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Bernie Sanders necesita un milagro para derrotar a Hillary Clinton

El precandidato demócrata a la presidencia, Bernie Sanders, habla durante un mitin de campaña en la Convención de la ALO-CIO en Pennsylvania , el 7 de abril. ()

El precandidato demócrata a la presidencia, Bernie Sanders, habla durante un mitin de campaña en la Convención de la ALO-CIO en Pennsylvania , el 7 de abril. ()

(Matt Rourke / Associated Press)
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Bernie Sanders todavía puede ganar la nominación presidencial demócrata —pero sería un milagro—. En realidad, varios milagros. Él tendría que ganar la primaria de la próxima semana en Nueva York, donde las encuesta dan como favorita a Hillary Clinton. Y luego tendría que ganar la mayor parte de los estados de la mitad del Atlántico, incluyendo Pennsylvania. Y tendría que ganar en grande California y Nueva Jersey en junio; pequeños márgenes de victoria no le darían el número de delegados que necesita alcanzar para sobreponerse a la sustancial delantera de Clinton. Esto no es una conspiración, son solo matemáticas.

Y está bien. Este es un caso donde quedarse cerca importa y mucho.

Desde el principio de su improbable nominación, Sanders ha tenido dos objetivos en mente. Uno era convertirse en el candidato demócrata; el otro era construir un movimiento de bases que pudiera traer una “revolución política” de izquierda.

Sanders y sus partidarios no han olvidado su primer objetivo. Pero no pierden de vista el segundo, que es a largo plazo.

La semana pasada, un votante en Nueva York le preguntó al senador de Vermont lo que haría si no gana. La mayoría de los candidatos habrían evitado la pregunta. Sanders dijo: “Es una maravillosa pregunta”.

“Obviamente, nuestra esperanza y expectativa es que vamos a ganar”, dijo en el programa “Today” de NBC. “Pero es una pregunta justa. Hemos visto mucho entusiasmo de los jóvenes… que quieren hacer de nuestro país un mejor lugar”.

Si la nominación se pierde, dijo, “seguiremos esa revolución”.

El primer paso —en el caso de una derrota— es utilizar la convención como un evento de organización.

Algunos partidarios hablaron de una estrategia “por dentro y por fuera” en la convención de Filadelfia, con delegados de Sanders apoyando su causa dentro del salón, mientras otros simpatizantes marchaban afuera.

Ellos esperan que se incluyan algunas de las propuestas de Sanders en la plataforma del partido demócrata, incluyendo que se prohíban donaciones de corporaciones a los súper PAC, renegociar los acuerdos de libre comercio existentes y deshacerse de los bancos más grandes del país.

Clinton ya ha respondido a la energía de la izquierda de su partido al considerar varios de los problemas que ha señalado Sanders durante su campaña. Ella ahora se opone el acuerdo comercial propuesto por el presidente Obama con países asiáticos, un pacto que al principio ella respaldó. También cambió el curso para oponerse a la propuesta del oleoducto Keystone XL de Canadá a Texas, aunque nunca estuvo firmemente a favor. Y ha propuesto regulaciones más estrictas a los grandes bancos y otras instituciones financieras, un plan que ella argumenta es más estricto que la propuesta de Sanders de deshacerse de los bancos nacionales más grandes (Sanders no está de acuerdo).

Si Clinton gana el nombramiento, Sanders ha dicho que la apoyaría e impulsaría a sus partidarios a que votaran a favor del partido demócrata. Pero también tratará de convertir su campaña en un movimiento más duradero para mover al partido a la izquierda.

“Esta campaña está cambiando la vida de la gente y cambiando la idea de todos de lo que es posible”, le dijo a la revista The Nation el principal tecnólogo de Sanders, Zack Exley. “Sin importar lo que pase, la gente va a seguir luchando por la revolución política que Bernie nos ayudó a comenzar. Y lo que es más, estos equipos de organización, estructuras y procesos no tendrán que ser reinventados. Ellos se mantendrán… Esta revolución apenas ha comenzado”.

Hemos escuchado esa canción antes. En 2004, el candidato insurgente Howard Dean trató de convertir su campaña en un movimiento progresivo, Democracia para América, con resultados insignificantes. En 2008, el personal de campaña del presidente Obama trató de rehacer su red de bases en algo llamado Organización para América, pero ese esfuerzo fracasó por completo.

¿Podrá ser diferente esta vez? Los organizadores siempre optimistas, dicen que sí.

“Este movimiento llegó para quedarse”, argumentó Ben Wikler, de MoveOn.org.

“Sanders podría ser lo que [Barry Goldwater] fue para los conservadores en 1964. Goldwater perdió, pero preparó el terreno para Ronald Reagan 16 años después. Nosotros no queremos esperar tanto tiempo”.

Harold Meyerson, editor de American Prospect, piensa que ellos pueden tener razón, principalmente porque el fracaso de la economía para aumentar los ingresos de la clase media ha empujado a muchos votantes —sobre todo los jóvenes— a buscar nuevas respuestas.

Meyersonl notó que un sondeo de Gallup del 2012 encontró que el 53% de los demócratas dijeron que tenían una visión positiva de socialismo —y eso fue antes de que Sanders se lanzara por la presidencia—.

“La campaña de Bernie Sanders no creó nueva izquierda”, escribió Meyerson recientemente. “Solo la desató”.

Incluso si su candidato no triunfa en las siguientes elecciones primarias, los votantes de Sanders no deberían rendirse. Sus votos todavía contarán, porque la cuenta final importará — no sólo para esta campaña presidencial, sino para la siguiente—.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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