Anuncio

Polémica: ¿Extraerse la leche es igual de bueno que amamantar?

Share

Durante la última década el extraer la leche materna se ha convertido en una parte integral de la práctica de la lactancia materna estadounidense. Un estudio encontró que el 85% de las mujeres que dan pecho en los Estados Unidos utilizan un extractor o bomba, aunque los fabricantes de los extractores de leche dicen que ese número es aún mayor.

Las mujeres estadounidenses representan el 40% del mercado mundial de los extractores de leche. No hay ningún otro lugar en el mundo, incluso en otros países desarrollados, en donde el sacarse la leche sea una característica tan universal de la lactancia materna.

Muchas madres primerizas sienten que no tienen otra opción. Casi el 60% de ellas trabajan. En promedio, las mujeres estadounidenses sólo toman seis semanas de licencia de maternidad, y el 30% no toman ningún descanso.

Anuncio

Ante la contradicción entre la recomendación oficial para amamantar exclusivamente durante seis meses y la ausencia de una licencia de maternidad pagada y exigida por el gobierno federal, las madres se extraen la leche materna para que otra persona pueda alimentar a sus bebés con leche materna a través de una botella. También utilizan los extractores para mantener su suministro de leche para que pueden amamantar a sus bebés cuando regresen a casa. Incluso las madres que no trabajan a menudo se extraen la leche para evitar la desaprobación de la lactancia materna en público.

Pero no está claro que la tendencia hacia la extracción de la leche es beneficiosa, o incluso neutral. No hay ninguna investigación que compare los resultados entre los bebés que son amamantados y los bebés que son alimentados leche materna en biberón.

La popularidad de extraerse la leche depende de la suposición de que lo que es valioso acerca de la lactancia materna es la composición química de la leche humana. Sin embargo, muchos médicos creen que si la lactancia materna estimula el desarrollo cognitivo, es debido a la interacción entre la madre y el recién nacido en el seno. Lo que es importante es el contacto humano, no la leche materna.

Aún suponiendo que lo que importa es la composición química, muchos estudios han encontrado que el congelar, descongelar y calentar – los pasos rutinarios entre la extracción y la alimentación -- degrada las proteínas y las vitaminas que se encuentran presentes en la leche materna.

Un estudio encontró que incluso la leche materna que ha sido refrigerada por un día es degradada a ácidos grasos sin consolidar que pueden causar la muerte celular en los intestinos de los bebés. Los estudios también han encontrado que cuando la leche materna entra en contacto con las partes de los extractores o las bombas, los contenedores de almacenamiento, los biberones y las tetinas, a menudo recoge bacterias a lo largo del camino.

Si el extraerse la leche es tan bueno o no como el amamantar en cuanto a términos de la salud infantil, no se compara en nada con la lactancia materna cuando se trata de la experiencia de la madre.

A muchas madres les encanta amamantar. Les encanta ver la atención de sus bebés; les encanta el consuelo que les ofrece a los bebés después de una caída o un día largo; les gusta la simplicidad de no tener que cargar bocadillos.

Pero apuesto a que no hay una sola mujer viva que le encante extraerse la leche. El sacarse la leche es vergonzoso. Si lo tienes que hacer en el trabajo dos o tres veces al día, escondida en un almacén sin uso, o incluso medio desnuda en tu oficina con la puerta cerrada, puede ser difícil mantener tu dignidad y tu profesionalismo que tanto te logró alcanzar.

El extraerse la leche les ofrece a las madres todas las posibles molestias de la lactancia materna – las condiciones dolorosas como la mastitis y los conductos obstruidos — junto con ninguna de la conveniencia. Las madres tienen que cargar con un extractor y constantemente limpiar y esterilizar las botellas y las partes del extractor.

El auge del extraerse la leche ha realineado silenciosamente nuestras expectativas de lo que las madres primerizas deben estar preparadas para hacer para alimentar a sus bebés. No hace mucho tiempo, pensamos en el trabajo y la lactancia como mutuamente excluyentes -- una madre podía hacer uno o el otro, pero no ambos. Ahora que las mujeres tienen el “derecho” a sacarse la leche materna en el trabajo, la “lactancia materna” parece perfectamente compatible con el empleo de tiempo completo.

Como el Departamento de Salud y Servicios Humanos presume, “¡Las madres no tienen que elegir entre el proporcionar leche materna para sus bebés y el regresar al trabajo, y los empleadores pueden retener a los empleados valiosos!”

Así como lo confirma este mensaje optimista, el extraerse la leche ofrece una buena solución para los empleadores que preferirían ofrecerles a las madres lactantes descansos de trabajo no remunerados que licencias de maternidad. También es una bendición para las fortunas corporativas de las empresas que fabrican los extractores y para las empresas que utilizan leche materna en su proceso de producción. Parece que los únicos posibles perdedores en este escenario de ganar-ganar-ganar son las madres y los bebés.

Courtney Jung es la autora de “Lactivism: How Feminists and Fundamentalists, Hippies and Yuppies, and Physicians and Politicians Made Breastfeeding Big Business and Bad Policy”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio