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Por sequía imponen el uso de tenedores de plástico y platos de cartón

En Fort Bragg, California, una medida de ahorro de agua requiere que los restaurantes utilicen platos, vasos y cubiertos desechables.

En Fort Bragg, California, una medida de ahorro de agua requiere que los restaurantes utilicen platos, vasos y cubiertos desechables.

(Robin Abcarian / Los Angeles Times)
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Cuatro años de sequía han obligado a la mayoría de los californianos a soportar algunos inconvenientes. Los propietarios de viviendas han tenido que ver como se secan sus jardines, los ayuntamientos han apagado sus fuentes ornamentales y los hoteles han tenido que implorarles a sus clientes a utilizar sus toallas dos veces.

Pero en la pequeña ciudad de Fort Bragg, un inusual nuevo reglamento de agua ha empujado a la ciudad en el centro de la atención de la sequía del estado.

Hace casi dos semanas, el Ayuntamiento de Fort Bragg declaró una Emergencia por Escasez Hídrica Etapa 3, la cual, entre otras medidas requiere que los restaurantes utilicen platos, vasos y cubiertos desechables para reducir el agua utilizada para lavar los platos.

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Algunos residentes y propietarios de restaurantes locales llamaron draconiana a la restricción. Se preocuparon por las enormes pilas de basura, la reducción de horas en el trabajo para los lavaplatos y si la regla realmente ahorraría mucha agua.

“El cumplir con este requisito sería un acto mayormente simbólico en lugar de ser una técnica eficaz y legítima de ahorro de agua”, escribió Susan Larsen, propietaria de The Restaurant, en una carta dirigida al Ayuntamiento. “Pero la carga de cumplir es mucho mayor que el valor del símbolo y hay muchas otras maneras para que toda la comunidad ayude a aliviar la situación”.

En medio de esta polémica, el martes por la noche el Ayuntamiento está programado para recibir una actualización sobre las nuevas reglas de uso de agua. Los residentes y los dueños de los negocios han sido invitados a dar sus comentarios y el Consejo podría suavizar o incluso eliminar el requisito para los restaurantes.

Los funcionarios de la ciudad dicen que muchos miembros de la comunidad han apoyado las reglas.

“Elaboras un plan para algún tipo de circunstancia extrema... pero realmente no sabes cómo se va a desarrollar”, dijo Tom Varga, director de obras públicas de Fort Bragg.

“Definitivamente hemos recibido algunas críticas, pero no hemos visto a muchas personas gritando o agitando sus manos”.

Los más de 7,000 residentes de Fort Bragg podrían estar entre las primeras personas obligadas a comer en platos de papel — aunque algunos restaurantes de Avalon han decidido cobrar por ellos -- pero millones de californianos han enfrentado incómodas restricciones de agua durante meses.

Desde junio, a más de 400 distritos de agua urbana se les ha requerido que reduzcan su consumo de agua de un 4% a un 36% en comparación con los niveles del 2013. Para hacer eso, muchos distritos han obligado a los residentes a reducir el riego en el exterior de sus residencias a dos días por semana, limitar el llenado de sus piscinas y arreglar las fugas.

En algunas de las zonas más afectadas, los baños públicos han sido clausurados, la ropa sucia ha sido enviada fuera para ser lavada en otro lugar y el agua ha sido racionada, con fuertes penalizaciones por el uso excesivo.

La escasez de agua de Fort Bragg se ha vuelto crítica porque la sequía ha causado que el nivel del cercano río Noyo alcance mínimos históricos.

En esta época del año el río suministra a la ciudad con cerca del 40% de su agua, dijo Varga, pero a finales de septiembre, las mareas altas enviaron agua salada del océano hacia las bombas que extraen agua del río.

Debido a que los flujos fueron tan bajos y débiles, el agua salada fue capaz de entrar en las bahías y contaminar el suministro del agua del río, volviéndola inservible durante varios días, dijo Varga. El sistema de agua de la ciudad tiene poca capacidad de almacenamiento, así que cuando el río quedo sin poder utilizarse durante las mareas altas, fue necesario conservar aún más agua, agregó.

Las autoridades dicen que se están preparando otra vez para las mareas altas pronosticadas para finales de este mes.

“Definitivamente estamos trazando territorio inexplorado”, dijo Vargas. “Vamos a tener que lidiar con el hecho de que las personas van a tener que sufrir una cierta cantidad de molestias”.

Para los propietarios de los restaurantes y los conocedores de la buena comida, esas molestias han llegado en forma de cuchillos de plástico que algunos dicen que ni siquiera pueden cortar un filete Nueva York.

Larsen, la propietaria del restaurante, publicó una de sus cartas al Ayuntamiento en Facebook, en donde recibió decenas de comentarios y cientos de “Me gusta”.

Varios residentes fueron rápidos para echar la culpa a un lujo diferente que los lugareños son menos probables de disfrutar.

“¡Los spas de los hoteles deberían de ser cerrados durante este tiempo, absolutamente!” escribió un usuario de Facebook.

“Qué vergüenza”, agregó otro. “Una gran pérdida de agua durante situaciones… emergencia”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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