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¿Por qué después de tener cáncer los pacientes no comen comida saludable?

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Sobrevivir el cáncer no siempre inspira a la gente a comer más sano, según un nuevo estudio. De hecho, puede hacer justo lo contrario.

Los investigadores reportan que en promedio, los sobrevivientes de cáncer tienen una dieta menos nutritiva que la población general, incluyendo menos fibra y más calorías vacías.

Fang Fang Zhang, un epidemiólogo en la Universidad Tufts que escribió el estudio publicado en la revista Cancer, dijo que el resultado fue una sorpresa.

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“Los sobrevivientes de cáncer son generalmente motivados a mejorar su salud, así que creo que es notable que todavía son agobiados por una dieta sub óptima”, dijo.

Zhang y sus colegas compararon la ingesta alimentaria de 1,533 sobrevivientes de cáncer y 3,075 personas que nunca tuvieron cáncer. Los dos grupos fueron empatados por edad, sexo y raza y grupo étnico.

Los investigadores estimaron la calidad de la dieta de los individuos utilizando el Índice de alimentación sana (Healthy Eating Index), que se basa en directrices dietéticas del gobierno de Estados Unidos de 2010 para los estadounidenses. Las puntuaciones variaron desde cero, lo que no significa la adhesión a las directrices, hasta 100, en representación de adherencia total.

Después de hacer ajustes por edad, sexo y origen étnico, el equipo encontró que los sobrevivientes de cáncer tenían un puntaje medio más bajo en el índice saludable de alimentación (47.2) que los individuos en el grupo sin cáncer (48.3). Los sobrevivientes de cáncer también comían menos fibra que aquellos que nunca habían tenido cáncer (15 gramos por día vs 15.9 gramos por día). También ingerían más calorías vacías, lo que significa más azucares refinadas y grasa.

Mientras que la diferencia entre los dos grupos puede parecer leve, Zhang dijo que es todavía lo suficientemente significativa como para sugerir que los profesionales médicos que se hacen cargo de atender a los sobrevivientes de cáncer para hablar con sus pacientes acerca de la nutrición y su salud. Especialmente por que los sobrevivientes tienen un elevado riesgo de problemas crónicos de salud.

“Quiero enfatizar que una dieta deficiente es frecuente en esta población, y la carga de enfermedades crónicas es alta”, dijo. “Un pequeño cambio puede tener potencialmente un gran impacto para una población de alto riesgo”.

Entre los que alguna vez tuvieron cáncer, se encontró que los ancianos tienen una dieta más saludable que los jóvenes, y aquellos que tenían una educación universitaria tenían una dieta mucho más saludable que aquellos con menos educación. Los fumadores actuales tenían una dieta peor que aquellos que dejaron de fumar o que nunca habían fumado.

Los investigadores también compararon las dietas de personas que sobrevivieron a diferentes tipos de cáncer. Las personas que tenían cáncer de mama tenían la dieta más saludable, mientras que aquellos que tenían cáncer de pulmón tenían la peor dieta.

El estudio no aborda por que las dietas de los sobrevivientes de cáncer son peores que las de los que no tenían cáncer, pero Zhang dijo que podría haber varias posibles razones.

Dijo que es posible que las personas que previamente habían sido diagnosticadas con cáncer tenían peores dietas que la población en general, aunque no tiene datos para apoyar esta hipótesis.

Ella señaló también que los tratamientos para el cáncer pueden provocar en la gente antojos específicos por ciertas comidas o cambiar el sabor de los alimentos para el enfermo. Estos cambios pueden persistir por mucho tiempo después de que el tratamiento haya acabado, lo cual lleva a los sobrevivientes a comer alimentos menos saludables.

Finalmente, dijo que tener cáncer puede causar altos niveles de estrés y ansiedad durante y más allá del tratamiento, lo que hace difícil para los sobrevivientes dar prioridad a una dieta nutritiva.

“En última instancia, necesitamos más estudios longitudinales que puedan acceder a la dieta post y pre diagnóstico para abordar esta cuestión”, dijo.

Mientras tanto, Zhang espera que su estudio ayude a los profesionales de la salud a asegurarse de que la nutrición es parte de la conversación, no sólo para aquellos que han sido diagnosticados con cáncer, sino también para aquellos que lo han sobrevivido.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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