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Ofrecen $150.000 de recompensa por los fugitivos de la cárcel del condado de Orange

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Una intensa cacería humana continuaba ayer, mientras el FBI y el Cuerpo de Alguaciles de los Estados Unidos (US Marshals) brindaban asistencia en la búsqueda a los agentes del Sheriff, luego de la elaborada fuga de tres reclusos, registrada la semana pasada en el centro de Santa Ana.

La Junta de Supervisores del condado Orange también votó este martes para agregar $150,000 a la recompensa por información que conduzca a la captura de los fugitivos. El total asciende ahora a $200,000.

Mientras la búsqueda ingresaba en su cuarto día, las autoridades expresaron que están “poniendo presión”, pero no brindaron actualizaciones significativas en la investigación. Como parte de la persecución, las autoridades apelaron directamente a la comunidad vietnamita para obtener ayuda en la localización de Jonathan Tieu, de 20 años de edad; Bac Duong, de 43, y Hossein Nayeri, de 37.

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Uno de los prófugos de la cárcel del condado Orange ya había escapado de la justicia y huido a Irán anteriormente.

Los agentes expresaron que Tieu es un pandillero documentado, de origen vietnamita, por lo cual es probable que los hombres estén escondidos e “incrustados en alguna parte de la comunidad”. Los investigadores no creen que los prisioneros hayan huido del estado o del país.

La ausencia de los peligrosos reclusos fue descubierta el viernes pasado, en una sección de la cárcel de Santa Ana conocida como Módulo F, cerca de 16 horas después de que éstos hubiesen escapado de la prisión más grande del condado Orange.

“Creemos que esto se trató de un plan bien pensado, bien planificado”, afirmó el teniente Jeffrey Hallock, vocero del Departamento del Sheriff del condado Orange.

Nayeri, Tieu y Duong estaban alojados en un dormitorio del cuarto piso, donde 68 presos dormían en literas, en vez de en celdas individuales.

El trío cortó al menos cuatro capas de metal, incluido el acero y las barras de refuerzo; se abrió camino a través de las tuberías sin vigilancia y emergió en el techo, donde improvisaron una cuerda con sábanas y otras telas para descender hacia su libertad.

La última vez que el personal carcelario vio a Nayeri, Tieu o Duong fue durante el recuento de prisioneros realizado a las 5 a.m. del viernes. Los empleados de la cárcel de Santa Ana sólo realizan dos inspecciones físicas de los internos por día. El viernes, el segundo chequeo se demoró hasta las 9 p.m. por una reyerta que, algunos investigadores ahora creen, fue diseñada para cubrir la fuga, afirmaron las autoridades.

Mientras continúa la búsqueda de los tres prisioneros, los expertos analizan por qué demoró tanto la cárcel del condado Orange en detectar la fuga.

Nayeri fue acusado en 2012 por la tortura y el secuestro del acaudalado propietario de un dispensario de marihuana y la novia de su compañero de casa. Nayeri y varios cómplices presuntamente llevaron al hombre hacia un desierto, donde lo quemaron con un soplete, lo rociaron con lejía y le cortaron el pene, detallaron las autoridades. Los delincuentes creían que la víctima ocultaba $1 millón de dólares en efectivo y esperaban que la tortura causara la entrega del dinero. El hombre quedó abandonado en el desierto, pero fue rescatado luego de que la mujer con quien había sido secuestrado corriera cerca de una milla para pedir ayuda.

Tieu se encontraba a la espera de un nuevo juicio en relación con un asesinato de pandillas perpetrado en 2011, precisaron los fiscales.

Duong tiene varias condenas anteriores y ha sido acusado de intento de asesinato durante un tiroteo en Santa Ana, el año último.

Los fiscales precisaron que los tres hombres fueron acusados formalmente por la fuga este lunes.

Merrick Bobb, quien alguna vez supervisó las reformas del sistema carcelario del condado de Los Ángeles, afirmó que es poco probable que los hombres hayan obtenido los materiales necesarios para crear la ruta de escape por su cuenta, y afirmó que se sorprendió al escuchar que semejante obra de construcción, que debe haber tomado semanas, había pasado desapercibida.

“No son herramientas que pueden hacerse con hilo dental”, dijo Bobb. “Esos cortes generan mucho ruido, que debe haber sido encubierto”.

Las autoridades expresaron que no han hallado ninguna evidencia de que el personal carcelario haya jugado un rol clave en la fuga, y que ningún empleado ha sido suspendido como parte de la investigación al respecto.

Construida en 1968, la cárcel de Santa Ana ha registrado sólo tres fugas. La anterior había ocurrido en 1989, precisó Hallock.

El caso del condado Orange ha llamado la atención en todo el país, luego de que una huida similar en una prisión de máxima seguridad se registrara en el estado de Nueva York el verano pasado. Los asesinos convictos Richard Matt y David Sweat desataron una persecución que se extendió tres semanas, luego de emplear herramientas eléctricas para cortar tuberías y placas de acero en el interior de la envejecida Clinton Correctional Facility en Dannemora, Nueva York, para pasar a través de una pared de ladrillos y salir de la prisión por una tapa de alcantarilla.

La fuga generó dudas acerca de la posibilidad de que los reclusos hubieran recibido ayuda interna, y provocó críticas acerca de las libertades concedidas a los hombres a pesar de sus condenas por asesinato. Ambos tenían más privilegios que la mayoría de los prisioneros por ser miembros de un programa “de honor”. Una investigación reveló después que un empleado carcelario les proporcionó algunas de las herramientas necesarias para la huida.

Matt fue baleado y murió 20 días después de la fuga, y Sweat fue tiroteado y capturado dos días después.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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