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Millones de personas en riesgo de perder sus beneficios por discapacidad

La semana pasada, los activistas participaron en un mitin frente a la casa Blanca, instando a la expansión de los beneficios del Seguro Social.

La semana pasada, los activistas participaron en un mitin frente a la casa Blanca, instando a la expansión de los beneficios del Seguro Social.

(Win McNamee / Getty Images)
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Casi 11 millones de los estadounidenses que reciben beneficios federales por discapacidad estarían en riesgo de que sus cheques les llegaran reducidos, esto es si el Congreso no actúa para el próximo año para reponer el fondo fiduciario del sistema, informaron el miércoles los administradores del Seguro Social.

Pasado ese lapso, los ingresos fiscales cubrirán sólo alrededor del 80% de los beneficios por incapacidad programada, a menos que el Congreso actúe para ordenar el sistema.

Los administradores también pronostican que el principal fondo de jubilación del Seguro Social seguirá siendo solvente hasta 2034, un año más de lo divulgado previamente. El fondo fiduciario de Medicare seguirá siendo solvente hasta 2030, prevé la dirección, lo cual coincide con la fecha anunciada el año pasado.

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“Tanto el Seguro Social como Medicare están seguros hoy y seguirán estando seguros en los años por venir”, dijo el Secretario del tesoro de Jack Lew al anunciar las últimas previsiones.

Uno de los administradores públicos del sistema, Robert D. Reischauer, el ex director de la oficina de presupuesto del Congreso, ofrece una evaluación menos color de rosa.

Es cierto que el Seguro Social y Medicare están estables por ahora, “estos programas de vital importancia son un camino fiscalmente insostenible si uno mira a futuro, varias décadas adelante”, dijo, en gran parte debido al enorme número de los baby boomers (baby boomers se refiere a las personas que nacieron después de la segunda guerra mundial) que están entrando a su jubilación.

Entre más pronto actúe el Congreso para solucionar los problemas financieros a largo plazo de los dos programas, tendrán más opciones los legisladores, añadió.

En contraste, si el Congreso no encara los problemas del sistema de seguros de discapacidad “podría resultar en un caso de estudio por las posibles consecuencias” al elegir barrer estos temas debajo de la alfombra y no resolverlas, dice Reischauer.

Durante el próximo año y a medida que la fecha limite se aproxime, los millones de personas que dependen de los cheques de beneficios estarán pasando por una enorme e innecesaria ansiedad, dijo, añadiendo que “los beneficiarios se merecen algo mejor”.

Aun y con toda la urgencia implícita, los problemas del sistema de seguros de discapacidad han sido predichos desde tiempo atrás.

El número de trabajadores discapacitados en los Estados Unidos se ha duplicado desde 1995 debido a varios factores, incluyendo el envejecimiento de la generación del baby boom, que significa que hay más trabajadores que ya frisan los 50s y 60 años, que es la edad pico para la discapacidad. El aumento en la edad de jubilación de la Seguro Social también ha llevado a más personas trabajar durante más años en su vida.

El crecimiento en el número de beneficiarios por incapacidad se ha desacelerado en los últimos dos años, en gran parte porque la economía ha mejorado, pero el número de personas en las listas ya ha crecido más allá del sistema de financiación actual.

Los beneficios por incapacidad son financiados por una porción de los impuestos del Seguro Social que pagan los trabajadores y sus empleadores. En la actualidad, 0.9% de las ganancias van para el fondo de incapacidad y 5.3% van al fondo de jubilación.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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