de Farook.

En un esfuerzo por encontrar el disco duro, los agentes del FBI recorrieron el fondo del lago Seccombe, en el corazón de San Bernardino. La pareja se detuvo brevemente en un estacionamiento cerca del lago a las 11:45 a.m. Agentes del FBI ahora creen que el disco duro podría haber sido arrojado a un cubo de basura y ser enterrado en un vertedero.

Un segundo teléfono celular que Farook llevaba, estaba tan deteriorado que los investigadores no pudieron extraer ningún dato. El desbloqueo del iPhone 5c que desencadenó un furor nacional por la seguridad y la privacidad, reveló sólo datos relacionados con su trabajo como inspector de salud, dijo Eimiller.

Los expertos dijeron que podría tomar años para entender mejor cómo la trama de San Bernardino fue planificada y llevada a cabo. E incluso entonces, probablemente habrá muchas preguntas sin respuesta.

Para leer esta historia en inglés haga clic aquí

Anuncio