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Los ganadores de Chino Hills reclamaron por fin su gran premio de la lotería

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Los vecinos dicen que Marvin y Mae Acosta se mudaron a su ordenado nuevo hogar de Eastvale, en el condado de Riverside, a fines del año pasado. Después, hace aproximadamente una semana, aparecieron camiones de mudanza en el frente. El viernes, la pareja ingresó a la oficina de la Lotería de California, en Van Nuys, con un boleto ganador del premio récord de la lotería del 12 de enero pasado, valuado en $1.6 mil millones. Su porción bruta del premio se estima en $528.8 millones.

Los Acosta, quienes compraron el boleto en un 7-Eleven de Chino Hills, optaron por un pago único de $327,8 millones, también antes de la aplicación de los impuestos federales.

Funcionarios de la lotería señalaron que, por ley, la feliz pareja debía ser identificada públicamente luego de presentarse.

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Los Acosta tuvieron un fin de semana para prepararse para semejante ataque de atención. Este martes, las persianas de la casa en Glover Court permanecían cerradas y, aparentemente, no había nadie dentro del domicilio. María Franco, quien vive al otro lado de la calle, aseguró que estaba muy feliz por la dicha de esta familia, aunque no los conocía muy bien. Tal como otras personas en el vecindario, ella también compró su boleto cuando el premio se elevó en enero pasado, y se preguntaba si los ganadores alguna vez se presentarían.

Los Acosta solicitaron privacidad, aseguraron los funcionarios de la lotería. En lugar de entrevistas, emitieron el siguiente comunicado: “Estamos muy agradecidos y bendecidos por este regalo que se nos ha otorgado. Hemos contratado a un equipo de asesores para que nos guíen y eduquen en este proceso, de modo de poder administrar bien estos recursos. Si bien no hemos tomado muchas decisiones aún, hemos entregado casi la totalidad del dinero a un fondo y hemos cedido a organizaciones de caridad que son importantes para nosotros. Estamos agradecidos por los maravillosos deseos y el aliento que hemos recibido, no es nuestra intención convertirnos en personas públicas. Pedimos y apreciamos mantener la privacidad de ahora en más. Muchas gracias”.

Las especulaciones rodearon la identidad del propietario del billete, oriundo de Chino Hills, durante meses. El premio de enero fue el mayor de la historia de la lotería de los EE.UU., y los dos otros ganadores, procedentes de Tennessee y Florida, se presentaron días después del sorteo.

Una enfermera de Pomona creyó erróneamente ser la vencedora, luego de que su hijo le jugara una broma. Pero los Acosta optaron por permanecer en silencio hasta poner sus temas en orden, señaló el vocero de la lotería, Alex Traverso. “Hicieron todo lo que esperábamos que hicieran… obtuvieron un abogado, hicieron un plan y tienen todo pensado para recibir su premio y desaparecer”, señaló. “Es un desafío interesante el que les toca”.

El 7-Eleven que vendió el boleto ganador recibió el premio máximo de $1 millón.

Si desea leer la nota en inglés haga clic aquí.

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