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Sheriff del Condado de L.A. investiga abuso sexual a reclusas por parte de un agente

Hermann Kreimann Jr., quien fue contratado por el Departamento del Sheriff en el 2009, trabajó como alguacil en el Centro de Justicia Penal Clara Shortridge Foltz por lo menos durante dos años.

Hermann Kreimann Jr., quien fue contratado por el Departamento del Sheriff en el 2009, trabajó como alguacil en el Centro de Justicia Penal Clara Shortridge Foltz por lo menos durante dos años.

(Frederick M. Brown / Getty Images)
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Las acusaciones fueron inquietantes: Una reclusa informó que un oficial del Sheriff del Condado de Los Angeles le pidió que realizara un acto sexual mientras la acompañaba de regreso a una celda en el juzgado penal del centro de la ciudad. La reclusa obedeció, dijo, porque estaba asustada de que de lo contrario el oficial podría meterla en problemas.

En los meses siguientes, los investigadores localizaron a varias otras reclusas quienes proporcionaron relatos similares de conducta sexual inapropiada por parte del oficial, de acuerdo a un memo de un fiscal del distrito, el cual detalla las acusaciones.

El oficial, identificado en el memo como Hermann Kreimann Jr., es objeto de una investigación de asuntos internos que podría resultar en su despido, de acuerdo al comandante del Sheriff, Keith Swensson, un portavoz del departamento. Aunque se negó a dar un comentar sobre las denuncias específicas, Swensson dijo que los oficiales de sexo masculino nunca deben estar a solas con las internas en áreas sin cámaras de seguridad.

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“Está fuera de la política por una razón, específicamente para evitar que cosas como esta sucedan”, dijo Swensson. “No permitiríamos que las reclusas se fueran solas con los oficiales varones… Simplemente no haces eso”.

Las acusaciones de conducta sexual inapropiada son las últimas en llegar al Departamento del Sheriff. A principios de este mes, el Condado aceptó pagar un acuerdo legal de $6 millones 150 mil a una mujer que fue violada por un oficial en servicio durante una parada de tráfico realizada en Palmdale en el 2010. El oficial está cumpliendo una sentencia de nueve años en prisión por violación.

Hace dos años, uno de los vigilantes civiles del departamento reconoció a la agencia por tomar firmes medidas disciplinarias en contra de los oficiales acusados de conducta sexual inapropiada y por ordenar más de una media docena de investigaciones hacia tales denuncias. Un agente fue condenado por realizar crímenes sexuales con una chica de 16 años de edad que se encontraba en el programa explorador del Departamento. Otro fue despedido tras ser acusado de tener relaciones sexuales con una interna que usaba una silla de ruedas.

Las denuncias más recientes destacan lo vulnerables que pueden ser las reclusas al abuso sexual bajo custodia, dijo Esther Lim, directora del proyecto de cárceles para la ACLU del sur de California.

Lim elogió la investigación del Sheriff por hacer el esfuerzo para localizar a otras reas que habían tenido contacto con el oficial. Muchas mujeres en prisión han experimentado abuso físico o sexual en sus vidas y no estarían dispuestas a presentarse por sí solas a denunciar el abuso de un carcelero, dijo.

“Muchas de estas mujeres tienen miedo de sufrir represalias”, dijo Lim. “Definitivamente es una población que es muy, muy vulnerable”.

Kreimann, quien fue contratado por el Departamento del Sheriff en el 2009 y quien trabajó como alguacil en el Centro de Justicia Penal Clara Shortridge Foltz por lo menos durante dos años, fue relevado de sus deberes en mayo del 2014, dijo Swensson.

En una entrevista realizada el año pasado con los investigadores, Kreimann negó haber realizado una propuesta a una reclusa y dijo que ninguna le había hecho una propuesta a él, de acuerdo a un memo del Fiscal del Distrito. Dijo que el escoltar a las internas era procedimiento estándar.

La entrevista se llevó a cabo dos semanas antes de que los investigadores examinaran una sala de entrevistas de abogados conectada al juzgado en donde una de las reclusas le practicó sexo oral a Kreimann. El semen encontrado en la sala concordó con el ADN de Kreimann, indicó el memo. Kreimann fue relevado del deber varias semanas después.

El mes pasado, la oficina del Fiscal del Distrito decidió no presentar cargos en contra de Kreimann. Las dos mujeres cuyas denuncias serían clave para una condena se negaron a cooperar, señaló Rosa Alarcón, asistente del fiscal del distrito. Si las dos mujeres hubieran estado dispuestas a trabajar con las autoridades, “sus declaraciones se corroborarían una a la otra y probablemente apoyarían una presentación de cargos criminales”, escribió Alarcón.

El abogado de Kreimann, Richard A. Shinee, se negó a dar un comentario.

Las acusaciones en contra de Kreimann surgieron en noviembre del 2013, cuando una reclusa en el Centro de Detención Regional Century le informó a un sargento que un mes antes había sido obligada a practicarle sexo oral a un oficial.

El oficial, dijo, la escoltó de la sala del tribunal, en donde se había presentado en un caso penal, a la sala de los abogados, dijo. Ahí, de acuerdo al memo de la Fiscalía, le pidió que se desvistiera parcialmente y después esposó una de sus muñecas a la pared y le pidió que le practicara sexo oral, indicó el memo.

La reclusa lo hizo porque temía que el oficial podría “culparla de otro caso”, explicó. Cuando terminó, el oficial dijo que colocaría $20 en su cuenta de la cárcel, informó.

La reclusa identificó a Kreimann de una formación fotográfica, de acuerdo al memo.

La sargenta del Sheriff Amy Hansen, localizó a 23 reas quienes se habían presentado durante el año anterior en la sala del tribunal, Departamento 124, en donde trabajó Kreimann.

Una mujer dijo que Kreimann se exhibió ante ella en la sala de entrevistas de abogados y sugirió le practicara sexo oral, pero ella se negó, de acuerdo al memo de la Fiscalía. En otra ocasión, dijo la reclusa, Kreimann insinuó que le permitiría visitar a otra interna si tenía sexo con él.

La mujer les dijo a los investigadores que Kreimann se masturbó delante de ella en la sala de los abogados, de acuerdo al memo del Fiscal del Distrito.

Otra mujer dijo que Kreimann la detuvo en una escalera en febrero del 2014 y la manoseo, escribió el fiscal. Una tercera mujer dijo que Kreimann le pidió que le mostrara sus pechos.

Una cuarta mujer dijo que Kreimann se paró delante de ella mientras se encontraba esposada a una pared, colocó su mano sobre la cremallera de su pantalón y le preguntó, “¿Estás lista?”. La mujer les dijo a los investigadores que creía que el oficial le estaba pidiéndole que le practicara sexo oral, mencionó el memo de la Fiscalía.

Las autoridades recolectaron muestras de ADN de la sala de entrevistas de abogado y encontraron cinco muestras de semen. La muestra vinculada a Kreimann estaba entre ellas; las otras cuatro siguen sin ser identificadas, decía el memo.

Alarcón escribió que el semen “por lo mínimo indica que Kreimann estuvo involucrado en algún tipo de actividad sexual inadecuada mientras se encontraba en servicio como alguacil, lo cual también tiende a reforzar las acusaciones hechas por las mujeres en su contra”. El hecho de que las mujeres independientemente dieron versiones similares acerca de Kreimann después de ser localizadas por los investigadores “les confiere credibilidad”, escribió.

Cuando se presente para una revisión disciplinaria, Kreimann deberá responder a las preguntas sobre las muestras de semen encontradas en la sala de entrevistas de abogado, dijo Swensson. Bajo la ley de California, los oficiales de la policía pueden ser obligados a responder a las preguntas realizadas durante las investigaciones administrativas.

“Va a tener que explicar por qué su semen fue encontrado ahí”, dijo Swensson.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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