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Por históricas lluvias, 40 por ciento de California está libre de sequía

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La semana de fuertes tormentas en el norte de California ha aliviado significativamente la escasez de agua del estado y una gran franja de éste ya ha salido de las condiciones de sequía, informaron las autoridades.

Las cifras subrayan lo que los funcionarios han dicho durante varios meses al respecto: a medida que una serie de tormentas se cierna sobre el norte de California este invierno, el desecamiento generalizado comenzará a ceder, aunque aún persista en el sur de California y el Valle Central.

Según el Monitor de Sequía de los EE.UU., más del 40% del estado ya está libre de tal condición. Quizá lo más sorprendente es que una gigantesca franja del territorio fue declarada como totalmente libre de signos de sequía.

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El porcentaje del estado que cae en dicha categoría prácticamente se duplicó en los últimos días, pasando del 18% la semana pasada a casi el 35% después de las tormentas. Sin embargo, el mapa y su variedad de colores -que van desde el blanco al rojo oscuro- proporcionan una clara ilustración de la disparidad de condiciones entre el norte y el sur.

Las tormentas empaparon el área de la bahía de San Francisco y crearon condiciones de ventisca en partes de Sierra Nevada durante la semana pasada.

También incrementaron drásticamente la nieve de la Sierra -una fuente clave de agua para California-, hasta el 158% de lo normal, y produjeron así un significativo descenso de la sequía de seis años en el estado.

No obstante, los sistemas meteorológicos también dejaron un sendero de destrucción; se estima que las tormentas fueron responsables de al menos cuatro muertes.

Desde el 1 de octubre pasado, la precipitación total en la Sierra Nevada aumentó a tasas similares a las de los inviernos más húmedos de las últimas décadas: 1982-1983 en su área norte y central, y 1968-1969 en el extremo sur.

Lake Shasta, el embalse más grande del estado y una fuente importante de agua para la agricultura del Valle de San Joaquín, está lleno en un 81% y libera agua para crear más espacio de almacenamiento. Oroville, que suministra el Proyecto de Agua del Estado, se encuentra lleno en casi tres cuartos de su capacidad.

En la actualidad, las condiciones se consideran normales en casi todo el estado al norte del área de la bahía, según el nuevo informe federal acerca del desecamiento (los autores usan las mediciones de las condiciones climáticas, hidrológicas y del suelo, y consideran los impactos y observaciones reportados para crear el mapa).

La evaluación sugiere que las tormentas han ayudado al sur de California, pero a diferencia del norte, la región meridional permanece en varias etapas de sequía. Los condados de Los Ángeles y Orange, junto con gran parte del centro de California, siguen asentados en lo que las autoridades clasifican como ‘una sequía inusual’, o peor.

La fuerte escasez de agua en porciones de los condados de Ventura y Santa Bárbara también continúa. Lake Cachuma, un barómetro de la grave falta de agua en Santa Bárbara, ha recibido relativamente escasas precipitaciones desde el comienzo del mes y, hasta el jueves, registraba un lleno de tan sólo el 11% de su promedio histórico.

El lago New Melcones, al este del Valle de San Joaquín, recolectó más de 120,000 pies adicionales de agua desde el 1 de enero y está lleno hasta aproximadamente al 60% de su promedio.

Sólo cerca del 2% del estado permanece en ‘emergencia por sequía’, comparado con el 18% de la semana pasada. Una porción mucho menor del condado de L.A., por ejemplo, está clasificada como tal.

Pyramid Lake, donde el Distrito Metropolitano de Agua del Sur de California (MWD, por sus siglas en inglés) almacena líquido, está lleno por encima de su promedio histórico.

Pero Deven Upadhyay, gerente de recursos hídricos del MWD, advirtió: “No podemos decir que ya no sentimos el impacto de la sequía. Recién a finales de este año quizás podremos decir que hemos cambiado las condiciones y que el desecamiento se ha terminado”, le dijo anteriormente al Times. “Pero no por ahora”.

“A veces hablo al respecto como si hubiera sido un proceso de nueve o 10 años”, agregó. “Realmente el único año húmedo que tuvimos fue 2010-2011, lo cual marca un sólo ciclo de buenas condiciones en medio de una muy prolongada sequía”.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta historia en inglés haga clic aquí

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